– Funcionarios de la administración entrante de Joe Biden prepararon al país para las continuas dificultades en los días posteriores a la inauguración. El Presidente electo asumirá en menos de tres días con una economía en desplome y un brote creciente de coronavirus.

Ron Klain, el jefe de gabinete entrante de la Casa Blanca del Presidente electo Joseph R. Biden, tiene un pronóstico nefasto para el brote de coronavirus en las primeras semanas de la nueva administración: medio millón de estadounidenses habrán muerto a causa del coronavirus a finales de febrero.

“El virus va a empeorar antes de mejorar”, dijo Klain en una aparición en un programa de CNN. “Las personas que contraen el virus hoy comenzarán a enfermarse el próximo mes, se sumarán al número de muertos a fines de febrero, incluso en marzo, por lo que llevará un tiempo revertir esto”.

El promedio de muertes diarias por el virus en los Estados Unidos ha aumentado a más de 3 mil, y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades han dado la voz de alarma sobre una variante mucho más contagiosa y de rápida propagación del coronavirus que los funcionarios proyectan que se convertirá en la fuente dominante de infección en el país en marzo, lo que podría alimentar otra oleada desgarradora de casos y muertes.

Los hospitales de Los Ángeles, California, son algunos de los más afectados por la saturación de enfermos con COVID-19. Foto: Jae C. Hong, File, AP.

Klain dijo que el equipo de Donald Trump estaba “heredando un gran lío” en términos de producción y distribución de vacunas. “Pero tenemos un plan para solucionarlo. Creemos que hay cosas que podemos hacer para acelerar la entrega de esa vacuna”.

De acuerdo con cifras de la Universidad Johns Hopkins, Estados Unidos es el país más afectado por la pandemia.

Al día de hoy, el país suma 23 millones 911 mil 313 casos de COVID-19 y 297 mil 401 muertes.

Biden afrontará el reto de acelerar la vacunación en Estados Unidos. Foto: Matt Slocum, AP.

Mientras el portal Our World in Data señala que Estados Unidos ha vacunado a 12.28 millones de personas, con lo cual es el país con más dosis aplicadas en el mundo.

Por porcentaje de población, la Unión Americana es el cuarto país con mayor avance, con el 3.2 por ciento del total de su población inmunizada.

EL PLAN DE VACUNAR A 100 MILLONES

El pasado viernes, Biden afirmó que buscará vacunar a 100 millones de estadounidenses durante los primeros 100 días de su administración.

El impacto duradero, dijo, vendrá de unir a la nación en un nuevo esfuerzo sustentado en la ciencia y apoyado con recursos federales destinados a inoculaciones, pruebas y detección de brotes.

“Tienen mi palabra: Manejaremos bien esta operación”, dijo Biden. Pero también subrayó la necesidad de que el Congreso apruebe más recursos y que la gente mantenga las precauciones básicas, como usar mascarillas, evitar reuniones y lavarse las manos con frecuencia.

“Este no es un asunto político”, declaró Biden. “Se trata de salvar vidas. Sé que se ha convertido en un asunto partidista, pero es estúpido que suceda”.

Jeringas que contienen la vacuna contra la COVID-19, de Pfizer-BioNTech. Foto: Jae C. Hong, AP.

Biden hizo su anuncio un día después de que presentó un “Plan de Rescate Estadounidense” por 1,9 billones de dólares para enfrentar el virus y brindar apoyo temporal a una economía precaria. Unos 400 mil millones de dólares del plan se enfocan en medidas dirigidas a controlar el virus. Estas van desde la instalación de centros de vacunación masiva hasta la realización de análisis científicos más avanzados de las nuevas cepas y cuadrillas de trabajadores sanitarios que rastreen a contactos de las personas infectadas.

El viernes, Biden se comprometió a maximizar el suministro disponible de vacunas y materiales necesarios para aplicarlas, aprovechando la Ley de Producción de Defensa para controlar la manufactura privada.

Biden también secundó el llamado del gobierno del presidente Donald Trump de esta semana para que los estados comiencen a vacunar a más adultos mayores, de 65 años o más, así como a personas de menos edad con ciertos problemas de salud. A la fecha, los estados se han enfocado en inocular al personal de salud y algunos están comenzando a vacunar a personas de 75 años o más. Relativamente pocos están vacunando a personas de entre 65 y 75 años.

El nuevo mandatario se comprometió a mejorar la comunicación con los estados para evitar sorpresas sobre cuántas vacunas pueden esperar. Su plan prevé que el gobierno federal reembolse totalmente a los estados que movilizan a su Guardia Nacional para que ayuden a distribuir las vacunas.