Las leyendas llenan de folclor y enriquecen culturalmente cada rincón del país. Veracruz cuenta con relatos que han pasado de generación en generación, uno de ellos es el de “El niño llorón” que, se dice, ocurrió en la laguna Ojo de Agua. Aquí lo compartimos.

Ciudad de México,

Las leyendas son un elemento que forma parte de la identidad y riqueza de los rincones de México. Veracruz cuenta con leyendas muy arraigadas que han pasado de generación en generación y llenan de misterio sus calles, entre ellas están “La Mulata de Córdoba” y “El callejón del diamante”; en esta ocasión compartimos la leyenda originaria de Orizaba, “El niño llorón”.

Se cuenta que hace muchos años, un trabajador de una empresa de químicos pasaba por la laguna de Ojo de Agua, caminaba solo ya que por cuestiones laborales se rezagó, aunque le advirtieron que no tomara ese camino debido a las apariciones que ocurrían en el lugar, él decidió seguir por la laguna.

Durante el camino, el trabajador escuchó un llanto por lo que preocupado empezó a buscar en los alrededores y en la oscuridad, hasta que vio a un niño sentado al pie de la laguna llorando desconsoladamente. El hombre le preguntó al niño qué pasaba y este le respondió que se había perdido y necesitaba ayuda para llegar a la iglesia más cercana, donde seguramente sus padres lo encontrarían.

El señor aceptó ayudar al niño y llevarlo a la iglesia más cercana, sin embargo, el niño le dijo que no podía caminar y tenía que cargarlo, aunque esto le causó sorpresa, el hombre era de buen corazón y lo hizo, pero había una condición: él no debía voltear a verlo hasta llegar a alguna iglesia.

El trabajador caminó con el niño en brazos con rumbo a la iglesia, pero cuando ya estaban cerca del templo religioso se empezaron a escuchar ruidos extraños, el señor notó que venían del niño y olvidó la condición que este le puso, volteó a ver lo que llevaba cargando y ya no tenía a un niño entre brazos sino a un monstruo que reía de manera horrible y aterradora. Sorprendido y asustado, el hombre arrojó al suelo al ser monstruoso que cargaba y entró corriendo a la iglesia.

Se dice que el día que el monstruo logre entrar a la iglesia, crecerá tanto el caudal de Ojo de Agua que se desbordará y cubrirá a la ciudad de Orizaba haciéndola desaparecer y causando muerte a su paso.