Monterrey, N.L.

Es increíble como todo, pero todo, está relacionado. Como cumpliendo una “teoría de la unificación”. Pero si les dijera que desde la “corrección” gramatical que quiso hacer Carlos Loret, hasta el empecinamiento de Emmanuel Macron en imponer una “reforma” pensionaria, van de la mano, seguro se van a preguntar que se “fumó” aquí, su servidor. Así que mejor me explicó.
Loret hizo aspavientos donde no los había, por salir publicado en los nuevos libros de texto conjugaciones arcaicas del español medieval, tales como “dijistes” o “vinistes”. Obvio, si hubiera preguntado, le habrían dado la siguiente respuesta:
“Hay dos formas básicas de entender lo que pasa en una lengua. Se puede hacer desde una postura en la que se conciba que hay maneras correctas o incorrectas de comunicarse. A esto se le llama postura prescriptivista (prescribe cómo usar la lengua). Sin embargo, cualquier lengua tiene múltiples variantes históricas, sociales y culturales. Entre más personas la usan, esas variantes se amplían. Por ello, en la actualidad se asume una postura descriptiva sobre la lengua”, se puede leer la versión del libro de acuerdo con la consulta realizada por Aristegui Noticias.
La pronunciación de la “s” al final de algunas palabras en español puede variar en función de la región geográfica y el dialecto, como en España donde es común pronunciar la “s” al final de algunas palabras, mientras que, en algunos países de América Latina, es más común omitirla, pero en ambos casos es correcto su uso.” (sic) [Enlace: Aristegui noticias, publicado el 27 de marzo de 2023, https://www.rioaxaca.com/2023/03/27/amlo-justifica-que-sep-incorpore-en-libros-de-texto-gratuitos-palabras-como-dijistes/
Ayer también, hicieron mofa del ministro Javier Laynez Potisek, ese que está saboteando el “Plan B” de la reforma electoral violentando la Constitución; debido a su parecido con un “estrambótico” músico, que se hace llamar a sí mismo “su imperial majestad, Silverio”. Y se autodescribe como un “músico electrónico primitivo” (sic).
Que podamos decir que el ministro Laynez es un “abogado primitivo”, creo que también sería apropiado. Pero lo que me llamó la atención fue que, además de la semejanza física de tanto el ministro como el músico, éste último se haga nombrar en base a un título muy utilizado sobre todo en la Edad Media (aunque provenga de la degeneración de la República romana, al transformarse en un imperio).
Y comento que me llamó la atención debido a que un amigo me pidió que pusiera atención en un libro: “LA HERENCIA MEDIEVAL DE MÉXICO”, de Luis Weckmann:
“En ‘La herencia medieval de México’ el autor analiza el período que comienza en 1517 -con la expedición de Hernández de Córdoba- y llega hasta mediados del siglo XVII, para describir cómo los exploradores, administradores, jueces y misioneros INTRODUJERON EN EL NUEVO MUNDO UNA CULTURA QUE ERA ESENCIALMENTE MEDIEVAL. Esta cultura representa en algunos aspectos un florecimiento de los ideales y las instituciones de la Europa medieval, en un momento en que el Viejo Mundo padecía los trastornos religiosos, políticos y culturales que señalaron el advenimiento del período moderno.” (sic) [Enlace: https://fce.com.ar/tienda/historia/la-herencia-medieval-de-mexico/
Me escribe mi amigo diciéndome que, entre las páginas 502 y 506 de dicha obra, se hallan palabras que provienen del español medieval que aún se utilizan en México, como “artimaña” o “descorazonarse”, por poner dos ejemplos. Pero también viene el utilizar la “s” en algunas conjugaciones:
“En el aspecto morfosintáctico se registra un número más reducido de formas arcaizantes. He aquí algunos ejemplos: la adición (por analogía), de una “-s” al final a la segunda persona del singular pretérito de indicativo, como en “dijistes”, “comistes”, “hicistes”, “venistes”; la persistencia de formas verbales desaparecidas: “venimos”, “haiga” y “semos” …y otras”. (sic e ibidem).
Yo sólo me quedé pensando en algo que tienen en común los oposicionistas, y cualquiera que apoyé al neoliberalismo actualmente: que serán muy “pulcros” en aplicar un lenguaje moderno. Pero en lo político, siguen actuando como “señores de horca y chuchillo”. Al más puro estilo medieval.
Y, aunque no se hagan llamar “sus imperiales majestades”, pues; actúan como tales. Sobre todo, al no escuchar al pueblo, o al defender a la oligarquía, de la cual se sienten o son parte.
Porque si alguien me dice que tanto Loret, como Laynez, y hasta Macron, solo por nombrar a algunos dentro y fuera del país, no se perciben a si mismos como parte de una “elite” de la cual no tienen que dar cuentas al “populacho”, diría que están mintiendo. Pero si me dicen que dicha “elite” solo espera que el “populacho” acepte lo que ellos hacen, que van desde desinformar y tergiversar la ley para no perder su nivel de vida; hasta imponer medidas que degradan el nivel de vida de la mayoría, pues: ahí sí, tendría que estar de acuerdo.
Porque se pueden decir “demócratas”, y “argumentar” que lo que están haciendo lo hacen “para defender la democracia”. Pero, en la realidad, solo se percibe que actúan como autócratas, que ven solo por sus intereses, y no por el bien común.
Y no solo es Francia la que está convulsionando por no ser escuchado el pueblo por un líder “democrático”: en Inglaterra y en España, hay huelgas del personal de salud. En Inglaterra exigiendo mejores salarios. En España, para evitar que se privatice la salud.
Hay huelgas de transportistas en Alemania, igual, debido a que la inflación les está “consumiendo” su salario. Y, en Francia, se habla que este pasado 23 de marzo hubo lo siguiente:
“3.5 millones de personas se movilizaron en toda Francia y 800.000 solo en París según los sindicatos. Se trata de una cifra récord de manifestantes desde que comenzó el movimiento de lucha contra la reforma jubilatoria en enero.” (sic) [Enlace: LA IZQUIERDA DIARIO, a 23 de marzo de 2023, https://www.laizquierdadiario.mx/DIRECTO-Huelgas-piquetes-y-manifestaciones-masivas-una-jornada-decisiva-contra-Macron
Pero no olvidemos que el liberalismo, y ahora su descendiente, el neoliberalismo, nunca fueron “democráticos”. Tanto en el pasado, como en el presente, solo IMPERA lo que dicen los potentados de dichos sistemas, ya sean empresarios, ya sean sus títeres en el gobierno o en los medios de “información”. Y por “títeres en el gobierno”, se sobreentiende los 3 poderes: ejecutivo, legislativo y el más pernicioso judicial.
Por eso, llegué a la conclusión que México no es el único país que tiene una “herencia medieval”. Lo anterior es aplicable a prácticamente todo el “mundo libre”, donde los señores feudales actuales nos hacen ver que, por el sencillo hecho de poder votar por empleados de dichos señores que se hacen llamar “políticos”, pues, ya vivimos en una “democracia”. Nada más lejos de la realidad.
Porque si la mayoría exige algo, ya sea una reforma electoral en México, ya sea retirar una legislación esclavista en Francia, que te obliga prácticamente a “morir trabajando”; y ALGUNOS FUNCIONARIOS NO TE ESCUCHAN, pues ¿Qué diferencia existe entre dicha situación y vivir en la Edad Media?
Y si no creen lo de la reforma electoral, les recuerdo lo siguiente:
“MEXICANOS APOYAN REFORMA ELECTORAL DE AMLO, REVELA ENCUESTA… ¡DEL INE!
El INE realizó una encuesta sobre las propuestas contenidas en la reforma electoral de AMLO; los resultados fueron demoledores.
De acuerdo al sondeo, mismo al que tuvo acceso El País, 93% de los encuestados está a favor de reducir el presupuesto público que se le otorga a los partidos políticos; el 87% de los mexicanos está de acuerdo en disminuir el número de legisladores plurinominales y el 74% coincide en destinar menos dinero al INE.” (sic) [Enlace: EL FINANCIERO, publicado el 2 de noviembre de 2022, https://www.elfinanciero.com.mx/nacional/2022/11/02/mexicanos-apoyan-reforma-electoral-de-amlo-revela-encuesta-del-ine/
Pero, igual que con los franceses, y que con los españoles e ingleses, y que con muchos otros pueblos que dicen vivir en “democracias”, pues: simplemente, algunos funcionarios, no escuchan.
Y tal vez no escuchen porque continúan con una cultura medieval que no heredaron, porque nunca murió. Persistió y se camufló, pero no murió. Y tan no murió, que ahora al feudalismo lo podemos nombrar “neoliberalismo”, sin asomo de duda.
Por eso, espero que en algún momento pueda triunfar la neoilustración humanista que se busca, donde, para empezar, los funcionarios, de los 3 poderes, sí escuchen los reclamos del pueblo, y no solo el de unos cuantos “patrones”.
Y espero, también, que algunos “lacayos” modernos puedan entender que solo defienden a autócratas medievales, y no a verdaderos demócratas.