Nueva York.

El liderazgo demócrata y el régimen de Donald Trump, anunciaron por separado esta mañana en Washington que se logró llegar a un acuerdo sobre el borrador final del Tratado entre México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), una rara expresión de bipartidismo en medio de una de las confrontaciones entre ambos partos más graves de la historia con los demócratas anunciando los cargos formales que ameritan la destitución del presidente.

El acuerdo fue anunciado por la presidenta de la cámara baja -y la demócrata de mayor rango en la capital- Nancy Pelosi una hora después de que ella misma y sus colegas anunciaron los cargos formales para el impeachment de Trump. Según Pelosi, el acuerdo fue posible cuando los demócratas obtuvieron varias concesiones para modificar el acuerdo en los rubros de medidas para fortalecer normas laborales y ambientales entre otras. Fue “una victoria para los trabajadores” de Estados Unidos, afirmó.

Por su parte Trump tuiteó que el acuerdo -como todo lo que él hace- es lo máximo. “Será el mejor y más importante acuerdo comercial jamás logrado por EUA”, escribió y celebró que también pondrá fin a lo que siempre ha dicho es el peor tratado, el TLCAN.

El acuerdo aparentemente superó uno de sus obstáculos más difíciles al establecer medidas para fortalecer el ejercicio de derechos laborales en éexico, algo que era condición para obtener el apoyo de la central obrera AFL-CIO.

Un momento clave fue a fines de septiembre cuando Pelosi, en una reunión en su oficina con el canciller Marcelo Ebrard y a su subsecretario Jesús Seade, les dio un ultimátum para buscar la manera de demostrar cómo implementaría México normas laborales dentro del acuerdo, y exigiéndoles que “tienen que hacer esto”, reportó hoy Politico.

El presidente del AFL-CIO, Richard Trumka, elogió este martes el acuerdo como un gran avance con “reglas más justas” para los trabajadores. Subrayó que “por primera vez, verdaderamente habrá normas laborales ejecutables -incluyendo un proceso que permite las inspecciones de fábricas e instalaciones que no están cumpliendo con sus obligaciones”.

Según un resumen de los cambios en el nuevo borrador difundido por el representante Richard Neal, quien encabezó las negociaciones de los demócratas con la Casa Blanca sobre el acuerdo, hay cambios que se enfocan de manera unilateral en el cumplimiento de las obligaciones laborales en México, entre ellas una comisión de monitoreo de la reforma laboral mexicana, requisitos de informes al Congreso estadunidense en torno a los avances en México con ciertas metas específicas, y permitir que los agregados laborales basados en México elaboren informes sobre lo que pasa “en el terreno” en torno a estas obligaciones.

Asociaciones y organizaciones empresariales como la Cámara de Comercio de Estados Unidos también dieron la bienvenida al acuerdo. Susan Segal, directora ejecutiva del Consejo de las Americas, declaró que el tratado promoverá “la estabilidad, crecimiento y empleos” en los tres países y que su aprobación “ve hacia el futuro y muestra capacidad de hacer de América del Note la región más competitiva del mundo”.

Los cambios del TMEC -el cual ya había sido firmado por los tres países hace más de un año- serán ahora incorporados en un proyecto de ley que será sometido próximamente en ambas cámaras del Congreso para ser aprobado, y finalmente promulgado en ley por el presidente. Algunos esperan que ese voto de aprobación se lleve a cabo por lo menos en la cámara baja la próxima semana antes del receso legislativo navideño.