La administración federal ha propuesto reglas más estrictas para las subvenciones de las escuelas chárter. Ante ello, la Asociación Nacional de Educadores ha pedido a sus 3.5 millones de agremiados que escriban al presidente Biden para que ponga fin a esos planteles corporativos y para que sean sujetos de rendición de cuentas y transparencia como ocurre con los planteles públicos.

NEA, siglas en inglés de esa organización -la más importante del país- ha precisado a sus agremiados que los correos electrónicos al mandatario deben ser enviado antes del 13 de abril. El propósito es resaltar el daño que esos centros educativos le hacen a la educación pública ya que succionan sus recursos y no los destinan a la enseñanza sino al lucro.

La asociación aplaude el esfuerzo del Departamento de Educación  que “toma muy en serio los problemas causados por las chárter y propone el fin del apoyo”.

Recordó que la intención original de las chárter -escuelas privadas que operan con fondos públicos- era proporcionar un espacio para que los educadores fueran más flexibles e innovadores, pero “al ser administradas por grandes empresas, los multimillonarios las convirtieron en máquinas de hacer dinero que sólo benefician a ellos mismos”.

Citó que todas las escuelas que reciben fondos públicos deben cumplir con los mismos estándares de excelencia, equidad y transparencia que las escuelas públicas administradas por los distritos escolares del país.

“El crecimiento de estas escuelas corporativas ha socavado a las escuelas públicas y a las comunidades locales, tomando dinero de los contribuyentes sin supervisión y sin aumento en el aprendizaje y crecimiento de los estudiantes”, señaló NEA.

Antes de la pandemia, alrededor del 6 al 7% de alumnos de Estados Unidos asistían a escuelas chárter. El Congreso aprobó recientemente un proyecto de ley que mantiene el financiamiento estable a esos panteles, de 440 millones de dólares lo que acredita que no quiere eliminar el programa sino reformarlo.

Como candidato, Biden dijo que su era elegido como presidente, eliminaría los fondos federales de las chárter.

Lasura Meckler, escribió en el diario The Washington Post, que las nuevas reglas propuestas por la administración Biden “contribuyen en gran medida a cumplir esa promesa”.

Indica que las regulaciones propuestas se producen en medio de un creciente desencanto de parte del Partido Demócrata con las escuelas chárter, en parte por los escándalos que se producen por malos manejos de los recursos públicos.

NEA, sin embargo,  se ha dirigido a sus miembros para apoyar la propuesta del Departamento de Educación de prohibir que esas escuelas con fines de lucro solicite subvenciones y reciban fondos para abrir más y que se mantengan los mismos estándares que las escuelas públicas tradicionales.

Los conmina a compartir sus historias y ejemplos personales con las chárter.

Incluso, les da un machote de misiva para dirigir a Biden en el que resaltan que “nuestros niños merecen una escuela con educadores con licencia, donde protejan los derechos civiles de los estudiantes y con una junta escolar elegida, no de una compañía y que rinda cuentas”.

Meckler precisa que las chárter reciben fondos que necesitan los planteles públicos para educar a la mayoría de los niños estadounidenses y forman parte de un movimiento que se propone privatizar la educación pública.

En cuanto al rendimiento de esos planteles, cita que el peso de los estudios realizados sobre este tema muestra que en general no funcionan mejor que las escuelas públicas.

La Red para la Educación Pública publicó en el 2019 varios informes sobre el Programa Federal de Escuelas Chárter que revelaron el desperdicio de cientos de millones de dólares de los contribuyentes en escuelas que no abrieron o fueron cerradas,

También mostraron que el Departamento de Educación, dirigido por la titular, Betsy DeVos, no monitoreó adecuadamente las subvenciones federales a estas escuelas.