2 de Febrero de 1848 ¡No se olvida!
February 3, 2023 - por Raúl A. Rubio Cano.

Monterrey, N.L.
Un 2 de febrero de 1848, México firma el tratado de Guadalupe Hidalgo para lograr la paz ante la guerra de invasión del Yankee en 1846-1847, entregando el 55 por ciento de su territorio, corriendo su frontera a los límites del Río Grande o Bravo y perdiendo las tierras donde hoy se asientan los estados como California, Nevada, Utah, Nuevo México, las mayores partes de Arizona y Colorado, y otras áreas de los actuales estados de Oklahoma, Kansas, y Wyoming.
Una fecha muy lamentable para nuestro país, pero pareciera que ya nadie se acuerda de ello, a excepción de las palabras del presidente AMLO en algunas mañaneras, pero en estos días llama la atención que en el mismo Estados Unidos de América, hay gente que no ha perdido la memoria de tal rapacidad del Yankee y ese es el caso de Antonio Cabral, de origen zacatecano y desde hace décadas un luchador social por los derechos de los trabajadores mexicanos, al interior de la cueva del imperio.
Para Cabral, esta es su reflexión en tal significativa fecha para el Pueblo de México: Se pregunta: “¿Qué significa el 2 de febrero? Para los que hemos vivido dentro del imperio toda una vida y resistido el colonialismo cultural, tenemos como nuestra arma fundamental para sobrevivir con dignidad, el que conmemoramos el 2 de febrero, por ser el día que la expansión imperialista de EU ‘legalizo’ la conquista del territorio donde vivimos y, el robo bajo fuerza armada de la mitad del territorio Mexicano.
“Algunos Mexicanos y sus descendientes dentro de este territorio se han sometido y adoptan la auto identificación como ‘México-Americanos’ o, adoptan auto llamarse ‘americanos’ como insiste el Estado colonial miopemente, ignorando que América es todo un continente y no únicamente este país. Otros alegan que el 2 de febrero ‘nació’ otra raza: o sea, la raza chicana que, según ellos, aún hoy alegan el que es diferente al pueblo Mexicano y celebraron ayer, porque fue el día que nació ‘su raza’.
“Para los demás, que entendemos dialécticamente lo que sucedió el 2 de febrero 1848, conmemoramos el 2 de febrero, como dije anteriormente, como el día que nuestro Pueblo Mexicano, en ambos lados de la frontera impuesta en la conquista, sufrió un crimen ‘legal’: El Tratado de Guadalupe Hidalgo.
“Pero lo conmemoramos no como el final de la conquista de nuestro pueblo. No fue el final, porque aun estamos aquí, resistiendo contra el masivo programa de conquista cultural y tratando de forzarnos a que nos asimilemos a la cultura (?) del conquistador.
“Conquistaron las tierras de nuestros antepasados, y por lo tanto nuestras tierras, pero aun no logran conquistarnos culturalmente y, como lo han explicado teóricos e historiadores como Antonio Gramsci, Amical Cabral y muchos contemporáneos, mientras el Pueblo Mexicano, nacido de este lado o en cualquier parte de nuestra ‘Patria Grande’, se resista a ‘ser como ellos’ y luche por conservar su verdadera historia, su identidad y su cultura, el Estado colonial no nos conquistará. Seremos libres.
“Por eso conmemoramos el 2 de febrero como Pueblo Libre dentro del territorio ocupado. (Aunque, como explico ¡no todos!) Ojala que los miles de migrantes que están llegando a estas tierras vivan siempre, no de rodillas o, ‘agradecidos por permitirles estar aquí’, pero sí, con orgullo, con dignidad, con honor, con valor y reconociendo su historia que los impulsó a emigrar ¡2 de febrero 1848, no se olvida! ¡Órale!!”
La Revolución de las Conciencias, presentes en USA
La Revolución de las Conciencias que nos viene hablando el presidente AMLO en sus cuatro años de gobierno se constata en las ideas de Antonio Cabral, conciencia que ya viaja a lo largo y ancho de la Unión Americana, ideas que han llegado a un territorio que era nuestro y donde hoy, resisten nuestros paisanos al dominio del Yankee, son nuestros “héroes vivientes”, segundo pueblo del mundo, después de la India, que más divisas envía a su tierra natal, gracias a ellas, en 36 años de dominio Neoliberal, no pudieron acabar con México ¡Órale!