Los conflictos, la violencia armada, los desastres, las epidemias, las pandemias y otros tipos de crisis obligan a millones de personas a abandonar sus hogares y comunidades, a veces por años e incluso décadas. Más de 80 millones de personas se encuentran actualmente en movimiento dentro y fuera de las fronteras, a causa de desastres que desplazan un promedio de alrededor de 25 millones de personas cada año. La recesión económica, la inestabilidad política y otros factores también impulsan grandes movimientos poblacionales.

Como agencia líder de las Naciones Unidas en el ámbito de la migración, la OIM está comprometida con salvar vidas, así como a ayudar a las poblaciones a apartarse de los lugares de riesgo. Protege a quienes han sido desplazados o están varados por una crisis, y apoya a las poblaciones y a sus comunidades para su recuperación. Trabaja a fin de mitigar los agentes impulsores adversos que obligan a las personas a abandonar sus hogares, ayuda en el desarrollo de la resiliencia y se enfoca en la reducción de riesgos por desastres de modo tal que el movimiento y la migración puedan ser una elección.

La Organización se encuentra ente los mayores actores humanitarios del mundo y es una de las pocas organizaciones internacionales que por sus programas tiene un impacto directo a través del nexo humanitario, de desarrollo y de la paz para proveer respuestas integrales en todas las fases de las crisis. Los empeños de la OIM para encarar las dimensiones de movilidad de las crisis se enmarcan en el Marco Operacional para las Crisis Migratorias (MCOF).

La Oficina Regional de la OIM para las Américas apoya la respuesta a las crisis a través de una amplia variedad de programas y actividades.

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¿Por qué la movilidad es importante durante una crisis?

La mayor parte de las crisis —incluyendo conflictos, violencia armada, desastres, epidemias, pandemias, recesiones económicas severas o de otro tipo— tienen dimensiones vinculadas a la movilidad, en especial cuando:

• Las poblaciones se desplazan o requieren de apoyo para cambiar de lugar y de tal modo evitar sufrir daños.
• Las poblaciones que fueron desplazadas o forzadas a movilizarse –o que se encuentran varadas– por una crisis, tienen necesidades específicas de recibir protección y asistencia.
• Las poblaciones retornan a sus hogares, se reubican o se integran a las comunidades locales como parte de su recuperación de las crisis.
• Las comunidades deben adaptarse al súbito y/o gran flujo poblacional, a veces temporalmente, otras por un largo tiempo..
• Puede que se hayan interrumpido las rutas nómades o los ciclos estacionales de trabajo, entre otras prácticas vinculadas a la movilidad.