La Junta Educativa del distrito escolar angelino urgió a autoridades y legisladores a explorar nuevas vías para frenar la violencia armada en el país. Sus siete miembros aprobaron una resolución al considerar que ese fenómeno ya adquiere proporciones de epidemia que mata a diario a estudiantes y jóvenes.

El Superintendente Alberto M. Carvalho destacó, asimismo, el compromiso para fortalecer las medidas de seguridad de armas en los campus para garantizar que el salón de clases sea un espacio seguro para el aprendizaje.

“Los estudiantes y el personal merecen venir a nuestros campus libres de la ansiedad y el miedo a la violencia”, planteó.

Las propuesta de la resolución fue presentada por el integrante de la Junta Educativa, Nick Melvoin, quien resaltó: “ No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras los niños mueren y las familias sufren el horror implacable de la violencia armada en este país”. “Si bien una Junta Escolar no puede legislar sobre el control de armas, – agregó- quiero asegurarme de que el Distrito esté haciendo todo lo posible, incluido el uso de nuestro poder adquisitivo, para luchar contra esta epidemia”.

Las posibles estrategias de la propuesta incluyen abogar por una legislación que tenga como objetivo reducir la violencia armada a través de nuevos requisitos o medidas de seguridad, y revisar las políticas financieras y de adquisiciones para identificar cualquier oportunidad potencial que desaliente la venta de armas, como la desinversión de los minoristas de armas.

La resolución fue copatrocinada por el presidente de la Junta Jackie Goldberg, el vicepresidente de la Junta , Scott M. Schmerelson, y los miembros de la misma, doctor George McKenna, la doctora  Rocío Rivas y Tanya Ortiz Franklin

La resolución también pide la conmemoración anual del primer viernes de junio como  Concientización Nacional sobre la violencia armada y el Día para vestirse de naranja.

“No hay excusa para la inacción frente a la amenaza constante que representa la violencia armada para los estudiantes de todo el país. Hoy reiteramos nuestras demandas de políticas que mantengan seguras a nuestras comunidades”, dijo la presidenta de la Junta, Jackie Goldberg, quien agregó. “Les debemos a nuestros hijos insistir en que los rifles automáticos, las pistolas automáticas y los cartuchos de balas múltiples están prohibidos en todo el país”.

Scott Schmerelson, vicepresente de la Junta, subrayó que “no debemos sentirnos impotentes ante el impacto persistente de la violencia armada en nuestras comunidades”. Y expuso:

“Como comunidad educativa, podemos ser parte para  poner fin a la violencia armada actuando a través de nuestras prioridades legislativas, nuestras políticas de adquisición, nuestro plan de estudios y nuestras campañas de concientización comunitaria”.

En tanto, el doctor George McKenna, otro miembro de la Junta, manifestó que “la  seguridad escolar y el rendimiento estudiantil encabezan mi lista de prioridades como educador”. Agregó:  “Tenemos la obligación de proteger a nuestros estudiantes mientras están bajo nuestro cuidado. Me uno al esfuerzo de colaborar con nuestros legisladores para aplicar leyes de armas de sentido común que mantengan a nuestros estudiantes, familias y comunidades a salvo de esta forma prevenible de violencia”.

La doctora Rocío Rivas, integrante de la Junta, puso de relieve que “debemos reafirmar nuestro compromiso de poner fin a la violencia armada y respaldarlo con reformas concretas que protejan a nuestros estudiantes y familias, en particular a las comunidades de color que se ven afectadas de manera desproporcionada”.

“Demasiados de nuestros estudiantes viven con el trauma de estar expuestos a la violencia armada, ya sea el miedo a los tiroteos masivos, la violencia comunitaria que presencian en su vecindario o los amigos y familiares que han perdido”, dijo otra miembro de la Junta. Kelly Gonez. “Exigimos – agregó- la reforma de armas de sentido común que nuestros estudiantes merecen para que puedan vivir y aprender libres de la amenaza de la violencia armada sin sentido”.

Tanya Ortiz expuso que “como el segundo distrito escolar más grande del país, tenemos la responsabilidad especial de modelar prácticas educativas y proactivas para prevenir la violencia armada en nuestras comunidades, escuelas y hogares para mantener seguros a nuestros estudiantes y familias”.

Destacó:

“ Me enorgullece apoyar esta resolución para contrarrestar la cultura de la violencia armada en este país, reflexionar y refinar nuestras propias inversiones, y hacer un llamado a los legisladores para que aprueben e implementen medidas más estrictas de seguridad con las armas”.