Cuando Jürgen Klinsmann llegó en 2004 a la selección alemana, sabía que algo debía cambiar para volver a competir con los más grandes. Diez años después estaba levantando la copa del mundo. Y no fue en cualquier sede, fue en la cuna del “Juego bonito”: Brasil. ¿Cuál fue el secreto? El uso de la tecnología.
Pero aun cuando las selecciones tenían carta blanca para innovar, la esencia del juego permanecía inamovible. Fue la salida de Joseph Blatter (2015) de la dirección de la FIFA y la llegada de Gianni Infantino (2016), lo que abrió las puertas de la ciencia al fútbol.Mientras deportes como el rugby (2001), hockey, baloncesto (2015, tomando como referencia la NBA), tenis (2006) y el béisbol (2014) aprovechaban la evolución de las cámaras digitales para minimizar los errores humanos, la FIFA aún discutía el uso de la asistencia del arbitraje mediante videos (VAR).

Finalmente, será en Rusia 2018 cuando debute el VAR. Si esta tecnología convence a los espectadores y actores de la competencia que se realizará del 14 de junio al 15 de julio, entonces seguramente veremos nuevas actualizaciones.

Sin embargo, el fútbol sí ha dado algunos pasos importantes debido a los descubrimientos científicos aplicados al deporte, aunque no son muy conocidos. Repasemos cómo y de qué manera ha sucedido esto.

En la cancha

El 5 de julio de 2012, la International Football Association Board, que reglamenta a este deporte, aprobó el “ojo de halcón” (Hawk-Eye) y el balón inteligente, que incluye un chip en su interior.

El “ojo de halcón” usa 14 cámaras de alta definición, siete en cada campo, que triangulan la posición exacta de la pelota en tiempo real. Si la esférica traspasa la línea de gol, el árbitro recibe una señal en un reloj que lleva en la muñeca. Se complementa con las ondas que emana el microchip cuando la pelota entra por completo en el arco. Todo esto en menos de dos segundos.

Las modificaciones debutaron en el Mundial de Clubes de 2012, continuaron con éxito en la Copa Confederaciones de 2013 y demostraron su fiabilidad en Brasil 2014.

El “ojo de halcón” es similar a la tecnología que se usa en el tenis para comprobar si una pelota está fuera o no del campo reglamentario. En el caso del fútbol, se implementó con el objetivo de acabar con los “goles fantasmas” (validar un tanto que no fue o invalidar uno que lo fue) y se rebautizó como Tecnología de Línea de Gol (GLT, por sus siglas en inglés).

Uno de los usos más famosos del GLT fue en Brasil 2014 cuando Francia sumó su segundo gol contra Honduras tras la revisión de un remate de Karim Benzema. Las imágenes comprobaron que la pelota había traspasado la línea de gol.

Ahora, con la llegada del VAR, que revisa cuatro situaciones de juego (goles, penaltis, tarjetas rojas y confusión de identidad), cualquier cosa que suceda en la cancha quedará registrada en video, lo que debería incidir en una mayor honestidad de los jugadores y en la toma de decisiones más justas.

Información en tiempo real

Otros cambios que se verán en Rusia 2018 y que no han recibido mayor atención de los medios de comunicación, pero que pueden establecer una gran diferencia con las competencias pasadas, tienen que ver con la comunicación entre miembros de un mismo equipo, adentro y afuera del campo. Por ejemplo, un médico de cada oncena podrá ver el encuentro frente a una pantalla. Si observa una lesión grave o un choque peligroso, se comunicará inmediatamente con su colega que se encuentra en el banquillo.

Fuente: cnet.com