La presidenta de la Federación Americana de Maestros, Randi Weingarten, entregó una queja formal ante las Naciones Unidas contra la “inhumana política de inmigración” de Donald Trump,  a la que calificó de “abusiva y traumática”.

“Esto no es un asunto político”, dijo Weingarten a la multitud reunida para observar cómo un pequeño grupo de líderes presentaba la denuncia. “Este es un problema humano”, dijo..

“Estamos presentando esta queja ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en un pedido de justicia para los niños y familias sujetos a tortura y violaciones graves de los derechos humanos como resultado de la política de ‘cero tolerancia’ promulgada y promovida por el presidente Donald Trump y el abogado General Jeff Sessions, “dice la denuncia.

Precisa: “Esta política está separando intencionalmente a los niños de sus padres que buscan asilo y protección contra la guerra civil, la intolerancia y la agitación social”.

La carta continúa llamando “a las separaciones atroces, intolerables e ilegales, especialmente dado que muchas familias ya han sufrido traumas significativos en sus países de origen”.

La Federación Americana de Maestros (AFT, siglas en inglés) –que cuenta con más de un millón de agremiados- pide a la Organización de las Naciones Unidas que reconozca el derecho de asilo como fundamental para los principios de derechos humanos, también cita numerosos tratados y protocolos de la ONU que protegen a los refugiados y pide al consejo que condene la política y pida su inmediata revocación.

Además del evento de la ONU, la AFT está circulando la carta como una petición (que cualquiera puede firmar, instando al Consejo de Derechos Humanos de la ONU a tomar medidas. La petición ya ha recolectado decenas de miles de firmas.

Las políticas de separación familiar han sido tan desgarradoras que se han convertido en los más urgentes entre muchos desafíos de inmigración, cita la AFT.

La organización recordó que los líderes AFT, miembros y sus habitantes locales han trabajado durante años para hacer posible una política de inmigración más sensata e inclusiva, realizando talleres para ayudar a las familias a navegar la ley de inmigración, hablar en mítines, contar sus historias y trabajando para una legislación que alivie el terror en las comunidades atormentadas por la posibilidad inminente de deportación.