Nueva York

Genaro García Luna fue secuestrado por Arturo Beltrán Leyva “El Barbas” por el apoyo que brindaba al Cartel de Sinaloa. “Ya ves qué fácil es llegar a ti”, le dijo el jefe de esa organización criminal.

El episodio fue contado en el segundo día del juicio contra el ex jefe policiaco mexicano en Nueva York por el primer testigo, Sergio Villarreal “El Grande”

Los hechos ocurrieron cuando García Luna realizaba un viaje por carretera a Tepoztlán, Morelos, cuando fue interceptado por un grupo de hombres fuertemente armados.

“Lo levantaron rumbo a Cocoyoc, se lo llevaron a ver a Arturo (Beltrán Leyva) a una oficina”, dijo en la Corte este martes.

Los sicarios se identificaron como gente del cártel de los Beltrán Leyva detallando que recibieron la orden de llevárselo. El entonces jefe de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) sabía de qué se trataba y le dijo a sus escoltas que no intervinieran, se bajó del vehículo y se fue con el comando. “El señor quiere hablar contigo”, le dijeron.

Los hombres armados lo llevaron a una casa donde se encontraba Arturo Beltrán Leyva, “El Barbas”, líder máximo de esa organización criminal, quien le dijo: “Ya ves qué fácil es llegar a ti”.

Beltrán Leyva presionó a García Luna para que éste cumpliera los acuerdos que ambos tenían. Poco tiempo después, los Beltrán Leyva liberaron a García Luna y lo dejaron continuar con su camino.

El juicio contra el extitular de Seguridad Pública, Genaro García Luna, continúa en desarrollo en la Corte del Distrito Este de Nueva York, así como la declaración del testigo colaborador, Sergio Villarreal “El Grande”, por las acusaciones de narcotráfico contra el super policía del mandato de Felipe Calderón.

Después de dar a conocer cómo la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) y la Policía Federal facilitaron la expansión del Cártel de Sinaloa y Los Beltrán Leyva en el país a lo largo de la carrera política de García Luna, y acusarlo por recibir millones de dólares en sobornos, “El Grande” habló del secuestro, hecho que en el 2010 fue contado por el periodista Ricardo Ravelo, con base en una  versión proveniente de una carta que escoltas de la AFI enviaron a la Comisión de Seguridad Pública de la Cámara de Diputados.

No se precisa, sin embargo, la fecha del secuestro cometido por el desaparecido “El Barbas”.

La foto del cadáver de “El Barbas”, balaceado y cubierto de dólares

“El Barbas” murió la noche del 16 de diciembre de 2009 dentro de un edificio de Tepoztlán, Morelos, luego de un severo enfrentamiento entre sus sicarios y elementos de la Armada.

Los soldados se movilizaron por tierra y aire para rodear al edificio donde fue localizado el capo y desalojar las residencias contiguas. Pese a ser superados en número por los marinos, los sicarios del “Barbas” defendieron a su patrón hasta la muerte.

“Nos llevó algún tiempo poder neutralizarlo, aproximadamente desde que empezó la operación fueron cuatro horas (…) Cuando estaba cercado en el área donde se capturó, él empezó hacer fuego y lamentablemente usó granadas”, declaró el almirante José Luis Vergara, de acuerdo a Infobae.

El jefe de uno de los cárteles más violentos de México murió junto con cuatro sicarios, y uno más se suicidó antes de ser atrapado según la versión oficial.

Las fotografías de la balacera que salieron a la luz revelaron que el departamento de Arturo Beltrán Leyva quedó como un auténtico campo de batalla: manchas de sangre, casquillos de grueso calibre regados en el piso y las paredes totalmente agujereadas.

Pero fue una fotografía la que destacó del resto. La imagen exhibió el cuerpo del narcotraficante desnudo, ensangrentado y cubierto de billetes y dólares estadounidenses.

Beltrán Leyva fue un aliado poderoso del Cártel del Sinaloa, pero rompió su alianza tras el arresto de su hermano Alfredo “El Mochomo” en enero de 2008, que fue visto como una traición por parte del líder de esa organización, Joaquín “El Chapo” Guzmán.

La muerte de Beltrán Leyva —sobre quien pesaba una recompensa de 2.4 millones de dólares en México— fue considerada toda una victoria para el ex presidente Felipe Calderón, quien lanzó una cruzada contra las drogas poco después de llegar al cargo en 2006, pues hasta el momento sólo había logrado capturar a jefes de segundo y tercer nivel.

Actualmente el cuerpo de “El Barbas” yace en el Panteón Jardines de Humaya, en Culiacán, Sinaloa. La construcción de su mausoleo se calculó en unos  650 mil dólares y cuenta con wifi, televisión satelital, varias habitaciones y una cocina.