Este Día del Trabajo, nos encontramos cuidando, luchando y apareciendo: cuidando a quienes están sufriendo las consecuencias de la pandemia, los huracanes, las inundaciones repentinas y los incendios forestales; luchar para que nuestros miembros, estudiantes, pacientes y comunidades tengan la libertad de prosperar; y aparecer cruzando el país apoyando a nuestros miembros que están trabajando para abrir las escuelas de manera segura.

De eso se trata cuidar, pelear y aparecer. De eso se trata nuestro sindicato, de hecho, de lo que se trata el movimiento obrero en su conjunto: luchar por una vida mejor para todos y demostrar que juntos tenemos el poder y la solidaridad para lograr lo que es imposible hacer solos. Y el pueblo estadounidense entiende la importancia de los sindicatos; este Día del Trabajo, la aprobación sindical es de hasta el 68 por ciento, la más alta desde 1965.

Sé que para muchos de nosotros este es un momento de emociones encontradas: gratitud por las vacunas que nos han permitido reconectarnos con familiares y amigos y volver a cierta apariencia de normalidad; alivio de que ahora tenemos un presidente y un Congreso que ponen la salud, la seguridad y las necesidades del pueblo estadounidense en primer lugar; y alegría de que nos dirigimos de regreso a un nuevo año escolar en persona. He escuchado esta variedad de sentimientos de primera mano de muchos de ustedes mientras viajo por el país en la gira Regreso a la Escuela para Todos de la AFT para apoyar sus esfuerzos para garantizar un regreso seguro y acogedor al aprendizaje en persona. Pero si bien hay alegría y emoción por estar de vuelta en persona con los estudiantes, también hay ansiedad. Aún así, a pesar de las complejidades del momento, tengo una tremenda esperanza para nuestro país este Día del Trabajo.

Sí, la variante delta nos ha lanzado una bola curva y nos exige, una vez más, que hagamos todo lo posible para mantenernos seguros a nosotros mismos y a nuestras comunidades. Esto significa no solo adoptar los protocolos de seguridad que sabemos que funcionan, sino también rechazar la desinformación desenfrenada y la politización de las vacunas y el enmascaramiento, y hacer frente a la creciente avalancha de funcionarios públicos que avivan las llamas de esas divisiones para sus propios fines políticos.

La variante delta no ha cambiado nuestra determinación de mantener nuestras escuelas abiertas y garantizar que sean seguras, saludables y acogedoras para todos. Sin embargo, ha hecho que sea aún más crítico para nosotros usar las herramientas que sabemos que mantendrán seguras a nuestras comunidades escolares: vacunas, máscaras, ventilación, lavado de manos, distanciamiento, pruebas y protocolos claros si ocurre un brote.

Los lugares que tienen las reaperturas escolares más exitosas son lugares donde los educadores, el sindicato, el superintendente y la junta escolar, y los funcionarios de la ciudad y el pueblo están trabajando juntos con transparencia y creando confianza entre sí, con los padres y con nuestras comunidades más grandes.

Eso comienza con que los trabajadores tengan voz, y es el movimiento obrero el que les da esa voz y agencia, que lucha por ellos, que los empodera y que eleva a sus comunidades. Incluso en medio de una pandemia, los miembros de la AFT han dado un paso adelante de manera extraordinaria para luchar por una vida mejor para ellos y para aquellos a quienes sirven, utilizando el poder de la negociación colectiva para asegurar los recursos, protocolos de seguridad, salarios y condiciones necesarios; resolver problemas; y ayudar a las comunidades a prosperar.

Con el apoyo de un nuevo presidente que tomó en serio la pandemia y se aseguró de que las escuelas y las comunidades tuvieran los recursos y las vacunas que necesitaban, nuestros miembros han hecho su parte. Han satisfecho las necesidades de los estudiantes a pesar de enfrentar todas las incertidumbres. Han estado al lado de la cama,  satisfaciendo las necesidades de los pacientes a través de una ola tras otra de COVID-19. Y hoy, el 90 por ciento de los miembros de la AFT están vacunados, y nuestros miembros están trabajando para reabrir las escuelas de manera segura en todo Estados Unidos.

También estamos brindando asistencia a nuestros miembros devastados por el huracán Ida. En Detroit, Filadelfia y Providence, los miembros han asegurado nuevos contratos que mejorarán en gran medida las vidas de los educadores y estudiantes. Una super mayoría de enfermeras en el Centro Médico Regional Sandoval de la Universidad de Nuevo México votó recientemente para unirse a la AFT para asegurar una voz más fuerte para sus pacientes. Y las enfermeras y los profesionales de la salud en St. Charles Medical Center y Willamette Valley Medical Center en Oregon ganaron los primeros contratos que transformarán sus vidas y mejorarán la atención que pueden brindar.

Este año, a través de la campaña Back to School for All de la AFT, nuestros miembros participan en una campaña al estilo de obtener el voto en apoyo del aprendizaje en persona. Los miembros de la AFT han hablado con miles de padres sobre la importancia del aprendizaje en persona, han realizado cientos de recorridos de seguridad en los edificios escolares, han establecido clínicas de vacunación y han regalados libros y útiles escolares. Nuestro sindicato ha invertido $5 millones para otorgar más de 75 subvenciones que cubren más de 1,800 afiliados de la AFT e involucran a las comunidades con 20 millones de estudiantes. Y estoy visitando personalmente más de 20 estados, Washington, D.C. y Puerto Rico para apoyar estos esfuerzos. Este es el tipo de sindicalismo impulsado por soluciones que nuestros miembros practican todos los días. Tome la feria de Regreso a la Escuela para Todos patrocinada por nuestro sindicato local en Lynn, Massachusetts, que visité esta semana: Asistieron cientos de padres, estudiantes y educadores, la feria ofreció una clínica de vacunación, libros gratuitos, mochilas, útiles escolares, música y entretenimiento, y la oportunidad de hablar entre sí sobre el nuevo año escolar. Eso es cuidar, pelear y aparecer en acción.

Otra razón por la que tengo esperanza para los trabajadores en este Día del Trabajo es que el presidente Joe Biden y su administración realmente entienden el poder de los sindicatos;  saben lo importante que es dar a los trabajadores más poder en nuestra economía para que puedan mejorar sus vidas. Esta es la administración más favorable a los trabajadores desde Franklin D. Roosevelt, tal vez nunca, y está trabajando para reescribir las reglas de nuestra economía para que todos tengan la libertad de prosperar, no solo los que están en la cima.

“Reconstruir mejor” comenzó el primer día con el compromiso de combatir el COVID-19 basado en la ciencia; escuchar lo que necesitan las enfermeras, los educadores y los empleados públicos y llevar los recursos a las escuelas, hospitales y ciudades para mantener a las personas seguras y reabrir nuestra economía; y recibir disparos en los brazos de millones.  Hemos visto recursos sin precedentes para nuestras escuelas públicas, dinero en efectivo directo a los trabajadores, alivio para los estadounidenses con dificultades, un nuevo crédito tributario por hijos para ayudar a los padres, un proyecto de ley de infraestructura bipartidista que creará buenos empleos y renovará nuestras comunidades, apoyo a los esfuerzos de organización de los trabajadores y esfuerzos para facilitar la afiliación a los sindicatos a través de la Ley de Protección del Derecho a Organizarse, un impulso por los derechos de voto y la justicia para todos, y mucho más. Esta administración está poniendo a Estados Unidos de nuevo a trabajar, luchando por la salud y la seguridad de nuestras comunidades, y mejorando la vida de las personas.

Sé que los últimos 18 meses han sido muy, muy duros. Pero en cada paso del camino, su sindicato lo respalda, incluso cuando nuestro propio gobierno no lo hizo. Y continuaremos respaldando a todos para mantener a todos seguros y capaces de mantenerse a sí mismos y a sus familias.

Tengo esperanza  este Día del Trabajo porque todos los días puedo presenciar los esfuerzos extraordinarios de nuestros 1.7 millones de miembros en las aulas, en las escuelas y universidades, al lado de la cama y en nuestras ciudades y pueblos. Tengo esperanza porque creo que todavía hay más que nos une que lo que nos divide en Estados Unidos. Y tengo la esperanza de que juntos podamos garantizar que todos en nuestro país tengan la libertad de prosperar.

Gracias por todo lo que haces. Por favor, esté a salvo. Y que tengas un maravilloso Día del Trabajo.