El Gobierno de Felipe Calderón Hinojosa contaba con información sobre la relación entre Genaro García Luna y el narcotráfico, reveló la ex Embajadora estadounidense Roberta Jacobson a la revista Proceso.

Además, Jacobson le reveló a Proceso: “La información que obteníamos –en el Departamento de Estado– era por conducto de funcionarios estadounidenses, pero venía de parte de mexicanos, ellos era los que más información recibían y tenían sobre la corrupción de García Luna”.

La entrevista, firmada por el periodista J. Jesús Esquivel, expone que Roberta Jacobson supo de los manejos de García Luna incluso desde el sexenio de Vicente Fox Quesada, considerando que de diciembre de 2002 a junio de 2007 ella fue titular del llamado “Mexican Desk” en el Departamento de Estado de Estados Unidos.

El texto de Esquivel afirma que, sin embargo, las nuevas revelaciones de Jacobson se enfocan en los seis años de García Luna en la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, cuando ella, aclara el periodista, se hizo cargo de la Iniciativa Mérida y de otros temas en la relación con México y Canadá.

El periodista destaca también que “pocos funcionarios o ex funcionarios del Departamento de Estado conocen al detalle, como Jacobson, la relación con México, en especial la que hubo con Calderón, lo que le da autoridad a su voz”.

Felipe Calderón Hinojosa y Genaro García Luna, en 2011. Foto: Cuartoscuro.

¿QUIÉN ES ROBERTA JACOBSON?

“Roberta S. Jacobson llegó a México el 20 de junio de 2016. El hecho marcó un hito histórico: por primera vez en casi 200 años de relaciones diplomáticas, Estados Unidos enviaba a una mujer como Embajadora. Designada por el Presidente Barack Obama, Jacobson conocía cabalmente los temas y a los interlocutores mexicanos.

Como Secretaria adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental, había estado a cargo del trato cotidiano con México y de la implementación de la Iniciativa Mérida, a la que Washington consideraba prioritaria.A diferencia de muchos de sus antecesores, Jacobson fue bien recibida.

“Destaca por una notable carrera diplomática en el servicio exterior y la administración pública de su país”, observó la Cancillería. Con excepción quizá del Embajador Jeffrey Davidow, Washington no había enviado a México a un profesional de la diplomacia con credenciales tan sólidas como las de Jacobson”, dice una entrevista de Dolia Estévez, publicada en exclusiva para SinEmbargo.

En esa pieza, Estévez, periodista especializada en la relación de México y Estados Unidos hace décadas, describió los avatares que la ahora ex Embajadora enfrentó cuando fue nombrada por el entonces Presidente Barack Obama y, luego, ratificada por el Gobierno de Donald Trump.

“A sabiendas de que Jacobson no tenía el sello de aprobación de Trump, Videgaray disminuyó sus atribuciones. Constriñó el trato con Washington a sus componendas con Kushner. La relación giró en torno a lo que ambos convenían. Entre febrero de 2017 y noviembre de 2018, Videgaray visitó Washington 29 veces. Un récord histórico. Por un tiempo, Jacobson no tuvo interlocutores de alto nivel en Washington. El Departamento de Estado y la oficina de Kushner no siempre le informaban sobre las reuniones con Videgaray. El secretario de Estado no le tomaba las llamadas. Su asesoría profesional no era tomada en cuenta. Cuando Kushner visitó la Ciudad de México en marzo de 2018, deliberadamente excluyó a Jacobson de los encuentros con Peña Nieto y Videgaray”, dice el texto publicado por SinEmbargo el 27 de septiembre de 2019.

“Viajó a los estados, admirando su geografía, arte culinario, artesanías, tradiciones y, sobre todo, el talento y valor del pueblo mexicano. Protestó por los asesinatos de periodistas y por la violencia contra las mujeres, denunció la violación de los derechos humanos e impulsó la educación. Participó dos veces en marchas por el orgullo LGBTTTI. Acompañó a los rescatistas estadounidenses que asistieron en el terremoto de 2017. Usó su cuenta de Twitter para comunicarse con los mexicanos. Fue tal su éxito en las redes sociales que el subsecretario para América del Norte y un gobernador estatal le llamaron para quejarse. El cariño por México y los mexicanos fue correspondido. Cuando anunció que se iba “a buscar otras oportunidades”, muchos usuarios lamentaron su despedida y otros tantos la llamaron “la mejor embajadora de Estados Unidos en México”. Los libros de historia quizá la recuerden como la embajadora de Trump que, paradójicamente, se ganó el cariño de los mexicanos”, expone el perfil de la periodista mexicana que es parte de su libro Así nos ven. Entrevistas inéditas con embajadores estadounidenses en México.

¿DÓNDE ESTÁ HOY GARCÍA LUNA?

García Luna diseñó y condujo la “estrategia” de Calderón Hinojosa supuestamente contra los cárteles mexicanos. De acuerdo con la Fiscalía de Estados Unidos, lo que el ex Secretario de Seguridad Pública federal hizo en esos años fue favorecer al Cártel de Sinaloa, una de las organizaciones criminales más sanguinarias de todos los tiempos; también se cree que cuidó los intereses de Joaquín Archivaldo “El Chapo” Guzmán Loera; de Ismael “El Mayo” Zambada y de Héctor Beltrán Leyva.

García Luna, quien fue Secretario de Seguridad Pública de 2006 a 2012 bajo el Gobierno del ex Presidente Felipe Calderón, está acusado en Nueva York de tres cargos de asociación delictiva para el tráfico de cocaína y de falso testimonio.

Se ha declarado inocente de las acusaciones de los fiscales, quienes alegan que recibió enormes cantidades de dinero por parte del cártel de Joaquín “El Chapo” Guzmán a cambio de permitir que éste traficara cocaína a sus anchas.

Durante el juicio a “El Chapo” celebrado a fines de 2018 e inicios de 2019 en Nueva York, el jurado escuchó al ex miembro del Cártel de Sinaloa, Jesús Zambada, testificar que entregó personalmente por lo menos seis millones de dólares a García Luna en pagos clandestinos a nombre de su hermano mayor, el jefe del cártel, Ismael “El Mayo” Zambada.

El testigo dijo que se reunió con García Luna en un restaurante entre 2005 y 2006. Jesús Zambada declaró que le dio una maleta con tres millones de dólares en el lugar. En ese momento García Luna estaba a cargo de la agencia federal de investigación de México. En una segunda reunión en 2007, cuando García Luna ya era Secretario de Seguridad Pública, Zambada dijo que le dio otra maleta con entre tres y cinco millones de dólares.