El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció hoy un plan de apoyo financiero a Petróleos Mexicanos (Pemex), que aliviará la carga tributaria de la empresa y reducirá la deuda en forma gradual, con apoyo de tres bancos internacionales.

En su conferencia diaria, el mandatario informó que un decreto, que firmó este lunes, aliviará el peso fiscal que tiene Pemex.

El acuerdo con los bancos HSBC, JP Morgan y Mizuho Securities permitirá que Pemex disponga de hasta 8 mil millones de dólares para apuntalar a la empresa, según estimó López Obrador.

“No se trata de contratar deuda nueva” para Pemex, sino que tenga recursos accesibles “como se dice coloquialmente por si las moscas”, dijo el mandatario.

Precisó que se trata de un fondo que ya existía, pactado a tres años, pero que ahora se extiende a un plazo de cinco años, para que la empresa pueda, en su caso, disponer de esos rcursos.

El director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, destacó que se trata de un acuerdo importante para refinanciar parte de la deuda de la empresa para revertir el incremento drástico que tuvo en el sexenio pasado, cuando creció 2.5 veces entre 2013 y 2017.

“En el trayecto de apenas cinco años las administraciones anteriores de Pemex más que duplicaron la deuda de la empresa del Estado mexicano, en otras palabras: durante el sexenio pasado hicieron crecer la deuda de Pemex a una tasa promedio 17.2 por ciento anual”, dijo.

La deuda de Pemex llega a 106 mil 500 millones de dólares. Este año debe cubrir vencimientos por 6 mil 500 millones de dólares.

Romero agregó que la empresa participa en esa forma en la mayor operación bancaria de una empresa de energía en América Latina.

Dijo que con las primeras medidas acordadas en esta administración para conducir con responsabilidad el manejo financiero, se pudo comenzar a revertir esta tendencia y en los primeros cinco meses hubo un desendeudamiento de 18 mil millones de pesos.

La operación firmada hoy consiste en un crédito sindicado que refinanciará la deuda por 2 mil 500 millones de dólares, se mejorará el perfil y se renovarán dos líneas de crédito revolvente por hasta 5 mil 500 millones de dólares. En ambos casos los plazos se amplían de tres a cinco años.

López Obrador señaló que se trata de contar con un fondo disponible de 8 mil millones de dólares como parte de un esquema que ya se tenía considerado, pero que ahora se amplía en los plazos, en el monto y en las condiciones crediticias.

El secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, informó que el  decreto presidencial modifica las condiciones fiscales de Pemex, pues a pesar de la enorme corrupción e ineficiencia con que operó la empresa, era rentable si se le consideraba antes de impuestos. Pero  la política fiscal llevó a que se “ordeñara” a la petrolera durante muchos años.

Como parte de la nueva política, se permitirá a Pemex que emigre en el esquema de operación en pozos de hasta 40 mil barriles diarios, que ahora podrán comercializarse sin el esquema fiscal de los derechos de utilidad compartida, lo que permitirá a la empresa un mayor respiro financiero en su operación.

Romero  destacó que el costo financiero de Pemex se redujo en estos primeros cuatro meses del año en un 43.3 por ciento con respecto a 2018 al pasar de 5 mil 597 millones de pesos a 3 mil 147 millones de pesos.

López Obrador destacó que paralelamente se ha reorientado la estrategia de exploración y perforación que se habían paralizado en la última fase del sexenio anterior. Ahora se ha reorientado esta inversión en aguas someras y que permitirá incrementar la producción en el corto plazo.

Cuestionó como irresponsable el manejo de Pemex en gobiernos anteriores, pero estimo favorable que no se entregaron todas las reservas del petróleo a la inversión privada. Sólo fueron 107 contratos, en los que no ha habido producción.

“Afortunadamente”, dijo López Obrador, se trataba de sólo el 20 por ciento de potencial petrolero  y el 80 por ciento quedará para que Pemex pueda recuperarse.

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