Ella dice haber sido criada en la iglesia de la Cienciología “desde que nació” y a los 15 años se convirtió en la asistente personal del líder eclesiástico David Miscavige. Era parte de la Sea Organization, el grupo más selecto de miembros de esta congregación, por lo que se mudó a San Jacinto, California, donde estaba la base de todo.

Durante 11o 12 años estuvo allí y trabajó para Miscavige, hasta que en 2015 fue expulsada y reubicada en un programa de aislamiento llamado ‘El Hoyo’ porque sabía mucha informaciónsobre los problemas maritales del líder de la iglesia, según dice una demanda que la mujer presentó esta semana en la Corte Superior de Los Ángeles citada por NBC News.

La demandante, quien solo ha sido identificada en los documentos judiciales como ‘Jane Doe’, acusa al líder de la Cienciología de retaliación, abuso infantil, tráfico humano y trabajo forzadocontra ella y otros miembros de la iglesia que también se han salido.

La demanda exige una compensación no especificada por los daños, además de salarios adeudados por la iglesia, su Centro Religioso de Tecnología y su “líder eclesiástico”, David Miscavige. Los documentos también citan como demandadas a otras 25 personas por este caso.

Dentro de las acusaciones se incluyen además delitos por injuria, calumnia, invasión de privacidad e infligir daño emocional. También agregan que fueron violadas leyes de trabajo de California y se cometieron crímenes de tráfico humano.

Un abogado de la iglesia de la Cienciología aseguró que van a defenderse “vigorosamente” contra estas acusaciones, las cuales calificaron de “infundadas”. Esta organización religiosa fue fundada en 1952 por el escritor de ciencia ficción L. Ron Hubbard y sostiene como principal creencia la inmortalidad del espíritu, el cual dicen que tiene capacidades ilimitadas. Por eso ofrecen clases para sus miembros, diseñadas a ayudarles a “alcanzar un estado espiritual limpio”.

La demanda describe que ‘Jane Doe’ escapó de la iglesia en 2016 en la cajuela de un auto conducido por un actor que no pertenecía a la congregación, con quien estaba trabajando para producir unos videos promocionales.

La Cienciología recluta a menudo celebridades para que promuevan su culto, entre los que destacan artistas tan conocidos como Tom Cruise o John Travolta.

Después de su salida de la organización, la demandante se fue a trabajar para Leah Remini, una actriz y exmiembro de la iglesia, quien hizo una serie documental llamada ‘La Cienciología y sus secuelas’, donde narra las historias de personas que han pertenecido a esta congregación y dicen haber sido abusados y acosados cuando decidieron retirarse.

El abogado de la mujer, Biran Kent, asegura que por décadas esta iglesia “ha buscado invalidar los desacuerdos, ha encubierto su larga historia de abuso sexual, físico y emocional a sus miembros, incluyendo a los más vulnerables, los niños, y ha convertido en un arma sus doctrinas en contra de aquellos que escapan y encuentran el coraje de hablar”.

“Este es solo el principio y no vamos a detenernos hasta que ellos lo hagan”, advirtió Kent.

La iglesia de la Cienciología ha montado una agresiva campaña para contrarrestar lo que se dice en la serie documental, en la que atacan tanto a Remini como a la demandante.

“La demanda comprende solo acusaciones infundadas”, señaló por su parte Rebecca N. Kaufman a la cadena NBC News, quien agregó que las alegaciones están “contaminadas con insultos antireligiosos seleccionados de tabloides y acusaciones que han sido desmentidas en cortes desde hace décadas”.

“Estamos confiados en que la demanda va a fallar”, afirmó Kaufman. “Cortes federales ya han determinado que el servicio en la orden religiosa de la iglesia de la Cienciología es voluntario y está protegido por la Primera Enmieda. Encima, la evidencia establecerá que mientras estaba sirviendo a la iglesia, la demandante iba y venía libremente, viajó por el mundo y vivió en cómodos entornos”, añadió.

El Servicio de Impuestos Internos (IRS por sus siglas en inglés) reconoce a la Cienciología como una religión libre de impuestos, un estatus que ganó en 1993 luego de años de litigación. Sin embargo, otro de los abogados de la demandante, Marci Hamilton, quien es director académico de la organización Child USA, alega que las libertades religiosas no aplican en este caso.

“Tienen el derecho de creer en lo que quieran, pero no pueden hacer lo que quieran”, explicó Hamilton. “Esta demanda continúa siendo un trabajo importante en la era de #MeToo para exigir cuentas a instituciones e individuos por abuso infantil, tráfico y negligencia”.