Monterrey, NL.

Mañana son las elecciones para consejeros del partido de MORENA en todo el país. La avalancha de “arribistas” de otros partidos sobre pasó todo lo esperado, a un punto donde es posible que veamos la debacle del partido al disolverse entre la nueva membresía la ideología que permitió que un movimiento despreciado y ninguneado, logrará llegar a las máximas alturas del poder en unos pocos años, lo cual ha sido motivo de estudio en no pocos lugares del país y del extranjero.
Sé que muchos detractores van a expresar: “Te lo dijimos. Así es la política”. Siento decirles lo siguiente:
Primero: el que un movimiento que se volvió partido, y que ese partido fuera muy exitoso, por supuesto que iba a provocar una desbandada desde los otros partidos. El problema fue que la dirigencia del mismo partido no solo lo permitiera, sino hasta lo fomente en forma descarada, a un punto donde se violan los estatutos establecidos precisamente, para proteger a ese partido.
Sabemos que lo anterior es para destruir la base de los partidos antagonistas a MORENA, y así cumplir un caro anhelo de AMLO: vengarse de esos partidos. El problema que vemos es que, en esa venganza, destruya lo que para muchos es la ÚNICA esperanza de México.
Segundo: el “te lo dijimos” lo puedo aplicar con muchos, pero muchos regiomontanos y neoleoneses que en estas últimas semanas aprendieron cultura política en forma intensiva, y muy, pero muy agresiva.
Un pueblo que se caracterizaba por ser ordenada, por no provocar “alborotos” (como me dijo un amigo), por ser cumplido y trabajador, de repente se da cuenta de que participar en forma “ordenada” en política (lo cual es un eufemismo para solo participar el día de la elección, y olvidarse el resto del tiempo); no sirvió de nada. Simplemente, porque se vieron DEFRAUDADOS por todos los niveles de gobierno, y por la clase empresarial que se supone, está conformada por “hombres de bien”.
Y todo por un conflicto para ver quien tenía el poder: si los empresarios o el presidente. Los empresarios, vía un gobierno estatal “títere” (del gobierno municipal de Monterrey no puedo hablar, porque es fecha que la Alerta Amber lo sigue buscando); buscaron hacer un golpeteo político contra el gobierno federal. Y el gobierno federal les dio cuerda, a un punto donde entraron a una encrucijada: la falta de agua. Eso provocó el desquite presidencial, evidenciando la falta de empatía de los empresarios (por no hablar de la falta de eficiencia del gobierno estatal). AMLO cumplió así otra venganza contra otro grupo antagónico.
Pero muchos se dieron cuenta de lo anterior, y lo único que provocaron fue lo impensable: la movilización callejera de la gente, en una ciudad donde las protestas de ese tipo no solo no se realizan, sino que son mal vistas por todos, absolutamente todos los estratos sociales.
Pero ante lo ocurrido en las últimas semanas, la gente se percató que cuando tienes en el poder (fáctico-económico o político-pseudopolítico) a pura gente INÚTIL, y que solo te dejan la opción de la protesta para poder lograr lo que es un DERECHO, pues ¿QUÉ CASO TIENE SALIR A VOTAR?
Lo anterior es la peor pesadilla para la oligarquía regiomontana, pero sus malos oficios hicieron que los regiomontanos se percatarán de como se sienten sus hermanos del sur, y que tuvieran que hacer lo mismo que ellos: la protesta callejera.
Lo siguiente es: ¿irán a votar por alguien en las siguientes elecciones? No lo creo. Ni siquiera por MORENA. Porque AMLO permitió que nos usarán de rehenes para darles una lección a los empresarios. Empresarios que van a tardar décadas en poder levantar esa “aura mística” que los rodeaba como “hombres de bien”, y que la gente ya confirmó que solo son unos egoístas que ven por sus negocios, pero nada más.
La gente entró en una desconfianza eterna hacia los políticos y los empresarios aquí, aunque muchos no lo quieran admitir. En la columna de LOS TUBOS de ayer, se comenta que la designación de Héctor Gutiérrez (un recalcitrante ex priista), no solo sirvió para seguir “torpedeando” al PRI, sino para poner a un operador que pueda solventar la falta de oficio del gobernador García.
Pero volvemos a lo mismo: los movimientos del gobierno hacen que muchos simpatizantes de MORENA, y no pocos militantes, también tengan una creciente desconfianza, que se puede traducir en falta de apoyo en el futuro. Porque estamos comprobando que la vía institucional no sirve para maldita sea la cosa, y que solo queda la organización y la movilización dentro de la resistencia civil, ante la falta de resultados por la vía política electoral.
Un panorama compartido casi en el extremo más radical de la izquierda, y, por consiguiente, temido por los empresarios locales. Porque el siguiente paso ante la falta de resultados, es la vía armada.
Muchos pueden decir que eso es imposible aquí en Nuevo León, pero igual, yo recuerdo cuando afirmaban que “nunca, pero nunca vamos a ver protestas aquí en el estado como las que hacen en el sur del país, porque aquí si nos ponemos a trabajar”. La realidad supero a la expectativa, y muchos se tuvieron que tragar sus palabras.
Al final, lo que hago no es tener malos deseos. Yo solo advierto ante un análisis, lo que puede ocurrir. Porque lo que padecemos, es simplemente porque alguien no se puso a analizar las consecuencias de sus actos desde un principio.
Y eso abarca desde los votantes que se dejaron influir por medios de “comunicación” que nada tienen de objetivos, hasta por “empresarios” que buscan el poder político, en lugar de generar riqueza; pero que también abarca a políticos que buscaron su provecho personal, incluyendo venganzas contra sus antagonistas. Como con nuestro presidente.
Al final, como con Fuenteovejuna, “fuimos todos”.