LONDRES

Estados Unidos, la principal potencia militar del mundo, estaba directamente involucrado en el conflicto en Ucrania porque los espías estadounidenses estaban aprobando y coordinando los ataques con misiles ucranianos contra las fuerzas rusas, acusó Rusia.

La invasión rusa de Ucrania ha desencadenado la crisis más grave en las relaciones entre Rusia y Occidente desde la crisis de los misiles en Cuba de 1962, cuando mucha gente temía que el mundo estaba al borde de una guerra nuclear.

El Ministerio de Defensa de Rusia, encabezado por un aliado cercano del presidente Vladimir Putin, dijo que Vadym Skibitsky, subjefe de inteligencia militar de Ucrania, admitió al periódico Telegraph que Washington coordina los ataques con misiles HIMARS.

“Todo esto prueba innegablemente que Washington, contrariamente a lo que afirman la Casa Blanca y el Pentágono, está directamente involucrado en el conflicto en Ucrania”, dijo el Ministerio de Defensa.

El presidente estadounidense, Joe Biden, ha dicho que quiere que Ucrania derrote a Rusia y ha suministrado miles de millones de dólares en armas a Kyiv, pero los funcionarios estadounidenses no quieren una confrontación directa entre soldados estadounidenses y rusos.

Rusia dijo que la administración Biden fue responsable de los ataques con misiles contra objetivos civiles en áreas controladas por las fuerzas respaldadas por Rusia en el este de Ucrania.

“Es la administración de Biden la responsable directa de todos los ataques con cohetes aprobados por Kiev contra áreas residenciales e infraestructura civil en áreas pobladas de Donbas y otras regiones, que han resultado en muertes masivas de civiles”, dijo el Ministerio de Defensa.

Rusia y Occidente enmarcan el conflicto en Ucrania de manera muy diferente.

Putin lo llama una “operación militar especial” destinada a prevenir lo que dice que es un intento occidental de usar Ucrania para amenazar a Rusia y proteger a los hablantes de ruso de la persecución de nacionalistas peligrosos en Ucrania.

El jefe del Kremlin, de 69 años, presenta cada vez más el conflicto como una batalla existencial con Occidente cuyo resultado remodelará el orden político mundial.

Kyiv y sus patrocinadores occidentales dicen que las afirmaciones de Putin no tienen fundamento y que no hay justificación para librar una guerra no provocada contra un estado soberano cuyas fronteras Rusia reconoció.

El ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, que a veces pasa las vacaciones con Putin en la naturaleza rusa, dijo que la operación en Ucrania iba a planificarse con las fuerzas rusas y respaldadas por Rusia haciendo retroceder a las fuerzas ucranianas en la región oriental de Donetsk.

“Después de tomar el control del territorio de la República Popular de Lugansk, la República Popular de Donetsk está siendo liberada como estaba previsto”, dijo Shoigu a los principales generales.

Señaló que los asentamientos de Hryhorivka, Berestove, Stryapivka, Pokrovske, Semyhirya y Novoluhanske habían sido tomados recientemente, incluida la planta de energía térmica más grande de Europa.

Ni Rusia ni Ucrania revelan sus pérdidas.

La inteligencia estadounidense estima que unos 15.000 rusos han muerto hasta ahora en Ucrania, lo que equivale al número total de muertos soviéticos durante la ocupación de Afganistán por Moscú en 1979-1989.

Las pérdidas ucranianas probablemente sean un poco menos que eso, según cree la inteligencia de EE. UU. Ni Ucrania ni Rusia han dado estimaciones detalladas de sus propias pérdidas.

Con información de Reuters.

Estadounidenses coordinan los ataques de misiles de precisión Himars que EU envió a Ucrania, dijo Rusia.