El plan secreto del superintendente Austin Beutner para dividir el distrito escolar en ’32 redes” permitiría la propagación sin control de lo peor de los abusos del sector chárter y sería la formalización de la apertura de la privatización.

Esto, expuso el sindicato de maestros (UTLA, siglas en inglés), generaría que las chárter no atiendan a todos los estudiantes, habría escándalos financieros, mal uso de fondos públicos y cargos de conflicto de intereses. Además, ahondarían la segregación y la falta de equidad.

Con esta ‘descentralización’’, las chárter evitarían la supervisión central y la responsabilidad y causarían los anteriores excesos irreflenables.

El diario Los Angeles Times reveló esa acción secreta de Beutner, desarrollada “sin transparencia y sin la participación auténtica de padres y educadores”.

UTLA aseguró que el magnate Eli Broad financia parte de ese plan, en el que participan personas que han puesto en práctica planes similares en otras partes del país con pésimos resultados y con graves afectaciones a la educación pública.

Esa “descentralización””, asegura UTLA, es un estribillo en los llamados distritos de cartera (portfolio districts) como Nueva Orleans, Newark y Detroit, urbes plagadas de un mosaico de esquemas de privatización que no mejoran los resultados de los estudiantes y degradan la profesión docente y crean un caos para los padres y estudiantes que intentan navegar en ese sistema.

En Nueva Orleans, agregó, no quedan escuelas públicas. En Detroit, hay un mar de un mar de chárter que han diezmado las escuelas públicas de gestión democrática.

UTLA indicó que en un modelo basado en la competencia, los grupos de escuelas compiten entre sí por los recursos y el apoyo, creando un sistema de tener y no tener y exacerbando los problemas de segregación y equidad.

Explicó que los sistemas de calificación se instalan para justificar el cierre de escuelas vecinales de “bajo rendimiento”.

La organización magisterial advirtió que Beutner está trabajando estrechamente con los miembros de la Junta Escolar respaldados por el lobby que impulsó  su contratación secreta de Beutner, mientras que oculta la voz de otros miembros de la junta elegidos que representan a decenas de miles de votantes.

“Austin Beutner debería estar descubriendo cómo gasta el récord de $ 1.86 mil millones en reservas para cubrir las necesidades urgentes de los estudiantes, en lugar de pasar tiempo con consultores de alto precio e inexplicables conspirando para reducir el tamaño de un distrito que sirve a todos los estudiantes”, dijo el presidente de UTLA, Alex Caputo-Perl.

Hizo saber que las personas que trabajan en este plan secreto para un distrito de cartera se están pagando de sus libros a través de un fondo discrecional de más de $ 3 millones financiado por el conocido privatizador Eli Broad y otros. Están ejerciendo el poder en los niveles más altos en el LAUSD, sin ninguna responsabilidad o escrutinio por parte del público.

UTLA indicó que Beutner se rodea de los mismos arquitectos de los esquemas de privatización en Detroit, Nueva Orleans y Newark:

* El fundador de ThirdWay Solutions, Cami Anderson, quien fue superintendente en Newark, Nueva Jersey, de 2011 a 2015. Su plan de inscripción universal “One Newark”, financiado por multimillonarios, llevó a numerosos cierres de escuelas de vecindario, despidos masivos y múltiples quejas de violaciones de derechos civiles. Indignación de los padres llevó a su renuncia.

* Erin McGoldrick Brewster es un socio de Kitamba, especialistas en el “distrito de cartera”. Ayudó a la entonces canciller de las escuelas de Washington, DC, Michelle Rhee, a entorpecer una investigación sobre las tasas de borrado más altas que las típicas en las pruebas estandarizadas de opción múltiple durante el controvertido programa de pago de méritos de Rhee.

* La semana pasada, Rebecca Kockler renunció como Jefa de Estado Mayor de Beutner. Anteriormente, ella supervisó la charterización masiva de las escuelas públicas de Nueva Orleans.

“No hay evidencia de que el enfoque de la red de Beutner ahorre dinero, de hecho, probablemente costaría millones de dólares más a medida que cada red construya su propia burocracia con trabajos redundantes y servicios duplicados”, dijo Caputo-Pearl.

Y agregó:

“Una vez que se promulgue este plan y se comprometan las protecciones para nuestros estudiantes, será una temporada abierta para la industria de la privatización”.