Nueva York.

A dos semanas de la elección, se pronostica una participación inédita en la contienda más cara de la historia del país, a la cual casi todos califican como “histórica” y que ha puesto en tela de juicio el proceso democrático en este superpoder.

El fenómeno notable por ahora es que más de 31 millones de personas han votado de manera anticipada alrededor del país, y faltan 14 días más, llevando a pronósticos de un posible nivel récord de participación en esta eleccion nacional. En estados como Texas, ya se han depositado más votos que el total de sufragios por Donald Trump en ese estado que ganó en 2016.

El voto anticipado se ha ampliado este año como resultado de las condiciones de la pandemia, con más estados ofreciendo la opción de presentarse físicamente ante algunas casillas especiales, enviar votos por correo o depositarlos en receptores diseñados para ese propósito.

Para algunos, esto podría indicar también que los esfuerzos para suprimir el voto por los aliados de Donald Trump podrían estar teniendo un efecto opuesto; varios activistas comentan a La Jornada que hay amplia evidencia que la gente está animada con la urgencia de sacar al presidente de la Casa Blanca.

Más aún, además de mantener una ventaja de 11 puntos en el promedio de los sondeos nacionales, el candidato demócrata Joe Biden también está ganando la carrera por donaciones, con una amplísima ventaja en fondos sobre el supuesto multimillonario Trump.

De por sí, ésta ya es la eleccion más cara de la historia. Se calcula que la elección nacional de 2020 -la presidencial y las legislativas federales- será la más cara jamás registrada, superando récords previos por mucho, al acercarse a 11 mil millones de dólares, según el Center for Responsive Poltiics. La contienda presidencial tiene un costo proyectado de 5.2 mil millones.

De hecho, analistas señalan que las múltiples maniobras de los republicanos para suprimir el voto junto con el mensaje constante del presidente y su campaña de que los demócratas y otros opositores están fraguando una magno fraude y amenazas de provocar un caos pos-electoral sólo comprueben que Trump y sus aliados están suponiendo que están perdiendo la elección, y que tienen que hacer una serie de trampas para mantenerse en el poder.

Tan preocupante es esta amenazas que la Conferencia de Alcaldes de Estados Unidos emitió un documento con recomendaciones para alcaldes y otras autoridades municipales, anunciado que “la eleccion de 2020 se está volviendo en una como ninguna otra en la historia de nuestra nación”. Advierten que que “podremos ver esfuerzos de intimidación de votantes y protestas, algunas posiblemente violentas” y aconsejan que las ciudades estén preparadas para enfrentar todo eso [https://www.usmayors.org/issues/election-security-and-safety/].

De hecho, solo la semana pasada, la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, quien fue objetivo de un complot de agrupaciones ultraderechistas armadas frenado por el FBI para su secuestro y asesinato, acusó el fin de semana que Trump está “inspirando e incentivando el terrorismo doméstico”

Mientras tanto, las publicidad de campaña está ya congestionando todos los medios, redes sociales y correo. Por ejemplo, esta semana, aparentemente porque no dio el resultado esperado enviar correos electrónicos de parte de Hillary Clinton y Barack Obama a votantes para invitarlos apoyar y donar a la campaña de Biden y Kamala Harris, se envío ahora un correo electrónico con el remitente de Scarlett Johansson con el mensaje: “Me gustaría encontrarme contigo esta noche”. Al abrir la invitación resulta que es para sumarse a una reunión virtual con algunos de los colegas de Johansson que fueron parte del reparto de Los Vengadores. Hasta los superhéroes se han sumado a la campaña contra Trump.

A pesar de todos los indicadores -sondeos, fondos, voto anticipado- que favorece a Biden y sus demócratas, la memoria de 2016 sigue presente en el ambiente electoral, con esa derrota tan devastadora e inesperada de la cúpula demócrata y su reina Hillary Clinton, a pesar de que también contaba con una ventaja en los sondeos y más dinero que Trump, aunque empataban como dos de los candidatos más repudiados en la historia reciente del país.

Por ello, una multitud de organizaciones, redes y otras incitativas redoblan esfuerzos para generar la participación electoral necesaria para derrotar a quien consideran “el presidente más peligroso de la historia”, y recordando que Trump llegó a la Casa Blanca al ganar tres estados -Pennsylvania, Michigan y Wisconsin- por solo 110 mil votos combinados.