SAN FRANCISCO

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades en Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) confirmaron el primer caso de un posible contagio de nuevo coronavirus de persona a persona entre el público general.

Las autoridades federales de salud dijeron que se trata de un residente del condado de Solano, en el norte de la Bahía de San Francisco, que actualmente recibe atención médica en un hospital de Sacramento. Los CDC recalcaron que la persona infectada “no ha estado expuesta al virus a través de viajes recientes ni por contacto prolongado con otro individuo contagiado”.

Aunque el anuncio puede despertar temores entre la comunidad por el posible inicio de un brote generalizado, el Departamento de Salud de California indicó que el riesgo de una propagación masiva entre las comunidades se mantiene bajo.

“Mantener a los californianos seguros y saludables es nuestra prioridad número uno. Esperábamos que un caso de este tipo se diera en los Estados Unidos, y dadas nuestros lazos familiares, sociales y económicos con China, no nos sorprende que el primero contagio (entre la comunidad) se diera en California”, explicó Sonia Angell, directora de la agencia de salud estatal.

El quinceavo caso registrado en Estados Unidos es el primero que se da de persona a persona en la población general, es decir, que el infectado no viajó a la zona del epicentro del coronavirus ni estuvo en contacto directo con una persona portadora del COVID-19.

En  febrero, las autoridades de salud de California solicitaron a unas 7,600 personas que regresaron de China durante el brote de nuevo coronavirus, que se sometierana una cuarentena domiciliaria mientras continúan los esfuerzos para frenar la propagación del COVID-19 en el estado.

A los pasajeros que regresaron a los Estados Unidos a partir del 2 de febrero se les pidió monitorear su estado de salud de manera constante, permanecer en casa y limitar sus interacciones con otras personas, según informó el Departamento de Salud Pública de California a través de un comunicado.

La cifra excluye a los residentes que visitaron la provincia china de Hubei y la ciudad de Wuhan, donde se originó el brote del nuevo coronavirus. En su lugar, los estadounidenses que estuvieron en la zona del epicentro han sido evacuados en distintos vuelos operados por el Departamento de Justicia y posteriormente sometidos a una cuarentena de dos semanas en bases militares de California y otros estados.

Desde que comenzó el brote de COVID-19, el gobierno de Estados Unidos está desviando los vuelos procedentes de China a 11 aeropuertos del país, incluido el de San Francisco, para asegurarse que los pasajeros son sometidos a las revisiones y tratamientos médicos necesarios.

Hasta el momento al menos 60 estadounidenses han arrojado positivos a las pruebas del nuevo coronavirus, incluyendo 42 que regresaron al país tras permanecer aislados en el crucero Diamond Princess en las aguas de Japón, de acuerdo con los datos más recientes de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). De esos pasajeros, por lo menos tres están siendo atendidos en hospitales de los condados de Napa, Sonoma y Contra Costa.

El Departamento de Salud de California confirmó que hasta el momento 11 personas en el estado se han infectado con el COVID-19, la gran mayoría tras viajar a la ciudad de Wuhan. Dos de los contagios se han producido de persona a persona. Por ahora los casos por condado en el estado son los siguientes: 1 en Solano, 1 en Humboldt, 1 en Sacramento, 2 en San Benito, 2 en San Diego, 2 en Santa Clara, 1 en Orange y 1 en Los Ángeles.

Como protocolo obligado, en todos los contagios los funcionarios estales de salud pública están trabajando para identificar a las personas que pudieron haber “tenido un contacto personal cercano con estas personas, incluidos amigos, familiares o profesionales de la salud, para vigilarlos en busca de signos y síntomas de enfermedad y tomar medidas para prevenir la propagación del virus”, dijeron las autoridades estatales de salud en un comunicado.

Más de una decena de laboratorios en todo el estado ya cuentan con la capacidad de hacer pruebas para detectar el nuevo coronavirus, lo que promete agilizar la obtención de resultados y someter a los posibles contagiados a los tratamientos médicos que necesitan.

El Departamento de Salud Pública estatal dijo que en total 16 instalaciones han sido habilitadas para detectar la nueva cepa 2019-nCov que originó el brote en la ciudad china de Wuhan y que hasta el momento ha cobrado la vida de miles.

Uno de los laboratorios, el Viral and Rickettsial Disease Laboratory (VRDL), está ubicado en Richmond, en el este de la Bahía, y también está equipado para detectar enfermedades como la hepatitis A, norovirus, sarampión, paperas, influenza y mielitis fácida agua. Cabe destacar que 5 de los casos de nuevo coronavirus detectados en California se encuentran en la Bahía de San Francisco.

“Estos laboratorios servirán como apoyo a los departamentos de salud locales y a los proveedores de cobertura médica que están trabajando para salvaguardar la salud de todos los californianos. Realizar estas pruebas en California significará obtener los resultados más rápido y mejorar la atención médica de las personas que puedan estar contagiadas”, explicó Sonia Angell, directora del Departamento de Salud.

Actualmente las muestras de posibles infectados en todo Estados Unidos están siendo enviadas a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) y tener los resultados de vuelta puede tomar hasta 7 días, tiempo que puede resultar crítico para iniciar los tratamientos paliativos contra el nuevo coronavirus.

Los funcionarios de salud esperan que los 16 laboratorios de California pueden tener listos los resultados de sus pruebas en un máximo de dos días, y anticiparon que el primero de ellos comenzará a operar para este motivo a partir del 12 de febrero, mientras que el resto de ellos lo harán en un periodo de dos semanas.