El ganador se lleva todo
June 3, 2024 - por Francisco Sepúlveda Cañamar.
“EL GANADOR SE LLEVA TODO…
…el perdedor tiene que caer.” Canción del grupo ABBA.
Monterrey, N.L.
Primero: los ganadores nunca deben dar razones a los perdedores. Sobre todo, si la victoria fue incuestionable y bajo las reglas. Hacer algo así es hasta antinatural. Así que esto no es una “explicación” para los opositores. Al contrario, estoy seguro de que muchos opositores van a odiar este escrito. Así que están advertidos.
Ayer, ayudé a MORENA a coordinar el distrito sexto federal de Nuevo León. Mi labor era sobre todo ayudar a coordinar a los capturistas que subían los reportes de incidentes en las casillas. Claro, terminé apoyando en otros menesteres, debido a la experiencia que tengo. Y si muchos piensan que debo de estar “contento”, “orondo”, por la victoria arrolladora ayer de MORENA, están equivocados. Estoy no sólo molesto. Estoy muy enojado.
Porque ayer vi como en muchos lugares, a los representantes de MORENA los maltrataron y los discriminaron. Sólo porque iban bien capacitados, no los avasallaron. Pero era muy notorio el desprecio a la gente de MORENA aquí en Monterrey. Claro, tampoco que fuera una sorpresa, por eso los capacitamos. Lo que realmente me tiene iracundo, diría yo rabioso, es ver el resultado de las elecciones en ciertas zonas.
Me explico: colonias como Infonavit Valle Verde y la colonia Industrial, donde el PAN, ¡el PAN!, ganó. Lo primero que pensé fue: “No sean cretinos. Ya me imagino a alguien de esas colonias POPULARES pensando: Es que si voto por MORENA ¡me van a quitar mi casa!”
Criatura, primero: ¿quién te va a “quitar” una casa de interés social? No me digas que son casas donde puedes meter a otras 2 o 3 familias. ¡Ubícate! Segundo: muchos que viven en dichas casas ¡ni siquiera son suyas! Las deben aún, o son rentadas. Y lo anterior, solo como un ejemplo.
En fin. Decir que estoy decepcionado de muchos, es quedarme corto. Muchos que se decían ser muy “religiosos”, y que “amaban al prójimo” (sic), ahora despotrican contra leyes que hacen a las personas más igualitarias. Otros, como mi gremio médico, hace ya rato que me tiene harto por completo. Porque desde el momento que “pensaste” que, “solo por ser médico, tenías derecho a tener PREFERENCIA para la vacunación en la pandemia” (sic), mandaste al carajo toda tu “educación” médica, incluyendo el juramento hipocrático.
Porque cuando la gente ve que los que deben de salvar al barco son los primeros en subirse a los botes salvavidas ¿que reacción esperas obtener?
Con eso puedo llegar al siguiente punto. Y voy a hablar del gremio médico porque es al que pertenezco. Pero sé que lo que voy a escribir es aplicable a un gran número de “aspiracionistas”. A muchos los conocí cuando tenían “una mano por delante y otra por detrás”, y que lograron “crecer” gracias a la educación pública, mientras disfrutaban de servicios gratuitos de salud. Pero, al ser ya profesionistas, “olvidaron” sus raíces, y apostaron por privatizar la salud y la educación ¡los dos pilares que permitieron su crecimiento! Obvio, eso restó oportunidades a las nuevas generaciones, a las cuales tachan ahora de “huevones”. Mientras, traicionan al “Alma mater” y mandan a sus hijos a estudiar a universidades privadas. Y sí, ultimadamente muy tu gusto y muy tu dinero. Pero, si criticas el sistema que permite que ahora, tú, puedas lograr en tus hijos algo que tus padres no pudieron lograr contigo; como es poderte enviar a estudiar a escuelas y universidades privadas, pues: solo eres un traidor a los postulados que permitieron que tú, como ya comenté, pudieras “crecer”. Sí: TRAIDOR. Que se lea bien.
Y lo anterior es muy típico de una ciudad como Monterrey, donde, insisto, cualquiera se siente ya “burgués”, y olvidan que son CLASE SOCIAL TRABAJADORA. Y muchos médicos, junto con otras profesiones especializadas, odian a la 4T porque durante la pandemia, al no poder trabajar, y no tener medios de producción (cómo los tienen los verdaderos burgueses); la REALIDAD (no la 4T), les recordó lo que son: CLASE TRABAJADORA. Muy “especializada”, insisto. Pero clase trabajadora, así de sencillo. Porque el día que SEAS PROPIETARIO de un medio de producción donde puedas ausentarte un mes o más, y solo regreses para “sacar dinero de la caja registradora” (sic); ese día, realmente serás un verdadero burgués, que puede darse el lujo de despreciar a la clase trabajadora. Por lo pronto, solo eres un “aspiracionista” (ergo: un miembro de la clase trabajadora completamente DESUBICADO), que además (en muchos, muchos casos), eres un “arribista” (que llegó a disfrutar de la riqueza creada por generaciones de regiomontanos).
Regiomontanos como mi abuelo, neoleonés de cepa pura, de varias generaciones en el estado. No un vil “arribista” como otros. Un neoleonés que ayudó a conformar al IMSS en su momento, para que la gente no perdiera sus escasas pertenencias al tratarse una enfermedad. Un neoleonés que ayudó a que los hijos de las viudas del lugar donde trabajaba (La Fundidora de Monterrey), no quedarán desamparados, y pudieran seguir estudiando. ¿Les suena “conocido” ese tipo de pensamiento?
En fin: mucho “aspiracionista”, mucho “arribista” que pensó que era muy “listo” al no brindarle beneficios laborales a sus empleados, y al “ganarle” al gobierno al evadir impuestos y/o lavar dinero, entre otras desviaciones; hoy están rechinando los dientes de coraje, al no quedar la opción política que buscaban que siguiera imperando en el país.
Para otros, los más despreciables, es que regresa un sistema “igualitario” contra el cual ahora despotrican, porque ahora, ellos, ya son “potentados”, con mansiones de millones y autos de lujo europeos. Pero que olvidan que, la “catapulta” que permitió lo anterior, fue un sistema “igualitario” que empezó por brindarles, a ellos, oportunidades. Como salud y educación no solo gratuitas, sino también de calidad. Salud y educación que, ahora, quieren quitarles a las nuevas generaciones, y así pierdan dichas oportunidades. Nuevas generaciones, a los cuales solo tachan de “huevones”.
Solo sé, que si veo un comentario de alguien, quien sea, que empiece con un lapidario “es que ustedes…”, lo voy a bloquear en las redes sociales donde lo pueda hacer. Y, si no lo puedo hacer, simplemente no le voy a contestar. Porque esa persona, ya no es un “humano” para mí, y, por ende, no es un “igual”. Y, además, porque los vencedores no le tienen que dar explicaciones a los vencidos. Nunca.