Era incorruptible
August 3, 2022 - por Francisco Sepúlveda Cañamar.
Monterrey, NL.
Dice un amigo que no hay coincidencias, hay “Dioscidencias”. Entre consulta y consulta, estoy viendo una serie antigua que trata sobre la guerra de Vietnam. Es una serie de documentales sobre el conflicto. Y es que estoy con el ánimo tan apagado por lo ocurrido en MORENA, sobre todo en Nuevo León, que quiero ver a otros que padecieron cosas peores que lo padecido por un servidor. Cruel, tal vez, pero algunos así apaciguamos el espíritu.
Pero resulta que hablan sobre el jefe de una provincia de Vietnam del sur, Tran Ngoc Chau. Y lo entrevistan por algo muy sencillo: porque su método para ganar la guerra era no ser corrupto. De hecho, llegó a ser coronel del ejército de Vietnam del sur, además de jefe de una provincia del Delta de Mekong.
Lo sorprendente es que entrevistan a un exagente del USAID (que, para propósitos prácticos, es tanto como decir un “exagente de la CIA”), y lo describe con esa frase: “era incorruptible”. ¡Y ya para que un exagente estadounidense te describa así!
Chau decía: “Denme el presupuesto de lo que cuesta un helicóptero militar, y alimentaré a todos los sembradores de arroz de mi provincia, y al mismo tiempo, podré hacer que mis funcionarios vean que no es necesario robar”. No sé ustedes, pero eso a mí se me hizo revolucionario. Y creo que aún lo es. Tan lo fue, que el gobierno vietnamita y hasta la CIA, estudiaron sus métodos.
El problema es el mismo de siempre: Chau se quedó solo, ningún otro jefe de las provincias del sur lo imitaron. Y ya sabemos el resultado de lo anterior.
¿Se imaginan la impotencia, la frustración de Chau al ver que un método que funcionaba no era imitado? Y era algo tan simple como NO SER CORRUPTO.
Escribo esto porque tengo que hacer mi columna diaria para el blog de información que publica mis escritos. Aviso esto para mis lectores de ese blog, porque tengo que aclarar lo siguiente:
Normalmente, los borradores de mis escritos los escribo en mi muro de una afamada red social. Y el día de hoy publiqué que me deslindo de mi militancia de MORENA debido a algo muy simple: proteger mi reputación secundario a la toma del partido por fuerzas que nada tuvieron que ver con el movimiento original.
Y creo que fue algo más que una simple “coincidencia” que el día de hoy, precisamente, viera ese documental.
Ahora, un segundo aviso para mis lectores de la red social:
No he leído, ni pienso leer ninguno de sus comentarios. Y por algo muy simple:
O estás de acuerdo conmigo, y también vas a buscar proteger tu reputación. O eres de los que se mueren de ganas de decirme: “Te lo dijimos”. Y eso no te hace más listo, ni siquiera más astuto. Eso te hace simplemente un cómplice de la corrupción que padecemos. Corrupción que, por desgracia, está tomando por asalto a MORENA.
¿Ustedes piensan qué nadie, pero nadie de sus iguales le dijo en su momento al coronel Chau que lo que hacía era “inútil”?
¿Ustedes piensan que, dado el momento, al caer Vietnam del sur le restregaron en la cara el “te lo dijimos”?
Y muy seguramente esos que lo hicieron, lo hicieron ya teniendo una mansión y una cuenta bancaria esperándolos en los EUA, o en algún otro lugar del mundo, mientras Vietnam del sur caía en manos del comunismo.
Pero yo veo una pregunta y una moraleja en todo lo anterior:
La pregunta es: ¿Qué tanto la lucha en muchos países no era para implementar el comunismo, sino para luchar contra la corrupción? Porque pueden aducir que el sistema comunista era “corrupto”. Pero muchos padecieron esa corrupción en “democracias” capitalistas, y los líderes de esos países no entendían a los que se movilizaban mostrando fotografías de líderes comunistas como el “Che” Guevara y Ho Chi Minh. Como Gustavo Díaz Ordaz, en su momento en México.
Y la moraleja: Tran Ngoc Chau perdió, pero su forma de actuar le valió salvar su reputación. Al final, y por el momento, es de los pocos líderes (aparte del presidente autocrático de Vietnam del sur) que han merecido ser mencionados en el documental.
Y la gente siempre se quedará con esa frase en su cabeza, al escuchar su nombre: “Era incorruptible”.