El Jefe del Ejecutivo federal explicó que tiene información de que primero se propuso que “declinara el candidato del PRI para que todos apoyaran al candidato del PAN. El propósito era que no llegáramos nosotros. Luego propusieron que el que declinara fuera el del PAN. Le propusieron hasta a Carlos Slim que fuera de candidato de unidad”.

 El Presidente Andrés Manuel López Obrador dio a conocer hoy que una alianza de empresarios, el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Gobierno en curso, el de Enrique Peña Nieto, le propusieron a Carlos Slim Helú ser el candidato en 2018 para evitar que él llegara a Palacio Nacional.

De acuerdo con el mandatario mexicano, primero sugirieron que José Antonio Meade, abanderado del PRI, declinara a favor de Ricardo Anaya Cortés, candidato del PAN, y luego propusieron que fuera al revés.

“Tengo información de que primero declinara el candidato del PRI para que todos apoyaran al candidato del PAN. El propósito era que no llegáramos nosotros. Luego propusieron que el que declinara fuera el del PAN. Le propusieron hasta a Carlos Slim que fuera de candidato de unidad“, reveló en su conferencia de prensa matutina.

El Presidente López Obrador dijo que los grupos “que se sentían dueños de México” fueron los encargados de generar esa iniciativa. Las nuevas oposiciones a su gobierno, aseguró, como “FRENA 1, FRENA 2 y los intelectuales orgánicos” es lo mismo que esa apuesta por impedir que ganara la presidencia.

Acotó que el acuerdo no se logró porque el empresario mexicano no aceptó la propuesta de encabezar un grupo de oposición que le ganara la presidencia.

La relación entre Slim y López Obrador se ha llevado en términos más que positivos. Apenas el 18 de septiembre sostuvieron una reunión privada en la que también participó Miguel Rincón Arredondo, de Bio Pappel. El Presidente de México explicó en su cuenta de Twitter que siempre trata de escuchar las voces y sentimientos tanto de las personas que menos tienen como de lo empresarios exitosos.

El multimillonario apoyó a México para la obtención de la vacuna contra el coronavirus un año antes de lo previsto, a través de las empresas Grupo Carso y de América Móvil. Carlos Slim Helú fue claro mientras se realizaban las negociaciones para producir la vacuna contra la COVID-19 para América Latina. “Apúrense, ya cierren el acuerdo”, ordenó, de acuerdo con lo señalado por Arturo Elías Ayub, director de la Fundación Telmex-Telcel en entrevista realizada por El Financiero.

El conglomerado empresarial de Slim Helú, América Móvil fue el primero que atendió al llamado del Servicio de administración Tributaria (SAT) y cubrió sus adeudos. El 18 de febrero se dio a conocer que la compañía de telecomunicaciones realizó un pagó 8 mil 289.9 millones de pesos por concepto de Impuesto Sobre la Renta (ISR).

AMLO y el empresario Carlos Slim. Foto: Cuartoscuro.

América Móvil informó en un comunicado enviado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) que el pago de la multa se realizó de manera voluntaria y acorde con la legislación aplicable a enero de 2020. De acuerdo con la empresa, el pasado 19 de diciembre de 2019 avisó al SAT que dejaría de tributar bajo el Régimen Opcional de Grupo para el ejercicio fiscal 2020. Añadió que 66 de sus sociedades dejarían dicho régimen, por lo que el diferendo tomado para los ejercicios fiscales de 2016 a 2019 sería pagado al SAT. Finalmente, puntualizó que el diferendo ha estado registrado en su contabilidad.

En marzo, la Fundación Carlos Slim donó este martes mil millones de pesos para abordar la crisis del coronavirus en territorio mexicano, que ha entrado en la fase 2 de la epidemia al registrar sus primeros contagios comunitarios.

La fundación del hombre más rico de México y uno de los más acaudalados del mundo detalló en un comunicado que los recursos se destinarán a salud, educación a distancia y protocolos para protección y empleados de Grupo Carso, uno de los conglomerados más grandes de América Latina.

En salud, el dinero se invertirá en equipo de soporte para los pacientes en estado crítico en las instituciones nacionales de salud, como ventiladores, ecosonogramas y videolaringoscopios.