Un ataque aéreo lanzado por las fuerzas gubernamentales etíopes en la región del Tigray dejó al menos 64 muertos y unos 180 heridos, de acuerdo con información proporcionada este jueves (2406.2021) por las autoridades locales, que aseguran que las bombas cayeron en un concurrido mercado. Adís Abeba, en cambio, sostiene que solo atacaron a milicianos rebeldes.

“Hasta ahora hay 64 fallecidos y 180 heridos en Togoga. El ataque aéreo se produjo en el mercado y por tanto hay muchas, muchas, personas que resultaron heridas”, dijo a la agencia de noticias AFP Mulu Atsbaha, consejero encargado de salud infantil y materna en el gobierno regional. Este balance fue elaborado con información recogida por “dirigentes locales y la población de Togoga”, precisó.

Hasta esta jornada todavía se rescataban cuerpos de entre los escombros dejados por el bombardeo, que tuvo lugar el martes, mientras que docenas de sobrevivientes seguían llegando a los hospitales regionales, dijo una fuente médica. Entre las víctimas hay numerosos niños, y los trabajadores de salud denunciaban que las tropas gubernamentales bloquean el acceso de las ambulancias a la escena del ataque.

“Acto deplorable”

El bombardeo se enmarca en la operación militar lanzada en noviembre contra las autoridades regionales disidentes del Frente de Liberación Popular del Tigray, y que ya se ha extendido por siete meses. El portavoz del ejército etíope, el coronel Getnet Adane, reconoció el ataque, pero aseguró estaba dirigido exclusivamente contra combatientes que celebraban “lo que llaman la fiesta de los mártires”.

“No es posible que estos (rebeldes) bailen armados para celebrar el llamado Día de los Mártires y puedan al mismo tiempo llamarse civiles cuando son blanco de una operación militar. Esto es inaceptable”, afirmó. “La Fuerza Aérea etíope usa la más avanzada tecnología, por lo que realizó un ataque de precisión que resultó exitoso”, añadió el militar.

Estados Unidos y la Unión Europea criticaron el ataque en Togoga. El Departamento de Estado de EE.UU. lo calificó como “un acto deplorable”. Y agregó que “negar a las víctimas la asistencia médica que urgentemente necesitan es inaceptable”.