En 2008 comenzaron a aparecer pancartas en distintos puntos del país en los que se acusaba a García Luna de trabajar para el Cártel de Sinaloa.En esa época, Reveles recuerda que miembros del cártel de los Beltrán Leyva _ una escisión del de Sinaloa _ interceptó la caravana en la que viajaba García Luna y decenas de sus agentes en una carretera al sur de la Ciudad de México. El periodista, que tuvo acceso a documentos con las declaraciones de varios de sus agentes en la Cámara de Diputados, explicó que los criminales desarmaron y vendaron a los policías y se llevaron a García Luna a un encuentro con Arturo Beltrán Leyva, uno de los líderes de la organización criminal. El ex funcionario siempre lo negó.

Para limpiar la imagen de la Policía Federal, Televisa lanzó en 2011 una telenovela titulada “El Equipo”, que presuntamente fue financiada con fondos federales y presentaba a una policía bien entrenada y valiente, muy lejana a la percepción popular.

En 2012, el narcotraficante Édgar Valdez Villarreal, alias “La Barbie”, de doble nacionalidad mexicano-estadounidense, hizo pública una carta en la que decía tener a sueldo a García Luna.

Ese mismo año, un policía federal abrió fuego contra compañeros en el aeropuerto de Ciudad de México, lo que evidenció una red de corrupción en el interior del organismo. Además, 14 agentes de García Luna dispararon contra una camioneta con personal de la CIA a los que supuestamente confundieron con criminales.

A pesar de estos antecedentes, el analista Alejandro Hope recordó que el Gobierno estadounidense parecía tolerar y aprobar la política de seguridad que llevaba a cabo García Luna, e incluso le permitió vivir en el país durante siete años antes de presentar cargos en su contra.

En esta foto de archivo del 3 de septiembre de 2009, el entonces Secretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna, habla durante una entrevista con The Associated Press en la Ciudad de México. Foto: Darío López-Mills, Archivo, AP

“¿Por qué ahora?”, se preguntó Hope.

Aunque hace tiempo que las acusaciones están sobre la mesa, no está claro si el momento de su captura es parte de algún tipo de acuerdo desconocido dentro del complejo mundo de las relaciones entre México y Estados Unidos en cuanto a la lucha contra el crimen organizado, o es simplemente el resultado de los testimonios durante el juicio a Joaquín “El Chapo” Guzmán, que acabó con la condena de por vida para el líder del Cártel de Sinaloa.

Entre esos testimonios se destacó el de Jesús Zambada, ex integrante del grupo delictivo y quien dijo haber realizado personalmente pagos entre 2005 y 2007 por valor de seis millones de dólares a García Luna por orden de su hermano, Ismael “El Mayo” Zambada, otro de los líderes del cártel.

“Creo que sí se enriqueció, pero no sé si fue por esa vía”, indicó Hope.

De cualquier forma, la Fiscalía estadounidense considera que García Luna amasó una fortuna de millones de dólares, muy por encima de su salario como funcionario público.

Entre sus compañeros de gabinete se impone la cautela. Guillermo Valdés, quien dirigía la inteligencia mexicana en la misma época en la que García Luna controlaba a la policía dijo que, sin poner las manos al fuego por nadie, su detención es una oportunidad para que se aclare su situación.

Anthony Wayne, entonces Embajador norteamericano, y Genaro García Luna, quien se desempeñaba como Secretario de Seguridad Pública Federal, al finalizar la ceremonia de entrega de un helicóptero tipo UH-60M Black Hawk por parte del Gobierno estadunidense a la Secretaría de Seguridad, en el marco del Plan de Cooperación Mérida. Foto: Moisés Pablo, Cuartoscuro

Preguntado por posibles consecuencias del arresto, indicó que sólo deben estar preocupados aquellos que cometieran ilegalidades.

“Si fue corrupto que se le castigue y si no, que quede limpio su nombre”, afirmó.

-Con información de Mark Stevenson y María Verza, de AP