Monterrey, N.L. 

Las elecciones en Coahuila y en el Edomex ya prácticamente son un hecho. Y, con esas “fotografías” que “ven el futuro”, llamadas encuestas, podemos casi (casi), asegurar cuál va a ser el resultado en cada entidad.
Muchos no creen en las encuestas a raíz de lo sucedido en 2012, donde a AMLO casi todas las encuestas, por no decir todas, lo pusieron en último lugar en la preferencia electoral. Al ver que quedó en segundo lugar, hubo hasta “chayoteros” (como Gómez Leyva), que tuvieron que pedir “disculpas”. Ya para el 2018, eso tuvo que cambiar. La prensa “chayotera” ya no podía “arriesgar” la poca credibilidad que tiene (y que se ha empeñado en seguir perdiendo).
Así que el hecho de que MORENA gane el Edomex, y el PRIAN Coahuila, no debe de sorprender a nadie. Por eso, ya no hay que ver a mañana domingo. Hay que ver a pasado mañana. Porque como alguna vez dije: lo interesante no es el día de la elección. Lo interesante, es después de la elección.
Y es que hay un montón de variables que debemos de tomar en cuenta. Hay que ver las “triquiñuelas” legaloides que el PRIAN va a intentar implementar en el Edomex, para irnos preparando para el 2024.
Hay que ver si, en Coahuila, Mejía efectivamente se aplica a desarrollar un movimiento “anti-PRI”, o “anti-Moreira”. O, si como muchos otros piensan, termina de “funcionario” en el nuevo gobierno priista, al haber “quemado todas sus naves” con el gobierno federal. Y lo anterior también aplica con el candidato del PVEM en la entidad.
En 2017, los habitantes del Edomex percibieron algo “turbio” al ver que MORENA se quedaba con mayoría del poder legislativo, pero “perdía” el poder ejecutivo. Esa “indignación” ayudó, y mucho, a la victoria de AMLO en 2018. Hoy, habrá que ver si el efecto de un voto masivo en contra del grupo Atlacomulco ayuda a “cohesionar” a la izquierda. Una izquierda que, en el norte, ha mostrado su peor cara, al “sublevarse” contra los resultados de las encuestas, y los dictados de la dirigencia nacional de MORENA.
De hecho, se supone que, para agosto, a más tardar; será la encuesta para conocer el (la) candidato(a) de este partido (MORENA). Pero, presiento que dicha encuesta pudiera tardar más tiempo, “posponerse” dependiendo de lo que ocurra a partir del lunes tanto en Coahuila, pero sobre todo en el Edomex.
Además, el hecho de que posponer la encuesta serviría también para evitar acusaciones de la oposición de “actos anticipados de campaña”. Unos actos que, también, no podemos posponer en demasía, para poder conocer la “estrategia” de la oposición para tratar de descarrilar al candidato(a) elegido por medio de la encuesta.
Porque la oposición intentará un “Claudiagate”, un “Marcelogate”, o un “Adriángate”. Y no es lo mismo desmentir una acusación con 6 meses previos a la elección, que faltando un mes antes de la acusación. Y eso, hablando del fuego enemigo.
Porque falta ver el “fuego amigo”: que todos los demás precandidatos(as) (“corcholatas”), acepten el resultado del ganador(a), y que no “huyan” a “refugiarse” a los brazos de la oposición. Esto también aplica para los “simpatizantes” y ¡peor!, para los “militantes” de MORENA, que “argumenten” que “debido a sus principios les es imposible apoyar al candidato(a)” (sic).
También, ver la cohorte de candidatos “impresentables” que, para muchos, MORENA va a postular, lo cual va a provocar no pocas “rupturas” en las filas. Y cuando hay rupturas en las filas, el enemigo suele predominar y ganar la batalla. Un poco de ciencia militar (y política), muy, pero muy básica. Lo que muchos olvidan, es que los políticos elegidos serán, en muchos casos, y utilizando argot militar (pero también médico), “por necesidades del servicio”. Claro, en este caso, sería “por necesidades del partido”. Para los no médicos, escuchar ese término (necesidades del servicio), podrá ser algo “novedoso”. Pero me tocó ver una película de la época de la guerra de Corea (“Battle taxi”), sobre un piloto de jets de combate que es obligado a volar helicópteros ambulancia debido a que era de los pocos pilotos que sabía como volar ese nuevo aparato para ese tiempo. Y su superior al mando solo le dijo eso: “Es por necesidades del servicio”.
Claro, la mayoría de las personas que no son militares ni médicos, no suelen estar formados bajo una disciplina. Y esa carencia de disciplina se hará muy patente, por desgracia, en los siguientes meses. Me refiero a falta de disciplina en la izquierda. La derecha no solo sigue unida contra viento y marea. Se están preparando para dar la pelea. Lo único que falta, como comenté más arriba, es ver sus “movimientos” en el tablero político.
En fin. Solo resta esperar que la oposición no haga muchas “triquiñuelas”, y que el poder judicial no se las “apapache” (aunque con esto, sé que pido mucho).
También, que no haya una “guerra civil” dentro del partido (MORENA) a raíz de las encuestas, y que todos cierren filas (aunque creo que aquí pido aún más).
Porque si pido una competencia “limpia”, donde predominen las propuestas, y no los insultos, las calumnias y las mentiras, creo que tanto tirios como troyanos definitivamente no lo van a hacer. Y, además, acepto que me voy a ver muy “ingenuo” (por decirlo amablemente), al solicitar lo anterior.
Se juega mucho en los próximos 12 a 13 meses. Un proyecto de nación que nos puede llevar a ser una potencia que merezca respeto por el resto del concierto de naciones del mundo, o un proyecto que solo nos va a dejar como un simple país maquilador, proveedor de drogas y servicios no muy lícitos, al cual el resto de los países miran con desprecio por el desperdicio de recursos que sus habitantes realizan. Incluyendo, el recurso humano.
AMLO ya lo dijo, de una manera simple y sencilla el pasado 11 de mayo de 2023 en su conferencia matutina: “Para que continúe la 4T, se debe votar por MORENA”. Listo. No hay una fórmula “mágica”, una ecuación “imposible”, un axioma que sea un “dilema”.
Sí, esperemos que a muchos políticos que sean candidatos, de perdido el partido les de una “lavada de cara” (y más importante aún, de manos), para hacerlos un poco más “presentables”.
Pero, igual: esperemos que muchos dentro de MORENA entiendan que estamos votando por políticos, no por santos y santas. Y que, el 99.9% de dichos políticos no son “estadistas” de la talla de AMLO.
Porque, así como sucede en la vida real, que alguien crea un emporio, pero teme que sus herederos lo destruyan (y puedo dar muchos ejemplos solo de empresarios regiomontanos), ocurre igual con la política: AMLO levantó un no emporio, un verdadero imperio político. Pero AMLO es como Marco Aurelio, un “buen emperador”. La incógnita es: ¿A quién nos va a dejar? ¿A un nefasto cómo Cómodo? ¿O a un eficiente cómo Severo?
Porque con la oposición no hay duda. Están llenos de Nerones, Calígulas y Agripinas. Sin asomo de duda.
El tiempo ya está encima. Solo espero, que el sentido común predomine, buscando por parte de la mayoría el bienestar de todos. Pero me temo, que esto es lo más imposible de poder cumplir de todas mis peticiones, por desgracia.