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Cunden las protestas en Peú y el gobierno contempla decretar estado de excepción nacional

December 13, 2022 - por

Cunden las protestas en Peú y el gobierno contempla decretar estado de excepción nacional

Manifestantes bloquean la carretera Panamericana en Ica, en el sur de Paerú, en demanda de elecciones anticipadas y la disolución del Congreso tras la destitución del presidente Pedro Castillo. Foto Afp.

Lima.

Nada cambia de momento en Perú, la convulsión social continúa, las carreteras se mantienen cerradas y ciudades que no figuraban en el mapa de los disturbios, de las protestas y de los bloqueos comienzan a aparecer, como la norteña Chota, en el departamento de Cajamarca, del cual es oriundo el ex presidente Pedro Castillo, donde los ronderos impiden el ingreso y salida de vehículos.

En un reconocimiento tácito de la complejidad de la situación, la presidenta Dina Boluarte dijo la tarde del martes estar considerado imponer el estado de excepción en todo el país.

Cerca de las 20:30 horas, el ministro de Defensa, Alberto Otárola, comunicó que la red nacional de carreteras quedará bajo régimen de excepción para proceder a su despeje, lo mismo que los departamentos de Ica y de Arequipa -sumándose a Andahuaylas-; y que las fuerzas armadas asumirán el control y resguardo de todo aquellos considerado infraestructura estratégica, como los aeropuertos, centrales hidroeléctricas e instalaciones vitales.

“Las fuerzas armadas, en apoyo a la policía nacional, podrán tomar el control del orden interno”, dijo, agregando que “no son más de 8 mil los que están causando los disturbios”.

Según el ministro, lo que ocurre en Perú es “una asonada atizada por profesionales”.

Ahora se verá cuánta posibilidad cierta tiene el gobierno de hacer valer decisiones como estas, que además al implicar sacar a los militares a las calles, puede tener secuelas impredecibles.

En Abancay, por ejemplo, donde se supone que el estado de excepción rige, las marchas continúan.

Las cosas parecen estar muy fuera de control: en las regiones de Piura y Amazonas, la concesionaria vial alertó que hay cortes en cuatro puntos de las carreteras a su cargo. En la ciudad de Huancavelica, 400 kilómetros al sureste de Lima, incendiaron las dependencias de la Dirección Regional de Transportes. Y en el Cusco, 500 kilómetros al este de la capital peruana, donde ya se habían apoderado del aeropuerto, se tomaron la planta de gas natural de Camisea, uno de los yacimientos más grandes de Sudamérica que produce 45 millones de metros cúbicos diariamente. Y así suma y sigue.

Este martes, a Castillo la justicia peruana le negó una apelación y ratificó que deberá seguir detenido al menos hasta el mediodía del miércoles, cuando vence la orden de detención preventiva.

“Jamás renunciaré y abandonaré esta causa popular que me ha traído acá. Desde acá quisiera exhortar a las fuerzas armadas y la policía nacional que depongan las armas y dejen de matar a este pueblo sediento de justicia”, dijo Castillo en su primera declaración desde su destitución y detención hace una semana.

Intentando reaccionar

“Hoy día vamos a utilizar perdigones de goma debido al nivel de violencia”, declaró temprano el jefe policial de la región de Lima, general Víctor Zanabria Angulo, mientras sus efectivos copaban la céntrica Plaza San Martín.

La amenaza o advertencia, como quiera leerse, tiene que ver con que conforme pasan los días, el centro histórico de la capital va siendo ocupado por manifestantes, cuyo punto de concentración es esa plaza, donde cabildean sin liderazgos reconocidos y desde la cual se desplazan a diferentes puntos a protestar.

Anteayer, el gran monumento ecuestre instalado en el centro de aquella, que homenajea al libertador argentino José de San Martín, fue vandalizado con rayados por sus cuatro costados: “Dina asesina, Congreso asesino”, “Castillo libertad”, “Asamblea Popular Constituyente” y “Cierren el Congreso”, se leía. El martes por la mañana, toda la base de la estatua había sido cubierta con tela que impedía leer las consignas.

El general Zanabria, para justificar su anuncio, explicó que el lunes hubo 32 agentes heridos en la capital.

“Nosotros tenemos en la titularidad del uso de la fuerza, por delegación del Estado, tenemos todas las normas con los estándares internacionales aprobados y hoy día vamos a elevar el nivel de respuesta al utilizar perdigones de goma dado el nivel de violencia y afectación a la integridad que tiene”, dijo.

Según él, serían 5 mil policías a fin de garantizar la seguridad de vecinos, comerciantes y público en general.

Pero la tarde del martes, varios centenares de ciudadanos habían regresado a las inmediaciones y marchaban sucesivamente alrededor de la plaza.

Clara, una mujer humilde era una de ellas y explicaba el por qué.

“Soy de provincia pero radico en Lima. He votado por Pedro Castillo y estoy a su favor porque me gusta la verdad y esta clase política, desde el día uno -es más, desde que entró a la segunda vuelta-, lo único que han hecho es inventarle cosas. No creo ningún tipo de acusación, no muestran pruebas fehacientes. Yo espero que salga esta traidora que es Dina Boluarte, que es una tapadera (encubridora) para esta olla de grillos que son los congresistas y toda la clase política, que se creen dueños del país, porque ella no representa a la presidencia, él único presidente es Castillo, nosotros el pueblo lo elegimos”, explicó.

Un máximo de 48 horas

Patricia del Río, periodista y analista de actualidad, cree firmemente que los plazos se agotan para Boluarte.

“En más de 20 años no había visto nunca que no hubiera un sólo interlocutor válido, una figura de autoridad o referente para poner un poco de calma. Los politólogos y analistas con los que converso, casi echan mano a la Iglesia Católica como posible intermediario porque no se ve por dónde, ni en el ejecutivo ni en el Congreso; tal vez los gobiernos regionales podrían armar una coalición, son las que están más cerca de las personas”, dice a La Jornada.

Estima que aquella ha cometido sucesivos errores desde que asumió, el miércoles de la semana pasada.

“Su premier no es la persona apropiada para el cargo, su discurso es equivocado, no tiene muñeca política; y si tienes un país incendiado porque la gente quiere que cierren el Congreso, y el primer ministro y los de Defensa y del Interior se van al Congreso y se quedan horas ahí, eso es justo lo que la población no quiere ver”, dice.

Del Río observa también que, en el fondo de la crisis, yace el histórico e irresoluto conflicto entre la capital centralista y el Perú rural.

“Conozco mi país y esto puede terminar muy mal, la gente está muy molesta, este es un enfrentamiento que se viene azuzando desde hace mucho tiempo entre regiones y Lima. Boluarte y sus ministros han abrazado el discurso de Lima, la mirada de Lima con lo que han hecho. La gente sabía que Castillo era corrupto, pero era la “pica en Flandes” que cierto Perú puso en el poder, entonces están furiosos no porque crean que Castillo es inocente o no hizo golpe, sino porque no quieren perder este espacio, con justa razón, que se les negó por siglos y que cuando lo ganaron democráticamente también se pretendió negarles con un invento de fraude”.

¿Cuál es su pronóstico inmediato?

“Si en las próximas 48 horas no surge de uno y otro lado, sobre todo del gobierno, una persona capaz de al menos lograr una tregua, esto deja de ser una revuelta y se convierte en una asonada. Si hay más muertes y no surge una figura convocante que pasa por un cambio de premier, no le veo ningún futuro a que esto se resuelva ni remotamente”.