Cuando se habla de la migración entre México y Estados Unidos inmediatamente se piensa en un hombre mexicano que cruza un río y camina a través del desierto para alcanzar el “sueño americano” en el territorio vecino.

Los aproximadamente 35 millones de personas con ascendencia mexicana que habitan en los Estados Unidos de América representan cerca del 10% de su población y son una de las minorías étnicas más importantes de dicho país. (1)

Si revisamos el otro lado de la moneda podemos encontrar un fenómeno inverso. Si bien la inmigración en México es de apenas el 1%, alrededor de tres cuartas partes de ese porcentaje son de origen estadounidense. (2)

Se puede pensar que sólo a los turistas les gusta nuestro México, la realidad es que también se ha vuelto muy popular como lugar de retiro para personas adultas mayores, al punto que en muchas ciudades ya se habla más inglés que español, situación que no se presenta únicamente en las zonas fronterizas del norte mexicano, sino también a lo largo y ancho del país.

¿A qué se debe que los estadounidenses consideren las tierras aztecas como un paraíso? Para responder a esta pregunta se pueden considerar varios aspectos.

El primero se debe a su moneda, ya que el dólar comparado con el peso mexicano es más o menos 20 veces más valioso, lo cual significa que su dinero les da mucho poder adquisitivo y les rinde para darse todo tipo de gustos y apapachos.

El segundo se debe al alto índice de desarrollo y calidad de vida de algunas ciudades mexicanas que poseen características similares a las ciudades de primer mundo, lo que significa que podrán disfrutar de un excelente estilo de vida y, en la mayoría de los casos, gozar de un clima más cálido.

El tercero se debe a los servicios médicos, ya que los hospitales privados de primera calidad son más baratos que en la Unión Americana.

De hecho, hay un chiste que asegura que un paciente norteamericano puede llegar a México para someterse a un reemplazo de cadera, pasar dos meses de vacaciones, practicar algún deporte extremo, romperse la cadera nueva, volverse a operar, tener otros dos meses de recuperación y al final volar de nuevo a EUA, todo esto por un costo menor a los servicios hospitalarios que pagaría por un sólo reemplazo de cadera en su lugar de origen.

Por último, y como mención honorífica, se debe a la distintiva hospitalidad que reciben en cada lugar, acompañada por supuesto de las exquisitas e inigualables características mexicanas, tales como la comida, música, tradiciones, cultura, biodiversidad, infraestructura, zonas arquitectónicas, entre muchas otras.

Considero importante señalar que no es necesario que los extranjeros provengan de familias acaudaladas para vivir en México con grandes comodidades.

A pesar que existen compatriotas que sienten que estamos siendo invadidos, se debe reconocer que los estadounidenses que pisan nuestro territorio generan una derrama económica importante para México, especialmente en los lugares en los que se asientan.

Posiblemente Chapala en Jalisco o San Miguel de Allende en Guanajuato no tendrían el gran desarrollo del que han gozado en épocas recientes gracias a los dólares que reciben. Otros destinos que han logrado cierta popularidad son Bahía de San Carlos, Sonora; Costalegre, Jalisco; Santiago de Querétaro, Querétaro; Akumal, Quintana Roo; Valladolid, Yucatán, y Mazunte, Oaxaca.

El ser humano es nómada por naturaleza, ya que siempre busca un mejor lugar para vivir y desarrollarse. Como aztecas que somos, no podemos culpar a las muchas personas que decidieron disfrutar su vida en el paraíso terrenal mejor conocido como México, por ello es oportuno recordar las palabras de Chabela Vargas: “Los mexicanos nacemos donde nos da la gana”.

Bibliografía:
(1) https://cnnespanol.cnn.com/2017/09/19/la-poblacion-hispana-en-estados-unidos-rompe-un-nuevo-record/
(2) https://datosmacro.expansion.com/demografia/migracion/inmigracion/mexico