Amor y paz, suave, suave, suave”, expresó el presidente Andrés Manuel López Obrador al señalar que la opinión de su homólogo estadounidense, Donald Trump, respecto a lo que ha hecho o no México para combatir al narcotráfico es sólo un punto de vista que se respeta.

La noche del miércoles, un memorándum publicado en la página oficial de la Casa Blanca señaló que a menos que el Gobierno mexicano demuestre un progreso sustancial en el próximo año, respaldado por datos verificables, México correrá un grave riesgo de que se concluya que no ha cumplido de manera demostrable sus compromisos internacionales de control de drogas.

En el escrito, el mandatario estadounidense pidió al país continuar con la extradición de actores criminales clave, así como intensificar las investigaciones exhaustivas y la incautación de drogas y activos, e implementar un programa sólido de erradicación de la amapola, basado en datos y vinculado al desarrollo alternativo sostenible.

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“Es un informe que se presenta cada año por parte del gobierno de Estados Unidos y tiene cosas buenas y otras que no aceptamos”, apuntó en conferencia matutina.

El primer mandatario afirmó que no va a caer en confrontación política por estas declaraciones y que su gobierno tiene muy buena relación con la administración norteamericana y con el propio Donald Trump.

“Tenemos que ser muy cuidadosos porque hay elecciones en Estados Unidos. Es mejor esperar, falta un mes y medio, falta poco tiempo y no amerita la declaración una contestación ni ríspida ni enérgica, porque es muy buena la relación que tenemos con el gobierno de Estados Unidos”, sostuvo.

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Respecto a si había un riesgo de que la Unión Americana le quitará ayuda financiera a México para este asunto, López Obrador respondió que no y que su administración trabaja todos los días en el combate a la violencia e inseguridad.

“No tenemos ninguna carga de conciencia”, expresó.

Adelantó que la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE)  emitirá un boletín para pronunciarse sobre esto, pero que la recomendación que le hizo al canciller, Marcelo Ebrard, fue que el escrito sea suave y con amor y paz.