Es imposible  capturar todo lo que hemos  pasado en  los  últimos dos años: una pandemia y un complot para  anular una  elección presidencial. Guerras de máscaras, guerras culturales y una guerra contra la verdad.  Inundaciones en Puerto Rico e incendios en Nuevo México.  Violencia armada devastadora  en Uvalde, Buffalo, Highland Park y tantas otras  comunidades.  El racismo y el miedo y el trauma que inflige. Una  mayoría de derecha en la Corte Suprema  que socavó la separación de la  Constitución de la iglesia y el estado;  anuló Roe v. Wade; y obstaculizó Miranda v. Arizona, la Agencia  de Protección Ambiental  y  la capacidad de los estados para  mantener seguros a sus ciudadanos, todo en un solo mes.  Las   compañías petroleras y  otras corporaciones están cosechando ganancias récord pero apretándonos  en seco en la bomba y la tienda  de comestibles.

Y por eso señalo que este momento se puede ver al través de la lente del miedo o la esperanza, de la desesperación o la aspiración, del interés propio o el bien mayor. Mejor, dice, elegir innegablemente a la esperanza, la aspiración y el bien mayor.

Más de 3,000 miembros de la AFT  se reunieron la semana pasada  en Boston para nuestra primera convención en persona desde la pandemia de COVID-19. Como les dije, este momento se puede  ver  a través de la  lente del miedo o la esperanza;  desesperación o aspiración;  el interés propio o el  bien mayor. A medida que he  viajado por el país visitando a los miembros, maestros y  personal escolar, enfermeras y  profesionales de la salud,  empleados públicos y  profesores y personal universitario, he visto que definitivamente ,  elegir desafiante e innegablemente la esperanza,  la aspiración y el bien mayor.

Lo han hecho  centrándose en los fundamentos esenciales para una  vida mejor para todos. Elementos esenciales como la seguridad, ya sea la seguridad  de  las armas de sentido común o las protecciones para nuestros estudiantes LGBTQIA +. Y elementos  esenciales  como el conocimiento y  las habilidades necesarias para prosperar en el mundo de hoy: lectura, matemáticas, ciencias y  habilidades prácticas para  la vida y  pensamiento crítico.

Para volver a comprometerse con  esos elementos esenciales, la AFT ha lanzado nuestra nueva  campaña Lo que Necesitan los Niños y las Comunidades (What Kids and Communities Need).  Mientras que algunos políticos están tratando  de abrir una brecha entre padres y  maestros  prohibiendo   libros, censurando el currículo y politizando la educación pública, estamos  enfocados en invertir en  las escuelas públicas y los conocimientos y habilidades esenciales que  los estudiantes necesitan.  Estamos enfocados en acelerar el  aprendizaje, no sólo en ponernos al día.  Estamos luchando por las condiciones que  los estudiantes necesitan para prosperar, como escuelas con buena ventilación,  clases más pequeñas y  recursos de salud mental.  Si los políticos realmente quieren ayudar  a los niños a prosperar,  también deben invertir en esto.

La lectura es otro de los imprescindibles. No sólo afecta a todos los demás logros académicos, sino que es esencial para el bienestar y para desbloquear las posibilidades de la vida.   A través de la  campaña Leer Abre el Mundo (Reading Opens the World) de  la AFT, estamos dando más de 1 millón de  libros a niños y   personal escolar en todo Estados Unidos, junto con consejos para promover  alfabetización y amor por la lectura.

Estamos trabajando para ampliar el  acceso a otro esencial: las escuelas comunitarias, que ayudan a los niños y las familias a  obtener atención médica,  asistencia alimentaria y otras necesidades en un solo lugar. La AFT y nuestros afiliados actualmente apoyan a más de 700  escuelas comunitarias en todo el país.  Tenemos  un objetivo ambicioso:  expandir nuestro alcance a 2,500  escuelas comunitarias en los próximos cinco años.

Por supuesto, las personas que hacen todo esto son esenciales.  Pero una encuesta reciente de Gallup  encontró que los profesionales de K-12  son los trabajadores más quemados en Estados Unidos. Los maestros y el personal  escolar han estado luchando durante años con una falta de respeto,  recursos inadecuados,  compensación deficiente y  papeleo interminable. Y luego vino el COVID-19.  Incluso antes de la pandemia, casi 300,000 maestros abandonaron la profesión cada año, dos tercios antes de la  edad de jubilación.

La AFT  no sólo está denunciando este  problema, estamos encontrando soluciones. Los  delegados de la convención de la AFT  aprobaron una resolución de nuestro Grupo de Trabajo de Escasez de Maestros  y  Personal Escolar, identificando áreas clave que deben  cambiar: clima, cultura, condiciones y,  por supuesto, compensación.

Otro elemento esencial es hacer que la economía funcione para todos, especialmente cuando  los trabajadores luchan con precios más altos para casi todo.  Los precios más  altos perjudican aún más porque el salario mínimo federal  ha sido de solo $ 7.25 desde 2009.  Duelen porque los republicanos en el Congreso siguen bloqueando los  esfuerzos para reducir el costo de los medicamentos recetados.  Duelen  porque las firmas de capital  privado están adquiriendo bienes raíces, lo que hace que el precio del alquiler y las casas se dispare. Y  los precios más altos perjudican porque los empleadores siguen rechazando  las campañas de sindicalización.

Como estadounidenses,  tenemos la obligación esencial  de defender nuestra democracia.  El comité de la Cámara de Representantes  que investiga la insurrección del 6 de enero  ha presentado pruebas impactantes de cómo Donald Trump y sus aliados trataron de   impedir la transición pacífica del poder. Y  las fuerzas antidemocráticas que trabajaron horas extras antes de las elecciones de   2020  para limitar los derechos de voto ahora están sentando las bases para interferir con el conteo de  votos e incluso   manipular el resultado en futuras elecciones.

Este es un momento para ponernos de pie y ser contados, para vivir  nuestras convicciones, para comprometernos, no para  retirarnos.   Debemos  luchar por nuestros hijos y nuestro país, por nuestra democracia y nuestras libertades.  Debemos  actuar para cumplir nuestras aspiraciones: votando, luchando por  una economía  que funcione para todos y  asegurando que   todos los niños  tengan acceso a   escuelas públicas acogedoras y bien dotadas de recursos.   Así es como  lograr una  vida mejor para todos.