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Candidatos sin pueblo

December 11, 2022 - por

Candidatos sin pueblo

“Sin el pueblo, es difícil que un proyecto político pueda llegar a buen término. Una enseñanza que López Obrador tiene bien aprendida y que sus rivales difícilmente comprenderán”.


Guadalajara, Jal.

Es como un frenesí que se apodera del alma y la contamina, la enferma y finalmente la pudre.

Es una inocultable altivez y un apetito desordenado de ser preferido a otros. Es la singular satisfacción y envanecimiento por la contemplación de las propias prendas, con menosprecio de las virtudes y bondades de los demás.

Es esa delirante pretensión de suponerse y asumirse como la más confiable esperanza de un mundo ansioso de ser iluminado por el último rayito de luz.

Es el pecado favorito del diablo: la soberbia, la más extendida calamidad de los tiempos modernos, que con singular arrebato extravía las almas de los políticos, de esos poderosos circunstanciales, que presumen servir al pueblo y se aferran con ferocidad a las nóminas oficiales, aun cuando eso signifique sacrificar la más elemental dignidad y las más delicadas esperanzas.

El fariseísmo político alimenta las vanidades de los pobres de espíritu, de las levedades que hacen naufragar a quienes buscan con desenfreno el poder, al que llegan por el camino de las intrigas y el engaño.

De buenos propósitos está empedrado el camino al infierno. Las buenas intenciones no tienen significado alguno si no están respaldadas por la firmeza de un corazón comprometido con la verdad, la justicia y una superior veneración por su cumplimiento en favor de quienes más requieren de su protección y abrigo, sin importan origen o fortuna.

Porque muy frágiles son el poder y la justicia cuando se confían a personas que carecen de la convicción y el vigor de un ánimo bien templado, que los preserve, cultive y fortalezca en favor del pueblo.

Alejados del pueblo, la mayoría de los presuntos aspirantes a la candidatura presidencial, desde la oposición, carecen de la presencia y el brío que se requiere para una cabalgata que ya empezó rumbo a los comicios de junio del 2024.

En la recta final, lucen como famélicos jamelgos de la política, no marcan el paso con suficiente firmeza y brío, como para emocionar a la concurrencia.

La gran fragilidad de la alianza opositora PAN-PRI-PRD radica en la levedad del ser de quienes podrían representarla. Son ilustrativos el 11 por ciento de aprobación de Ricardo Anaya Cortés; el seis por ciento de Alfredo del Mazo Maza; el cinco por ciento de Margarita Zavala y un porcentaje similar de Santiago Creel Miranda, reflejados en la instantánea que presenta la más reciente encuesta de Grupo Reforma, publicada el pasado miércoles 7 de diciembre del 2022.

Fuera de los potenciales candidatos de esa alianza opositora, todavía por un carril libre, se ubica con 37 por ciento de aceptación entre los militantes de su partido, el bisoño Alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas, quien encabeza a los presuntos presidenciables en el seno de Movimiento Ciudadano, abrigado por la conmiseración y la sensibilidad de la gente, mientras que muy lejos con el ocho por ciento está el Gobernador de Nuevo León, Samuel García Sepúlveda y con el seis por ciento, el mandatario de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez.

En el espacio de los extravíos, de las vanidades y la soberbia, transitan personajes como el Senador morenista Ricardo Monreal Ávila, el Gobernador Alfaro Ramírez y en otro nivel, irrumpe víctima de su insoportable levedad, el Alcalde emecista de Guadalajara, Pablo Lemus Navarro, quien en alas de una vana ilusión pretende imponerse en Jalisco como el único e insustituible candidato de Movimiento Ciudadano a la Gubernatura.

En su imaginario capital de presuntas cualidades les falta sólo una, la más importante, el reconocimiento y arropamiento del pueblo.

Morena, en la referida encuesta de Grupo Reforma, tiene 48 por ciento de respaldo; el PAN, el 20 por ciento y el PRI, 19 por ciento.

En la fotografía instantánea que con fecha del jueves 24 de noviembre del 2022 ofrece la consultora regiomontana Massive Caller, la coalición opositora tiene como líder a Ricardo Anaya Cortés, con 25.6 por ciento; Luis Donaldo Colosio Riojas, con esa franquicia, marcaría 18.9 por ciento, frente al 36.6 por ciento de Claudia Sheinbaum y el 33.5 por ciento de Marcelo Ebrard.

Y por partidos, según Massive Caller, Morena y sus aliados tendrían el 47.6 por ciento, por 32.5 por ciento de la alianza opositora encabezada por el PAN.

Sin el pueblo, será muy difícil que alguno de esos famélicos precandidatos pueda ganar la carrera, salvo que en algún momento les atrapara un intempestivo soplo de lucidez y generosidad que les comprometiera con la gente más pobre y más desvalida, la que es, al mismo tiempo la más despreciada y abandonada.

Podrían aprovechar los consejos expresados en el tratado de política por excelencia, El Príncipe, publicado en 1513 (siglo XVI) por el filósofo y diplomático florentino Nicolás Maquiavelo (1469-1527).

En el Capítulo IX, denominado “Del principado civil”, se refiere al pueblo y a los nobles, selecta cofradía esta última, que trasladada a la actualidad podría estar representada por una oligarquía rapaz, por poderes fácticos que han explotado los bienes públicos y capitalizado los privilegios, al amparo de sus complicidades con políticos corruptos, que han usufructuado la riqueza en beneficio de unos cuantos.

Dice Nicolás Maquiavélico: “Un príncipe jamás podrá dominar a un pueblo cuando lo tenga por enemigo, porque son muchos los que lo forman; a los nobles, como se trata de pocos, le será fácil”.

Agrega: “Lo peor que un príncipe puede esperar de un pueblo que no lo ame es el ser abandonado por él”.

Reitera el filósofo florentino: “El que llegue a príncipe mediante el favor del pueblo debe esforzarse en conservar su afecto, cosa fácil, pues el pueblo sólo pide no ser oprimido. Pero el que se convierta en príncipe por el favor de los nobles y contra el pueblo procederá bien si se empeña ante todo en conquistarlo, lo que sólo le será fácil si lo toma bajo su protección”.

Concluye el capítulo de esta manera: “Y dado que los hombres se sienten más agradecidos cuando reciben bien de quien sólo esperaban mal, se somete el pueblo más a su bienhechor que si lo hubiese conducido al principado por su voluntad. Insistiré tan sólo en que un príncipe necesita contar con la amistad del pueblo, pues de lo contrario no tiene remedio en la adversidad”.

¿Dónde están los que se alejaron del pueblo, los que en los recientes años naufragaron en las turbias aguas de la frivolidad, los abusos y el desenfreno?

Sin el pueblo, es difícil que un proyecto político pueda llegar a buen término. Una enseñanza que López Obrador tiene bien aprendida y que sus rivales difícilmente comprenderán.

Pedro Mellado Rodríguez
Periodista que durante más de cuatro décadas ha sido un acucioso y crítico observador de la vida pública en el país. Ha cubierto todas las fuentes informativas y ha desempeñado todas las responsabilidades posibles en medios de comunicación. Su columna Puntos y Contrapuntos se ha publicado desde hace más de tres décadas, en periódicos como El Occidental, Siglo 21 y Mural, en Guadalajara, Jalisco. Es profesor de periodismo en el ITESO, la Universidad jesuita de Guadalajara.