A partir del 2021, Cuba tendrá la más importante transformación económica en medio siglo
December 20, 2020 - por Xinhua
LA HABANA
El Gobierno cubano comenzó a dar los primeros pasos para a partir del próximo año realizar la más profunda transformación económica del país en el último medio siglo.
En la más reciente sesión parlamentaria, efectuada durante miércoles y jueves, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, reiteró la necesidad de aplicar desde el 1 de enero la llamada Tarea Ordenamiento, una reforma que incluye la unificación monetaria y cambiaria, la eliminación de subsidios y la transformación de los ingresos.
Esa reforma fue esbozada por el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), realizado en abril de 2011, y ratificada por el VII, que sesionó cinco años después.
Ambas citas aprobaron los llamados Lineamientos de la Política Económica y Social de la Revolución, un texto convertido en la hoja de ruta de las transformaciones en ciernes.
Con la llegada del nuevo año, la Tarea Ordenamiento establece la desaparición del peso convertible o CUC, que se cambia por 25 pesos, para que quede el peso como única moneda legal.
De igual manera, tras varios años con distintas tasas, quedará establecido un cambio único de un dólar por 24 pesos y al mismo tiempo se eliminará una serie de subsidios, incluso a alimentos, que significará un aumento de los precios minoristas.
Por otro lado, entrará en vigor una elevación de los salarios a partir de una Canasta de Bienes y Servicios de Referencia, que establece un mínimo mensual de 2.100 pesos para los poco más de tres millones de trabajadores del sector empresarial.
Más de un millón y medio de jubilados serán beneficiados con pensiones superiores a 1.528 pesos, el costo de la referida Canasta.
“No es posible seguir avanzando en las transformaciones de la economía, si no se realiza ese ordenamiento”, expresó el jefe de la Comisión de Implementación y Desarrollo de los Lineamientos, Marino Murillo, miembro del Buró Político del PCC y encargado de diseñar y aplicar la nueva reforma.
No obstante, Díaz-Canel, Murillo y el vice primer ministro y titular de Economía y Panificación, Alejandro Gil, han insistido públicamente en que esos cambios en sí mismos “no constituyen una solución mágica”, pero ayudarán a eliminar la ineficiencia existente en el ámbito empresarial.
Además de los factores externos, la economía cubana enfrenta distorsiones en la formación de los precios, desequilibrios macroeconómicos, así como problemas de salario, de eficiencia en el sistema empresarial y de incentivo a los exportadores.
Proyecciones gubernamentales estimaron que unas 400 empresas estatales de las casi 3.000 que hay en la isla, sufrirán pérdidas como parte del proceso, por lo que el Presupuesto del Estado incluye 18.000 millones de pesos para respaldarlas.
Según explicó Murillo esos fondos permitirán evitar el despido masivo de trabajadores durante un año, tiempo en el que las empresas deberán generar utilidades y alcanzar la rentabilidad prevista.
En la actualidad, las empresas estatales trabajan con una tasa de cambio oficial, que equipara al peso con el dólar, por lo que resulta más barata la importación de materias primas que la compra en el mercado nacional.
Sin embargo, todo se modifica con la nueva tasa de un dólar por 24 pesos, que abarata las materias primas nacionales.
Esa nueva tasa beneficiará sobre todo a las empresas que eviten las importaciones y aumenten las exportaciones, pues la materia prima será más barata y además recibirán 24 pesos por cada dólar vendido.
“Los empresarios no pueden esperar a que las divisas caigan del cielo, sino que hay que salir a buscarlas”, sentenció ante el parlamento Murillo, un economista de 59 años con una larga trayectoria como profesor universitario y ministro de varias carteras.
Pero más allá del sector empresarial, para los cubanos de a pie la mayor preocupación está en la posibilidad de que ocurra un proceso inflacionario incontrolable a partir de la elevación de los precios minoristas.
Es por eso que el Gobierno cubano ha anunciado la aplicación de un paquete de medidas antiinflacionarias, que van desde el control de los precios mayoristas hasta incentivos fiscales a los privados para que no alcen los precios.
El Gobierno cubano ha sido claro en que la reforma “no es un ajuste neoliberal” y enarbola la consigna de que “nadie quedará desamparado” con la aplicación de esa profunda transformación económica.
Para respaldar a las familias económicamente desvalidas, desde el presupuesto se destinan 700 millones de pesos, que se entregarán a aquellos núcleos donde las personas estén incapacitadas de trabajar y no tengan familiares que los ayuden.