Washington.

La Campaña de los Pobres, la última movilización del reverendo Martin Luther King en 1968, resucitó durante los últimos 40 días con acciones de decenas de miles alrededor del país culminando este sábado con una manifestación y marcha en Washington de miles comprometidos a luchar contra la desigualdad económica, el racismo y el militarismo -el triplete de males identificados por King hace medio siglo- como también contra la devastación ecológica y ahora, por los niños inmigrantes.

Miles de líderes religiosos -cristianos, judíos, musulmanes entre otros-, sindicalistas, pacifistas, veteranos de las luchas de derechos civiles, ambientalistas, indígenas, estudiantes, y organizadores comunitarios de varias partes del país se manifestaron y marcharon en Washington no sólo para conmemorar el 50 aniversario de cuando la Campaña de los Pobres instaló una ciudad de carpas sobre el parque frente al Capitolio con miles de luchadores sociales y comunidades pobres, sino para anunciar que esto apenas es el inicio de un nuevo movimiento del siglo 21 a nombre de lograr “la justicia para todos” en este país.

Encabezados por el reverendo William Barber y la reverenda Liz Theoharis que durante un par de años han impulsado esta “reinuaguración” de este movimiento, los manifestantes declararon que su propósito es “recuperar el gobierno para el pueblo” y promover una “revolución de valores”. Barber declaró a los manifestantes, que era el principio de “un levantamiento moral a través de Estados Unidos”.

Entre otros, marcharon el reverendo Jesse Jackson -quien como uno de los asistentes de King ayudó a coordinar la acción hace 50 años semanas después del asesinato de su líder- como el actor y activista Danny Glover

“Hace 50 años, el doctor King llamó a los pobres y los desposeídos de todas las razas a unirse y actuar en conjunto -de convertirse en “una nueva e inquietante fuerza en nuestra vida nacional complaciente’. Hoy, por todo el país, esa ‘fuerza inquietante ha llegado”, declaró este sábado la reverenda Theoharis.

A lo largo de las últimas seis semanas, la Campaña ha realizado múltiples acciones de desobediencia civil en 40 capitales estatales donde más de 2 mil activistas fueron arrestados, además de innumerables foros, consultas, vigilias y más.

Los líderes de la campaña señalaron hoy la separación de niños inmigrantes de sus familias como una de las expresiones más intolerables de las políticas contra los pobres. El reverendo Jackson afirmó que “no descansaremos hasta que los niños en la frontera sean reunificados con sus familias”. En la marcha se coreaba, entre otras consignas “levántese mi gente, mis cóndores, mis águilas. Ningún ser humano jamás será ilegal” en inglés y español.

Hoy marca, afirmaron, el inicio de otra fase que busca construir un nuevo movimiento desde abajo para presionar a los políticos a nivel local, estatal y nacional para abordar los temas de la justicia económica, racial y ambiental, también revertir las políticas que se impulsan contra los pobres, los trabajadores, y los inmigrantes durante las últimas décadas en este país. Anunciaron un esfuerzo masivo para movilizar “a los 140 millones de personas pobres y de bajo ingreso para poner fin a la política violenta que los mantiene encadenados a la pobreza”.

Poors People Campaing