Karina Ruiz será la primera migrante en llegar al Senado de la República Mexicana
May 12, 2024 - por La Educación.
La migrante Karina Ruiz en el evento donde fue presentada como candidata plurinominal de Morena al Senado de la República. Atrás el ex Canciller Marcelo Ebrard. Foto: La Educación.
Ciudad de México
Karina Ruiz ya se encuentra en el umbral de la historia. Será la primera migrante mexicana en ser senadora de la República.
Es “soñadora”, (dreamer*), originaria de Tlanepantla, Estado de México, de raíces oaxaqueñas, de 39 años, de los cuales 24 ha vivido en Phoenix, Arizona, tiene tres hijos y tres nietos, es licenciada en bioquímica y luchadora social.
Postulada por Morena, acentúa:
“En el Senado no hay quien comprenda las vivencias y experiencias de los migrantes. Se necesita legislar con la visión de los migrantes”.
Ella fue presentada, junto con la media docena de migrantes que llegarán al Poder Legislativo mexicano como candidatos plurinominales. Cinco irán a la Cámara de Diputados y ella tendrá escaño en la Cámara Alta. Les dieron la bienvenida el presidente de Morena, Mario Delgado, y el ex Canciller Marcelo Ebrard, coordinador de los futuros legisladores.
Menuda, con soltura verbal, en diálogo con La Educación, Ruiz, conocedora del modo de vida americano, revela que irá a Washington a dialogar con legisladores de Estados Unidos para hablar “de igual a igual” para ver la manera de resolver problemas de los “dreamers” y de los más de once millones de mexicanos radicados en esa nación a fin de buscar un camino para legalizar su situación migratoria.
La entrevistada tremola esas banderas desde que llegó a la Unión Americana. Incluso suspendió su actividad científica para ir a la capital estadounidense y para salir a las calles en defensa de los derechos de los migrantes. Está curtida en esas lides.
Con su padre Mauro Ruiz, y su hijo menor, John, cuando el mayor de sus vástagos, Jesús, votó por primera vez en comicios de EU. Foto proporcionada por Karina Ruiz.
Lucha social
Este período de su vida ha sido de lucha contra el ambiente antiinmigrante, contra legislaciones excluyentes y racistas. En Arizona se enfrentó al Sheriff del condado de Maricopa, Joe Arpaio, quien permaneció en el cargo durante 24 años, e instaló prisiones al aire libre y exhibía a los inmigrantes como animales de zoológico.
Ruiz también se considera sobreviviente de la ley 1070 impulsada en el 2008 por el senador republicano Russell Pearce para fortalecer a las fuerzas del orden público y combatir a “los invasores de la soberanía americana”, en referencia a los migrantes. El ordenamiento fue derrotado en la Suprema Corte que consideró que usurpaba la política federal de inmigración.
Ante Delgado y Ebrard, Ruiz fue terminante:
“ En México se tiene que desarrollar la visión de los migrantes. No somos sólo remesas”.
Asegura que “ahora desde este lado de la frontera vamos a crear condiciones y a apoyar la agenda de la doctora Claudia Sheinbaum para que mejoren las condiciones de México y de los migrantes allá”.
Y resalta:
“Vamos a lograr la transformación del sueño mexicano”.
Una de sus prioridades es pugnar por la reforma de los consulados mexicanos para que refuercen su política de protección al pueblo mexicano migrante y a los dreamers, o sea, a aquellos mexicanos que fueron llevados del vecino país cuando eran niños y que allá han desarrollado la mayor parte de sus familias y que han cursado educación superior.
Ante la pregunta sobre lo que hará para que la fuerza de los dreamers tenga presencia en México, respondió que hay que animarlos porque hay quienes truncan sus estudios profesionales por lo oneroso de la matrícula en las universidades, además de que son muy pocas las becas privadas. Una opción, agregó, es que vengan a México a estudiar y que sean validadas sus carreras para que sean utilizadas en los dos países.
Con sus padres, Virginia y Mauro Ruiz, y dos de sus hijos, en un centro de atracciones en Arizona. Foto proporcionada por Karina Ruiz.
Fue llevada a los 15 años a EU
A los 15 años, Ruiz fue llevada a por sus padres – Virginia y Mauro, ya mayores de edad, originarios de Ejutla de Crespo, Oaxaca- a tierras del Tío Sam, atraídos porque una de sus hermanas que había partido un año antes les dijo que allá había oportunidades de trabajo. “ Me dijeron que íbamos por un año a trabajar, a juntar dinero para poner un negocito. Eso lo he escuchado de muchos migrantes. Es el plan inicial”.
Y allá se quedaron. “Nuestros padres buscaban un mejor futuro, son los primeros soñadores”, enfatiza a manera de un rendimiento de culto.
De inmediato sintió la dureza de la vida de los migrantes, sobre todo en estados gobernados por republicanos, mayoritariamente antinmigrantes y antimexicanos.
Estudió la preparatoria, el colegio y tuvo a sus tres hijos: Jesús, de 22 años, Joseph 14 y John 12. “No había razón para regresar a México”, exclamó. Logro ser beneficiada del programa DACA y gracias al permiso que tienen para salir de EU fue a Iztapalapa, Ciudad de México, a ver a su abuela, presentarle a sus nietos y más tarde murió. Su padre habló con ella en sus últimos momentos de vida mediante videollamada. Su progenitor falleció en 2020 a consecuencia del Covid.
Karina Ruiz.
Separación familiar, crisis humanitaria
“Es la historia de los migrantes, que perdemos familiares todos lo días. La separación familiar es una crisis humanitaria”, señala. Y para enfrentar y resolverla “tenemos que seguir luchando y alzando la voz”, destaca.
La única solución es la reforma migratoria con camino a la ciudadanía, como lo postula el presidente López Obrador. Debido a ello, “nosotros llevamos esa agenda”.
Ruiz terminó la licenciatura en bioquímica en 2015, carrera que hizo en doce años debido a su situación migratoria ya que por ser indocumentada le pedían pagar el triple de la matrícula. Esto la motivó para ahondar su lucha que tuvo frutos ya que ahora los jóvenes con dos años de residencia en Estados Unidos pueden acceder a la matrícula a costa del estado.
Afirma con orgullo que hizo una pausa en su carrera científica para dedicarse a organizar a la comunidad mexicana y latina para luchar por la legalización de dreamers, sus padres y los migrantes.
Agrega:
“El destino me trajo a México a una noble lucha distinta y necesaria para que reconozcan a los mexicanos en el exterior”.
Por eso pone de relieve que no viene sola sino que trae a cuestas a la comunidad migrante.
Su hijo mayor, de 22 años, ya ciudadano estadounidense, le ajustará su estado migratorio de tal forma que a finales de año logrará la residencia permanente, o sea, que finalmente dejará de ser indocumentada.
Por lo pronto, llegará al Senado de la República como beneficiaria de DACA, como dreamer, como soñadora.
“Esa soy yo”, remata. Y se despide.
*DACA ( Deferred Action for Childhood Arrivals, Acción Diferida para los Llegados en la Infancia), es un programa temporal creado en 2012 por el entonces presidente demócrata Barack Obama que brinda protección contra la deportación a las personas que arribaron a los Estados Unidos cuando aún eran menores de edad, a condición de que estén matriculados en la escuela, se han graduado u obtenido un certificado de finalización de la escuela secundaria, han obtenido un Certificado de Desarrollo de Educación General (GED), o es un veterano con licenciamiento honorable de la Guardia Costera de Estados Unidos o las Fuerzas Armadas de Estados Unidos. A ellos se les conoce como “dreamers” o “sonadores”.