Nueva York.

Generales y almirantes retirados -algunos entre los más reconocidos del país- han repudiado al comandante en jefe y sus políticas, mientras más diplomáticos critican el manejo de relaciones exteriores para los intereses políticos y empresariales personales del presidente, mientras que Donald Trump califica a todos sus detractores como anti-patriotas.

Después de que el almirante retirado William McRaven, ex comandante de Operaciones Especiales, escribió el jueves que la república estadunidense estaba bajo ataque de su propio presidente, el general retirado James Mattis, ex secretario de Defensa de Trump, expresó su desprecio por su ex jefe, burlándose de como el presidente evadió hacer su servicio militar y, en referencia a que el mandatario lo insultó declarando que era “un general sobre-estimado”, dijo que “soy el Meryl Streep de los generales”, al recordar que el presidente también había llamado a la gran actriz “sobre-estimada”.

Al mismo tiempo, otros tres generales retirados y figuras ampliamente reconocidas, expresaron sus críticas de la decisión de Trump de abandonar a los kurdos y permitir la intervención militar de Turquía en Siria, entre otras cosas.

Junto con ellos, también crece el número de veteranos diplomáticos que no solo han acudido ante el Congreso para testificar sobre la controversia en Ucrania donde Trump presionó a ese gobierno a interferir en la elección presidencial de 2020 al investigar a uno de sus principales rivales -con lo cual se detonó el proceso de impeachment en curso- sino ahora sobre otros aspectos de su gobierno que están dañando las relaciones con aliados y otros.

Bill Burns, presidente del Carnegie Endowment y ex diplomático con enorme prestigio entre el cuerpo diplomático, escribió esta semana que “nunca he visto un ataque sobre la diplomacia tan dañino (…) como el que esta en curso” por esta Casa Blanca.

De hecho, fue el reciente giro de política con Siria que ha creado nuevas fracciones dentro del Partido Republicano. El líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, denunció en un artículo de opinión publicado este viernes en el Washington Post que el retiro de tropas del norte de Siria es “un grave error estratégico” que pone en riesgo la seguridad nacional y debilitará las alianzas internacionales.

Otros de sus colegas se han sumado a esta crítica inusual al presidente, llevando a algunos estrategas republicanos a preocuparse por las implicaciones de esta disidencia justo cuando se acelera el proceso de impeachment.

La investigación para formular cargos para destituir al presidente continuará en la Cámara de Representantes la próxima semana con por lo menos 5 funcionarios citados a comparecer, incluyendo al actual embajador en Ucrania.

Trump, una vez más, utilizó un mitin electoral en Texas para acusar a sus detractores de actos contra Estados Unidos. Dijo que la presidenta de la cámara baja y la demócrata más poderosa, Nancy Pelosi, “una loca”, acusó que los demócratas desean “derrocar” los resultados de la elección de 20126, y que “ya no creo más que aman a nuestro país”. Quien está bajo proceso de impeachment por posibles delitos para minar el proceso democrático declaro en su discurso ante sus fanáticos que “en esta lucha está en juego la sobrevivencia de la propia democracia estadunidense”.