Durante su conferencia, ante la insistencia de que la controversia escalara hasta un panel, afirmó que no pasará nada porque a México y Estados Unidos le interesa una buena relación comercial porque sus economías tienen un alto nivel de integración.

Comentó que días antes de su reunión con el mandatario de Estados Unidos, Joe Biden, se reunió con representantes de 18 empresas. “Dediqué dos semanas, como 45 minutos a hora y media. Todo el gabinete, sobre todo directores de Pemex, CFE, Secretaría de Energía, de Relaciones Exteriores, se resolvió la mayor parte no sólo eso, se hicieron compromisos de inversión por 25 mil millones de dólares. Ya se están firmando contratos”.

Ante la insistencia en las preguntas sobre la posibilidad de que se compliquen las conversaciones, sostuvo que a los conservadores les interesaría que México se confrontara pero eso no va a pasar. En otros asuntos abordados en esas conversaciones detalló que “había acusaciones de que terminales de combustible se utilizarán de contrabando, se llegó a un acuerdo de suspender denuncias con el compromiso de que si se volvían a llevar a cabo una práctica de esa naturaleza, cancelaba por completo permiso de importación”.

Consideró que el posicionamiento de la Secretaría de Comercio estadunidense fue “totalmente majadera, en un tono soberbio de prepotencia, haciendo referencia de que la reforma energética del país era la panacea, cuando sostenemos lo opuesto porque fue un desastre para los mexicanos, un fracaso, engañaron a la gente. Que iba a bajar el precio de la luz y gasolina, que iba a llegar inversión extranjera. ¿De cuándo acá un gobierno extranjero va a decidir las leyes en otro país?, ¿con qué derecho?”.

Dijo que él no podría demandar que el congreso estadunidense apruebe una reforma migratoria que tanto han anunciado, porque no le corresponde asumir esa postura.

Además, dijo el Presidente, fue un acuerdo en el tratado, en materia energética es la nación la que tiene el dominio de esos bienes en México. “Ojalá y cambien de parecer, porque aunque se vaya a un panel, donde sea, pues no hay razón”.

–¿Si no cambia Estados Unidos?

–Seguir igual, la inversión extranjera sigue llegando. No hay mingun problema. Si yo te contesto esto, el encabezado. Les urge que nos peleemos. Hay una relación buena con Estados Unidos. Siempre que hablo con Biden me repite que quiere una relación con México en pie de igualdad.

Al mismo tiempo, dijo que los inversionistas extranjeros eligen sobre la base de que haya economías con estabilidad económica y financiera, como es el caso de México que es una de las naciones con un porcentaje de deuda con respecto a su producto interno bruto más bajo, 46 por ciento, cuando el promedio en América Latina es de 72 por ciento; Canadá tiene 102 por ciento y Estados Unidos, 126 por ciento.

“Estaba leyendo una conversación, que a lo mejor ni lo dijo, del embajador Ken Salazar, de que van a frenarse las inversiones. Eso sólo que haya una decisión política de Casa Blanca, así, una ruptura. Y aún así, les aseguro que seguirían llegando inversiones porque nuestro país tiene condiciones inmejorables para inversión foránea. Ya cambió, no quieren aceptar que nos ha funcionado nuestra estrategia económica”.