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Condena la Arquidiócesis de México un sistema migratorio fallido

July 7, 2019 - por

Condena la Arquidiócesis de México un sistema migratorio fallido

La “trágica” muerte de un padre migrante y su hija al intentar cruzar el Río Bravo, el pasado 24 de junio, “es consecuencia innegable de un sistema migratorio fallido, cuya inflexibilidad lleva cada vez a más hermanos a decidir entre su futuro o su vida”, afirmó la Arquidiócesis. Foto Julia le Duc

Ciudad de México.

 La “trágica” muerte de un padre migrante y su hija al intentar cruzar el Río Bravo, el pasado 24 de junio, “es consecuencia innegable de un sistema migratorio fallido, cuya inflexibilidad lleva cada vez a más hermanos a decidir entre su futuro o su vida”, afirmó la Arquidiócesis de México que encabeza el cardenal Carlos Aguiar Retes.

En la editorial que publica hoy en el semanario Desde la Fe, expuso que “la Iglesia –tanto en Estados Unidos como en México– ha señalado con claridad que cada uno de los hermanos que fallecen en su intento por alcanzar el llamado ‘sueño americano’, clama justicia al cielo, pero también soluciones humanas para todos aquellos que tienen el legítimo deseo de lograr mejores condiciones de vida”.

Destacó que México “vive una realidad sin precedentes”. Retomó cifras del Instituto Nacional de Migración (INM) para señalar que tan solo en los primeros seis meses de este año el flujo de personas migrantes ya supera en 232 por ciento a los números registrados durante todo el 2018, “y unos 360 mil indocumentados se encuentran dispersos en suelo nacional o ya ingresaron a los Estados Unidos”.

La iglesia en la capital del país reiteró que el sistema migratorio nacional y estadunidense “nos hablan de un fracaso, pero también de la necesidad urgente de atender las causas profundas de esta crisis migratoria, pues la única ‘barrera’ que podría detener el flujo de migrantes es el desarrollo económico, político, cultural y social en sus países de origen”.

Añadió que “ve con preocupación el hacinamiento que está ocurriendo en las fronteras sur y norte de México”. Reconoció que “algunas diócesis están sobrepasadas por la cantidad de migrantes que transitan por su territorio, con problemas de agotamiento, deshidratación, heridos o ultrajados por el crimen organizado y en ocasiones por las mismas autoridades migratorias; sin embargo, se sigue brindando auxilio a los hermanos, de manera cada vez más organizada”.

La arquidiócesis expuso que ante este drama “corresponde a las autoridades mexicanas mayores esfuerzos en la atención de los migrantes y continuar promoviendo el diálogo y la negociación transparente en las relaciones bilaterales, sin caer en el chantaje o la amenaza.

“Y a las autoridades norteamericanas, impulsar el trabajo conjunto con los gobiernos del Triángulo Norte y el gobierno de México para erradicar la violencia y mejorar las economías locales desde las cuales la gente se ve obligada a emigrar”.

A los ciudadanos, especialmente a los cristianos, pidió que erradiquen “la xenofobia, reconocer y ayudar, no con acciones simplistas, a las familias que huyen de la violencia, de la persecución y de la pobreza extrema y que, lo mínimo que esperan en nuestro país, es ser tratadas con compasión y amor, pero sobre todo con dignidad”.