“A veces no saben que son víctimas de tráfico laboral de personas” dice Beatriz Nicholson, Fiscal del condado de Tulare, respecto al operativo realizado por distintas agencias del orden para detener la trata de personas y rescatar víctimas, tanto por servicios sexuales o laborales.

Desde el 2014, la Oficina del Alguacil del condado de Tulare, junto con la Fiscalía del distrito, organizaciones no lucrativas y federales trabajan conjuntamente en la Unidad Especial de Tráfico Humano, multiagencia que durante el mes de enero llevó a cabo un operativo en contra de este crimen.

A propósito de que enero es el mes de concientización sobre la trata de personas, este equipo especial logró identificar explotadores sexuales, y pudo concientizar a la comunidad trabajadora e inmigrante principalmente, acerca del tráfico de personas en materia laboral.

El problema explica la Fiscal es que al no saber que son víctimas, las prácticas ilegales se naturalizan, es decir, se vuelven normales. “Es importante salir y poder platicar con la gente, y preguntarles para quien están trabajando, cuánto le están pagando, saber si son víctimas de explotación” agrega Nicholson.

Los vendedores de flores y frutas al lado de las carreteras pueden esconder redes de tráfico, sin embargo, las víctimas no denuncian por miedo. “Este no es cualquier crimen, en el cual haya una evidencia, una herida visible, en el tráfico laboral todo es oculto, todo es a puerta cerrada” puntualiza la Fiscal del Distrito del condado de Tulare.

La mayoría de las veces, se asocia el tráfico de personas con servicios sexuales, sin embargo va más allá. El tráfico de personas es una forma de esclavitud moderna, a muchos les retienen sus documentos y no pueden salir de dónde están. “Tienen mucho miedo de salir, porque los amenazan con deportarlos”.

El llamado de las autoridades es a reportar y no tener miedo. No obstante, a nivel nacional sólo se realizaron 17 denuncias el año pasado, lo que para la Fiscal no representa la realidad de la situación, pues asegura que es muy común este delito, sólo que no se habla de él.