Monterrey, N.L.

Empecemos por algo que ya he comentado:
“En la teoría de la elección social, el Teorema de Imposibilidad de Arrow (TIA) establece que cuando se tienen tres o más alternativas para que un cierto número de personas voten por ellas (o establezcan un orden de prioridad entre ellas), no es posible diseñar un sistema de votación (o un procedimiento de elección) que permita generalizar las preferencias de los individuos hacia una “preferencia social” de toda la comunidad; de manera tal, que al mismo tiempo se cumplan ciertos criterios “razonables” de racionalidad y valores democráticos.” (sic) [Enlace: https://www.pensamientocritico.info/articulos-1/goticas-de-economia-critica/el-teorema-de-imposibilidad-de-arrow-reconsiderado-ies-el-bien-comun-una-busqueda-imposible.html]
Traducido: si las “preferencias” electorales se dividen en más de dos candidatos(as), la “preferencia social” será “diluida”, y no se verá reflejada la preferencia real de la mayoría.
Muchos olvidan que AMLO no es abogado, ni economista, ni sociólogo. Es licenciado en ciencias políticas. Por ende, maneja la política de una manera a la cual no estamos acostumbrados debido a que hemos tenido abogados, economistas y demás “fauna” como presidentes. Pero nunca, en los últimos tiempos, a un verdadero experto en política.
Y saco esto a colación por la “reprimenda” que hoy por la mañana el primer mandatario le hizo a uno de los candidatos de la “izquierda” en Coahuila, donde, sencillamente, lo desconoció. Punto. No hay otra forma de describirlo. Pero ¿por qué lo anterior?
Quienes saben sobre el asunto, siempre lo dijeron: “AMLO nos dividió”. Y no mentían. AMLO nos dividió en “conservadores” y “liberales”, en “honestos” y “deshonestos”, hasta en “fifís” y “chairos”. AMLO siempre buscó que hubiera no sólo una polarización, sino que hasta esos dos polos fueran completamente irreconciliables. ¿Por qué?
Simplemente, porque hay estudios que confirman que el “conservadurismo” es una variable hasta de herencia genética:
“¿Conservador o progresista? Depende de una variante del gen DRD4, según un estudio.
Científicos de la Universidad Nacional de Singapur ven una relación entre la mayor presencia de una variante del DRD4- determina cómo es lanzada al cerebro la dopamina- y la actitud política adoptada, especialmente entre las mujeres.” (sic) [Enlace: https://www.abc.es/ciencia/20150805/abci-genes-conservadores-progresistas-201508050958.html]
Sí, ya sé: muchos me van a acusar de “reduccionista” y “determinista”. Pero ahí están los datos. Y, si hay una base genética para la preferencia política, pues, eso les puede explicar porque hay muchos que siguen odiando el proyecto de AMLO. No digo que sea toda la explicación, pero si una variable a tomar en cuenta. Muy en cuenta.
El punto es que AMLO ha hecho hasta lo imposible para “dividirnos” precisamente, para que la preferencia política (social) real de la mayoría sea que la que predomine. Y no que la preferencia política (social) sea “atomizada” en una elección. Mucho menos, cuando ya logró que la oposición a su proyecto se quitará las máscaras, y confirmarán el amasiato en el cual siempre han vivido. Aun y cuando simulaban “competir” entre ellos.
Por eso, al ver lo que está ocurriendo en Coahuila, no me extraña que el presidente mostrará su enojo. Porque si lo comparan con lo que sucede en el EDOMEX, prácticamente se habla de solo dos candidatas. Si hay otros candidatos, ni quien los tome en cuenta.
Pero en Coahuila se habla de 3 candidatos, y dos de ellos, de la “izquierda”. Sé que, en base al teorema de Arrow, lo correcto es que uno de los dos candidatos de la izquierda decline por el otro. Pero ¿quién? Si me preguntan a mí, en base a los datos, mi sugerencia es que, Armando Guadiana, de MORENA, debe declinar por Ricardo Mejía. Porque el primero va en picada en la preferencia electoral, mientras el segundo va en ascenso. Pero un ascenso que no es suficiente para sobrepasar ni a Guadiana ni muchos menos al candidato del PRIANRD.
Solo que, si Guadiana declina por Mejía, tanto propios como extraños van a cuestionar el método de elección de los candidatos de MORENA. Y eso puede ser suficiente para “torpedear” cualquier proceso futuro, en perjuicio del movimiento.
¿Qué hay candidatos “impresentables”? Sí, es inequívoco lo anterior. Pero así es la política. Si la gente no entiende que tienes que sentarte muchas veces con gente a la que desprecias hasta con el alma, para poder llegar a acuerdos en la política, es que no sabes de política. Punto. Podrás esgrimir mil y un “argumentos”. Pero la política se trata de organizarte, sentarte a platicar para encontrar puntos de acuerdo, y pasar a la acción. El estar solo “idealizando” situaciones, es el equivalente a construir castillos en el aire.
¿Cuál es el peligro de lo anterior? Muy sencillo. Supongamos que sucede lo que la mayoría de las encuestas vaticinan, y Sheinbaum gana la encuesta para ser candidata a la presidencia por MORENA. Y supongamos que algunos de los otros dos precandidatos de MORENA, se “molestan” y corren a “caer” en los brazos de otro partido, como, por ejemplo, Movimiento Ciudadano. ¿Qué va a pasar con el voto de la izquierda?
¿Quieren hacer peor el escenario? Supongamos que el PT, a pesar de lanzar comunicados afirmando lo contrario, decide, igual que el PVEM, lanzar a su propio candidato(a) a la presidencia. Así como el PVEM, que en 2018 fue en coalición con Morena, decidió ahora en 2024 ir por su cuenta, con Velasco (el exgobernador de Chiapas), como su candidato. ¿Cómo vamos hasta ahí en votos?
Porque el PRIANRD, ya sea con Creel, Téllez, de la Madrid o hasta “Alito”, saben que si no van en alianza su “atomización” les impediría aprovechar el voto de toda la población conservadora, “fifí”, neoliberal o como le quieran nombrar, que odia o no comprende (y tampoco quiere comprender), el proyecto de AMLO.
Así que, a días de las elecciones, no me sorprende que AMLO mostrará su malestar con lo que ocurre en Coahuila. Porque muchos aseguraban que Mejía era el “verdadero” delfín de AMLO. Otros, que el presidente fue “mal informado” (sic) sobre lo que Mejía realmente había dicho, y que nunca se ha “apoyado” (sic) en la figura presidencial (cuando hasta los políticos de oposición se tienen que apoyar en la figura de AMLO para poder sobresalir, así sea denostándolo).
El punto, de cualquier manera, es simple: hay que ser “maniqueísta”. No hay otra opción. Solo debe de haber dos opciones, o la oposición va a prevalecer. Si para el 2024 hay una “fractura” en la izquierda, nos van a pulverizar los de la derecha.
Y no me malinterpreten. Puse el ejemplo anterior en base a las encuestas. Pero si resulta que Marcelo gana, espero que Claudia no esté tentada a gritar “fraude” y corra a refugiarse en otro partido. Lo mismo aplica para Adán Augusto.
Al final, el presidente lo único que ha pedido es DISCIPLINA. Que a muchos no nos ha gustado ¡por favor! Soy de Nuevo León, y es fecha que aquí muchos siguen sin poder digerir lo ocurrido en 2021. Y, por lo mismo, sin la DISCIPLINA para entender que tienen que sentarse a DIALOGAR con gente a la cual no pueden ver ni en pintura.
Pero de eso trata la política. Porque cuando no hay diálogo, se pasa a la siguiente fase, que es la guerra. Y una “guerra” no tiene que ser un conflicto armado. Pero eso no quita que los contendientes se “eliminen” entre sí. Y, para ejemplo, ahí está Coahuila.
Y el enojo del presidente, por lo mismo.