En el día esperado, el del reto, el del inicio del año escolar, los protocolos de seguridad en las escuelas de Los Angeles operaron de la mejor manera. El Talón de Aquiles de la jornada que convocó a buena parte de los más de 600 mil alumnos fue un atrofiado Daily Pass que se exige para acceder a los planteles lo que provocó filas que daban la vuelta a los recintos que avanzaban con tal lentitud que hubo esperas de hasta hora y media para ingresar a las instalaciones.

Un año y cinco meses después del cierre de las escuelas debido a la pandemia, maestros y sus dirigentes asumieron la reapertura con optimismo y  con realismo. Su primera tarea fue inspeccionar que en cada aula e instalación se cumplieran las reglas sanitarias que acordaron con el distrito escolar. “Todo bien”, reportó el vicepresidente del sindicato magisterial, Juan Ramírez, quien estuvo en más de media docena de centros escolares y vigiló que en los salones hubiera desinfectantes, toallas y que funcionara la ventilación.

“Los maestros estarán al pendiente de que nada deje de trabajar”, aseguró. Un Grupo de Tarea vigilará a diario que todo funcione bien, dijo.

Ramírez, asimismo, pidió a los padres que tengan paciencia y que no causen embotellamientos frente a las escuelas, donde dejaron sus vehículos para acompañar a sus hijos.

Dijo que la situación actual ya no es como antes porque los padres no pueden ingresar al campus. Recomendó que se estacionen cuadras antes de las escuelas y que desde ahí lleven a sus hijos a la puerta escolar.

Karina López, colaboradora de la Parents Organization Network (PON), dijo que recibieron decenas de llamadas de padres de familia, quienes se quejaron de la falta de personal en las escuelas, sobre todo para que ayuden a los estudiantes a tomar la distancia y a usar cubrebocas.

López aseguró que varios programas y departamentos del distrito escolar están fuera de control por falta de personal.

Calculó, además, que al menos el 50 por ciento de los padres de familia optaron por los estudios independientes o virtuales.

Pero lo que más llamó la atención a maestros y padres de familia fue el congestionamiento y las enormes filas en las escuelas por la deficiencia del Daily Pass que se renovará a diario a todo el que ingrese a territorio escolar. Uno de los requisitos para ser autorizado es cumplir con una prueba contra el COVID cada semana.

DESDE UN AUTO EN MOVIMIENTO SE APRECIAN LAS ENORMES FILAS DE ESTUDIANTES

Ramírez dijo que una de las causas del problema es que cada persona que pretendía ingresar a las escuelas intentó acceder al programa Daily Pass al través de su teléfono  y como lo hicieron casi de manera simultánea lo saturaron y  atrofiaron.

El vicepresidente Ramírez dijo que después de la experiencia de este día, al salir de casa tendrá listo el programa Daily Pass para evitar problemas. Dijo que LAUSD, siglas en inglés del distrito escolar, deberá atender con celeridad el programa del pase para darle mayor dinamismo.

Daily Pass opera sólo en teléfonos y lo obtienen las personas que ingresen a los centros escolares.

La Superintendente interina, Megan K. Reilly, reconoció problemas con el sistema Daily Pass, atribuyéndolo a la gran cantidad de personas que accedieron a él en el primer día de clases.

“La gente estaba entendiendo lo que estaba ocurriendo”, dijo Reilly. “El Daily Pass fue lento, pero estamos trabajando con la gente sobre … el volumen. Creo que el volumen de estudiantes que regresan ha sido realmente gratificante”.

“Creo que todos sabemos dentro que este año será, de nuevo, diferente a cualquier otro”, dijo Reilly en un discurso de regreso a la escuela la semana pasada.

Si bien el año será un marcado contraste con 2020, cuando todo el aprendizaje se realizó de forma remota, el regreso del distrito a la instrucción completa en persona se produce a la sombra de las crecientes preocupaciones sobre la variante altamente infecciosa de Delta de COVID-19 que ha hecho que el número de casos y hospitalizaciones del Condado de Los Ángeles se dispare en las últimas semanas.

Se vieron largas filas de estudiantes afuera de las escuelas mientras los estudiantes esperaban a ser examinados para que pudieran ingresar al campus. Otro plantel tenía una larga fila de estudiantes, que aparentemente no habían sido examinados con anticipación, esperando someterse a pruebas rápidas de COVID para que pudieran ingresar a las aulas.

Todos los estudiantes, maestros y personal de LAUSD deben someterse a pruebas semanales de COVID-19. Todos los empleados del distrito tienen hasta el 15 de octubre para vacunarse completamente contra el COVID-19 o enfrentarse a una posible terminación.

PADRES, SIN OPCION

Karina López, colaboradora de  PON, hizo saber que recibió reportes de padres que son obligados a llevar a sus hijos a las escuelas, sin darles opción de los estudios independientes o virtuales.

Dijo, además, que otros paterfamilias se quejan de que siguen en espera que sus hijos sean inscritos en ese nuevo diseño educativo.

Otra madre le llamó para decirle que se sentía como si al distrito escolar no le importaba su hija, quien nunca ha perdido un día de clases y mañana lo será porque ni si quiera tiene maestro.

Hizo notar que varios padres le comunicaron que luego de la experiencia de este lunes, volverán a inscribir a sus hijos en educación a distancia.

Asimismo, padres de familia del sur centro se quejaron ante este medio de que son obligados a que sus hijos vayan a clases presenciales y de que no los han orientado sobre sus derechos y obligaciones.

Incluso, les dicen que si quitan a sus hijos y los ingresan a estudios indeendientesn van a perder cupo en esa escuela.

A falta de información sobre estudios independientes, ellos mismos se transmiten información. No pocos ignoran que ese modelo educativo es opcional.