Sean las vacaciones de primavera o sea un exceso de confianza por el proceso de vacunación, la pandemia ha acelerado en el mundo en las últimas semanas. El nuevo pico es incluso mayor que el de diciembre 2020 y enero 2021.

En noviembre del año pasado empezaron a subir los contagios y fallecimientos y luego se estacionaron arriba hasta febrero. Pero ahora, de febrero a abril, el crecimiento se ha acentuado de tal forma que el gráfico de la Johns Hopskins University muestra no un llano, sino un pico alto. Esto confirma las preocupaciones de distintos países y también las lanzadas en semanas pasadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El Gobierno mexicano ha alertado que las vacaciones podrían provocar un aumento de contagios. Estados Unidos ha pedido a la población acudir a vacunarse por la presencia, cada vez más fuerte, de cepas más contagiosas y peligrosas. Brasil ha sufrido durante todo marzo niveles jamás imaginados mientras que Chile es la paradoja mundial: es ejemplo en vacunación, pero también sufre por los nuevos contagios.

De acuerdo con la Universidad Johns Hopkins, la pandemia de coronavirus ha rebasado ya los 135 millones de contagios desde la declaración de la crisis y sigue acercándose al umbral de los tres millones de fallecidos con más de 12 mil 400 decesos adicionales en las últimas horas del sábado.

Trabajadores de la salud atienden a paciente con la COVID-19. Foto: Petr David Josek, AP.

El organismo ha señalado a través de su página web que durante las últimas 24 horas se han detectado 664 mil 505 casos y 12 mil 407 muertos, lo que sitúa los totales en 135 millones 467 mil 026 y 2 millones 929 mil 837, respectivamente, mientras que 77 millones de personas se han recuperado hasta ahora de la COVID-19.

Estados Unidos continúa como el país más afectado en cifras totales, con más de 31.1 millones de casos y 561 mil 700 muertos. Por detrás están Brasil, con más de 13.4 millones de contagios y más de 351 mil decesos, e India, con más de 13.3 millones de casos y más de 169 mil 200 fallecidos, en medio de un repunte que ha dejado cifras récord durante los últimos días.

Por su parte, México es el tercer país en número de fallecidos, con más de 209 mil decesos, si bien figura en decimocuarto puesto en número de contagios a nivel global. Francia, Rusia y Reino Unido se encuentran por encima de los cuatro millones de casos, mientras que entre los tres y los cuatro millones están Turquía, que ha rebasado a Italia en las últimas horas, y España. En la horquilla entre los dos y los tres millones están Alemania, Polonia, Colombia, Argentina, México e Irán.

Entre el millón y los dos millones de contagios figuran Ucrania, Perú, República Checa, Indonesia, Sudáfrica, Países Bajos, Chile, Canadá y Rumanía, que ha rebasado el millón de contagios este pasado sábado. Bélgica, Irak, Filipinas, Suecia, Israel, Portugal, Pakistán, Hungría, Bangladesh, Jordania, Serbia, Suiza, Austria, Japón y Marruecos están entre el medio millón y el millón de contagios.

LA ALERTA MEXICANA Y EL DRAMA BRASILEÑO

Hasta la noche del sábado, México acumula 209 mil 212 decesos por la enfermedad causada por el coronavirus SARS-CoV-2 y 2 millones 278 mil 420 casos confirmados, según la Secretaría de Salud. Sin embargo, las autoridades sanitarias y el Presidente Andrés Manuel López Obrador han alertado por un posible repunte en los casos, derivados del periodo vacacional de Semana Santa.

“Hay una disminución de contagios. Sin embargo, hay que esperar qué efectos pueda acarrear el que salió mucha gente en Semana Santa y estuvo en balnearios, y hay que ver qué situación nos puede producir este relajamiento, que también es entendible. Vamos a ver qué resulta después de la Semana Santa sobre todo el próximo fin de semana, 15 días, sobre todo si aumenta el número de hospitalizados, ir viendo”, dijo el mandatario mexicano en su conferencia del 5 de abril.

Un día antes, el Gobernador de Chiapas había informado que los primeros vacaciones con COVID-19 habían arribado a los pacientes estatales. De 16 casos reportados, seis eran graves.

Mientras en Brasil, abril se perfila como el mes más oscuro por la pandemia de coronavirus, con hospitales luchando con una aglomeración de pacientes, muertes a niveles récord y un programa de vacunación plagado de problemas en la nación más grande de América Latina.

Brasil enfrenta problemas para contener a la COVID-19. Foto: Silvia Izquierdo, AP.

A medida que la variante P.1 de COVID-19, que es particularmente contagiosa, arrasa en Brasil, el país ha registrado 350 mil decesos, marca superada sólo por los más de 560 mil muertos de Estados Unidos.

El promedio móvil de siete días de Brasil ha aumentado a 2 mil 820 muertes por día, en comparación con el promedio mundial de 10 mil 608 por día, según datos hasta el 8 de abril de la Universidad Johns Hopkins.

Se pronostica que el número de muertos seguirá aumentando en las próximas dos semanas a un promedio de casi 3 mil 500 por día antes de disminuir, según el Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington.

Expertos en salud pública culpan al Presidente Jair Bolsonaro por negarse a promulgar medidas estrictas para detener las infecciones y por enfrentarse a los gobernadores y alcaldes que lo hicieron.

Esto se ha agravado por la apuesta del Ministerio de Salud por una sola vacuna, la de AstraZeneca, y por comprar solo un respaldo, la china CoronaVac, después de que surgieron problemas de suministro. Las autoridades ignoraron a otros productores y desperdiciaron oportunidades hasta que fue demasiado tarde para obtener grandes cantidades de vacunas para la primera mitad de 2021.

-Con información de EuropaPress y EFE.