Monterrey, N.L. 

Las declaraciones en el juicio que se lleva a cabo contra Genaro García Luna en Nueva York, por parte de Héctor Javier Villarreal, quién fuera Tesorero del ex gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, y hombre de las confianzas del mismo sobre el proceso de alta corrupción en los manejos de los dineros del Pueblo en ese estado, así como, de la serie de relaciones que se tejieron con Texas, con el periódico El Universal y García Luna, en el gobierno del entonces Presidente Felipe Calderón y, la lucha para llevar a final de cuentas a Enrique Peña Nieto, a la presidencia de la República, todo ello empieza a poner en claro, la situación  que guardaba el “Narco Estado”  imperante en el país y las consecuencia políticas económicas Neoliberales en México y los Estados Unidos por la industria y comercio de las drogas.

La llegada del gobierno de la Cuarta Transformación (4T), va permitiendo, en su avance económico y del despertar de conciencias que se va logrando en el Noreste mexicano, sacar a flote las razones de ser de las relaciones económicas, políticas, sociales y culturales sobre el verdadero camino entre México y Estados Unidos, de ida y vuelta, que impulsaron las actividades del Narcotráfico; un proceso que no es posible su existencia, sin un Estado Federal y gobiernos estatales sometidos a tales designios del poder de esa mega industria y sus consecuencias por la producción y la demanda de drogas del mercado estadounidense, realidad que también, afectó severamente a la sociedad norteamericana y su Estado.

El juicio a Genaro García Luna, es la punta del iceberg que irá destapando a final de cuentas, la maldad institucional -en un principio- de parte de la administración Nixon y su secretario Kissinger, para romper el proceso de acumulación de capital sobre bases reales de valorización y entrar de lleno a la industria del Narco y su correlato de economía ficción, ya que su objetivo era quedarse con una tercera parte del salario de los trabajadores de la Unión Americana, al convertirlos en consumidores de drogas y sobre ello, pivotear un conjunto de industrias donde las armas fueron parte de ese trastocamiento de una economía que venía operando sobre la base del capital productivo y su Estado Benefactor.

Humberto Moreira. 

La llegada del Neoliberalismo económico,  perdió la idea del Bien Común por alcanzar y salvaguardar en una sociedad moderna y, se pasó a la mezquindad, al individualismo atroz y todo esto, condujo a un proceso de corrupción e impunidad sin miramiento alguno; pudriendo instituciones, procesos formativos de las nuevas generaciones y propiciando y justificando la razón de ser del saqueo más despiadado de los bienes colectivos de la nación, no digamos los bolsillos de los ciudadanos, llevando todo a un  incremento y concentración de la riqueza jamás visto y en muy pocas manos. La pobreza se generalizó y la destrucción de los recursos naturales y sus ecosistemas se destruyeron estrepitosamente. Basta ver las calles de las grandes metrópolis norteamericanas para entender el grado de pobreza que se vive y basta ver la alteración de los ciclos del agua para tener una idea de la dimensión del problema en cuanto la calidad del vital líquido que se consume en ese país, no hablemos del aire que se respira, la comida que se consume, etcétera.

Los Estados Unidos de América no podrán dar un giro en su vida económica, en lo acordado en el T-MEC y marchar hacia una sociedad de Bienestar, si no detiene el proceso de intoxicación por las drogas que se ha venido desarrollando desde mediados del siglo pasado; no se puede pasar a una fase productiva de su economía, si no liquida esa peste que es el Narco y se lleva a cabo un verdadero proceso de reactivación del Estado Benefactor, que, el “Estado de la mezquindad”, el “Estado Neoliberal” destruyó. Y ese es el proceso que ya se echó a andar y del cual el presidente Biden acaba de inaugurar en su reciente discurso en el Congreso y respectiva presentación de Programas Económicos y Sociales, que en conjunto, el partido Demócrata con los legisladores Republicanos, irán estableciendo. Esto último va muy en serio y donde México va poniendo lo suyo en la guerra contra el Narco con una verdadera revolución económica y de conciencias, expresada en el proceder del gobierno de la 4T que va permitiendo eliminar las condiciones materiales que generaron el desarrollo de las conductas nocivas y antisociales y gestaron el imperio de la “Lana del Narco”.

Las declaraciones de Javier Villareal

Las declaraciones de Héctor Javier Villarreal en el juicio que se sigue a García Luna, sobre la corrupción del gobierno de Humberto Moreira y del PRI coahuilense y a nivel nacional  y demás vínculos que todo ello implicó, es, para la actual realidad electoral que se vive en estos momentos en Coahuila, un golpe casi mortal al Moreirato, un golpe de efecto dominó a las fichas de los Moreira ante el descrédito que ya de por sí es tremendo y esto, más que beneficiar a Morena y a un títere-candidato de los Moreiras, como lo es Armando Guadiana, en esa entidad, esas declaraciones de Villarreal son una certificación contundente de que lo dicho en los últimos meses y en el desarrollo de su campaña por Ricardo Mejía del Partido del Trabajo, es toda un realidad.

Así, lo que parecía imposible de levantar para que la 4T triunfe en Coahuila, con la candidatura de Ricardo Mejía del Partido del Trabajo, hoy, gracias a lo dicho por Javier Villarreal contra los Moreira, en el mencionado juicio a García Luna en Nueva York, se ha incendiado la pradera coahuilense y, el moreirato está ya siendo consumido por las llamas que han desatado esas declaraciones y, obviamente, las acciones de la Revolución de las Conciencias ¡Venceremos!