Y las aulas volvieron a tener vida. Los alumnos ya estuvieron en sus salones de clase a partir de este día al iniciarse el ciclo escolar. La asistencia cumplió con las expectativas de las autoridades, aunque se necesita la presencia de los 560 mil inscritos. Por eso el reiterado llamado a los padres para que lleven a sus hijos a la escuela y venzan sus temores, sobre todo a una pandemia que resiste, pese a que ha menguado.

Hay 20 mil alumnos que no fueron inscritos y un 30 por ciento del total acusaron baja asistencia, según cifras oficiales. El reto de las autoridades es abatir esas cifras.

El Superintendente del Distrito Escolar Unificado de Los Angeles, Alberto M. Carvalho, dijo que los 73 mil empleados y 24 mil maestros, de manera puntual estaban en la trinchera del servicio. Además, normas sanitarias en operación que dan mayor seguridad a la comunidad escolar y un cuerpo de policía enlazado con trece corporaciones, ofrecen condiciones para la mayor tranquilidad posible en los campus.

La meta de LAUSD, siglas en inglés del distrito, es trascender la tasa de ausentismo del año pasado, para lo cual se han emprendido un conjunto de acciones integradas en el Plan Estratégico 2022-26, que aspira a convertir al distrito escolar en el mejor del país, como lo expresó Carvalho.

Para materializar las metas, fortalecer la excelencia académica y apoyar el bienestar, LAUSD indicó que destinará mil 900 millones de dólares adicionales en el presupuesto 2022-23.

Al dar la bienvenida a los estudiantes, maestros, directores y comunidades escolares, LAUSD destacó su “enfoque renovado” con una característica: graduar a todos los estudiantes. El funcionario afirmó, además, que el compromiso es “desbloquear todo el potencial de cada alumno”.

LAUSD hizo saber que el nuevo Plan Estratégico “se enfocará en garantizar que todos los estudiantes se gradúen listos para el mundo, completamente preparados e inspirados para prosperar en la universidad, la carrera y sus vidas”.

LAUSD informó que ha llenado todas las vacantes, lanzó la iniciativa “Todas las familias conectadas” para cerrar la brecha digital y conectar a las familias al internet de alta velocidad, amplió la educación temprana y presentó la escuela más grande del país, programa basado en la calidad del aire.

Atención especial se dará a la salud mental de los alumnos, perturbada por las circunstancias de la pandemia.

Y para tener bajo control al Covid-19, el distrito indicó que será maximizado el distanciamiento físico tanto como sea posible, se alengará el uso de máscaras, continuarán los esfuerzos de desinfección incluido el levado frecuente de manos, han sido mejorados los sistemas de filtración del aire y no se transigirá en la vacunación de todos los empleados.

También se alienta a los estudiantes elegibles a vacunarse. LAUSD, además, seguirá alineado con los requisitos y pautas del Departamento de Salud del Condado de Los Angeles.

Indicó el distrito que ya no se requiere que los estudiantes y empleados generan un código QR de pase diario para ingresar a los planteles, aunque el sistema seguirá utilizándose para cargar los resultados de las pruebas de Covid, almacenar registros de vacunación y publicar notificaciones.

Desde temprana hora, Carvalho acudió a instalaciones del distrito y a una escuela en Arleta, donde dialogó con alumnos del quinto grado.

El Superintendente y los miembros de la Junta Educativa expresaron: “Estamos listos para un nuevo año de aprendizaje”.

Observaciones de padres de familia

A padres de familia les agradó la presencia de los autobuses eléctricos y una comida mejor que la del ciclo pasado.

Tambien se refirieron en términos elogiosos a la política de seguridad ya que se instalaron cámaras en los planteles y que la policía escolar estuviera conectado con 13 agencias policiacas.

Lo que preocupa al Concilio de Padres de Highland Park es que hay escasa supervisión poara contener el creciente bulling en los centros escilares.

Además, dijeron las escuelas no están abiertas para el involucramiento de padres. “Por qué”, preguntaron.

El grupo advirtió, igualmente, que la policía debe estar debidamente preparada para tratar a un niño con autismo,, esquizofrenia u otro mal ya que cuando no toman medicamento asumen una conducta agresiva. En ese momento entra en juego el profesionalismo de un uniformado para saber manejar la situación sin recurrir a la violencia.