El distrito escolar angelino dispondrá de mil 500 millones de dólares para el otoño a fin de recuperar pérdidas y abatir déficits causados por la pandemia. “Por primera vez en décadas, tenemos el financiamiento para soñar en grande”, declaró la presidenta del Sindicato de Maestros de Los Angeles, Cecily Myart-Cruz.

Indicó que esto puede traducirse, además, en mejoras para los estudiantes latinos, afroamericanos y los vulnerables.

Aseguró que estos fondos ayudarán a los estudiantes a recuperarse de las interrupciones en el aprendizaje y el trauma ocasionado por el coronavirus. Agregó: “La necesidad es grande, pero por primera vez en décadas hay fondos para mejoras transformadoras para estudiantes y sus familias”.

Esto, adujo, significa más educadores de nivel elemental y secundaria, clases con menos alumnos, más psicólogos y consejeros para hacer frente al trauma que COVID-19 ha traído  a las vidas, especialmente de los alumnos, mayor apoyo a la educación especial y expansión del modelo de escuelas comunitarias.

Exprsó que el apoyo a la salud, los servicios sociales y el desarrollo comunitario conduce a mejorar el aprendizaje de los estudiantes, a tener familias más fuertes y comunidades mayormente saludables. Dijo, por ello, que esos modelos escolares de índole comunitaria deben tener mayor presencia en los vecindarios.

En su mensaje semanal, la lideresa de UTLA, siglas en inglés del organismo de docentes, aseguró que este viernes se ha cumplido la segunda semana de que fueron abiertas todas las escuelas del distrito escolar y el número de problemas relacionados con los protocolos críticos de seguridad y salud son menores.

Sin embargo, indicó que hay que seguir vigilantes para mantener seguros a los estudiantes, sus familias y a la comunidad.

Asimismo, Myart-Cruz puso de relieve la “victoria energizante” lograda por el sindicato en la demanda ante el distrito escolar sobre el cuidado de niños.

La situación es la siguiente: antes de la pandemia, los maestros llevaban a sus hijos en edad escolar a otras escuelas, donde los recogían saliendo de sus labor docente. Pero ahora, algunos de esos planteles  siguieron las clases en el formato virtual causando un conflicto con el cuidado de esos niños, porque el maestro se encuentra ante el dilema de tener a su hijo en casa y atender sus clases presenciales en sus planteles.

Ante esta situación, el distrito escolar determinó pagar 500 dólares mensuales a los educadores para ayudarlos a pagar el cuidado de sus hijos mientras dan clases en persona. Pero en caso de que no se encuentre solución, les dio la oportunidad de llegar a un acuerdo en su escuela para enseñar de manera virtual y de esta manera quedarse en casa para cuidar a sus hijos.

Es la primera vez que  el distrito escolar hace un ofrecimiento de esta naturaleza.

“El cuidado de los niños para las familias trabajadoras debe ser un derecho y no un privilegio”, postuló la dirigente.

Myart-Cruz, igualmente, reconoció y honró a las enfermeras escolares que “han sido fundamentales para mantener seguros y saludables al personal, a los estudiantes y a la comunidad”.

Hizo esta exaltación en el marco de la Semana Nacional de la Enfermera.

Dijo que ellas y ellos  han estado de manera valiente en la primera línea del combate contra la pandemia, exponiendo sus vidas y las de sus familias en aras del bienestar colectivo.

Se refirió también a la necesidad de proteger y apoyar a los estudia ntes asiáticos-americanos y de las Islas del Pacífico que son víctimas del odio xenófobo, misógino y racista.

Recordó que los pueblos a los que corresponden esos alumnos han tenido imporantes contribuciones a los movimientos antibélicos, de los trabajadores agrícolas en California, en los estudios étnicos, de los derechos de las mujeres y de la comunidad LGBTQ.