El jurado justificó el galardón, dotado con 5 mil euros,  unos 5 mil 800 dólares, por “atreverse a denunciar la falta de libertad y la impunidad en los asesinatos de periodistas en México, con una propuesta valiente, de estética moderna cercana al videojuego”.

Tras recoger el premio, su director, Carlos Andrade Montemayor, destacó que su película “se hizo para México”, donde los asesinatos de informadores son un tema tabú, que se ha convertido ya en una “estadística sin interés”, lamentó.

En la categoría de cortometrajes iberoamericanos fueron también premiadas las producciones Rapaz, del chileno Felipe Gálvez (premio Cacho Pallero); El camino de los perros, del también chileno Sebastián Cuevas (mejor Ópera Prima), y 9 pasos, de los españoles Moisés Romera y María Pasos (mejor guión).

Además, obtuvieron menciones especiales la producción mexicana No pases por San Bernardino, de Hugo Magaña; y la española La última virgen, de Bárbara Farré.

En la sección documental obtuvieron el premio José Manuel Porquet el cortometraje Buenos Días España, de Sara Pisos, Irati Cano, Carlos Reyes y María Barcelo, y una mención especial la producción brasileña Inconfissoes, de Ana Galizia. El festival también premió producciones de Rumanía y Finlandia. EFE