En cada uno de los últimos 341 días, mi día ha comenzado con la misma pregunta: ¿Qué podemos hacer para que los estudiantes vuelvan al aula lo antes posible y de la manera más segura posible? Y ha terminado muchas horas más tarde con la misma pregunta. Soy dolorosamente consciente de las dificultades que las escuelas cerradas inflijan a los estudiantes, a sus familias y a la economía de las comunidades a las que servimos.

Por difícil que fuera la decisión de cerrar las aulas escolares, reabrir es aún más difícil. Debemos equilibrar las necesidades de aprendizaje de los estudiantes, el apoyo que brindamos a las familias trabajadoras y la responsabilidad de proteger la salud y la seguridad de todos en la comunidad escolar. No podemos, ni lo haremos, comprometer la salud y la seguridad.

Las prácticas y protocolos de salud vigentes en nuestras escuelas superan la orientación más reciente que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades anunciaron el viernes pasado.

Un ejemplo del progreso que Los Angeles Unified ya ha hecho fue destacado durante la conferencia de prensa de los CDC el viernes pasado. Un reportero de KNX le preguntó a la directora de los CDC: “El Distrito Escolar Unificado de Los Angeles| puso filtros de aire de alta gama con el sistema de aire acondicionado en todos los campus, y los filtros son equivalentes a los filtros de nivel de máscara N95. Quería saber si eso es parte de su recomendación?” y ella respondió: “Eso es genial. Creo que lo que estás describiendo son filtros MERV-13 y esos serían filtros de primera línea…. Esa sería una de las casillas de verificación en nuestro conjunto de herramientas a la que aspiraríamos. Así que eso sería genial.”

Completamos el trabajo de los sistemas de filtración en nuestras escuelas en mayo pasado.

Lo mismo es cierto para las pruebas COVID. Los CDC recomiendan estrategias clave de mitigación que incluyen “seguimiento de contactos y pruebas de diagnóstico en combinación con cuarentena y aislamiento”.  LAUSD ya está operando el sistema de pruebas y rastreo de contactos COVID basado en la escuela más completo del país, que puede probar a todos en las escuelas – estudiantes y personal – semanalmente y proporcionar resultados durante la noche.

Este programa de pruebas ha estado en funcionamiento desde septiembre.

Hubo titulares esta semana cuando el condado de Los Angeles anunció que se había alcanzado el umbral estatal para reabrir las escuelas primarias, una tasa ajustada de 25 casos por cada 100.000 personas.

Pero en un condado tan grande como Los Angeles, ¿qué significa ese número? Eche un vistazo más de cerca y uno encuentra que la tasa promedio de casos ajustados por LA de 20 incluye comunidades como La Canada con un nivel de caso inferior a 2 y un ingreso familiar medio de $175,000.

Esas no son las familias que sirve LAUSD. En las comunidades a las que servimos, el 80% de las familias viven en la pobreza, más del 80% de las familias son negras y latinas y las tasas de infección son significativamente más altas.

Muchas de las comunidades a las que servimos tienen niveles del virus 15 veces mayores y los ingresos de los hogares alrededor de 1/6 de los de La Canadá.

Si bien los niveles generales de COVID han bajado y eso es algo muy bueno, es importante tener en cuenta que todavía existen grandes disparidades entre las comunidades, y tienen un impacto directo en nuestra capacidad de reabrir las escuelas. Dependiendo de la escuela, hasta 3/4 de los estudiantes que asisten son de fuera de la comunidad local. La implicación es clara para las escuelas del  distrito escolar con estudiantes de una comunidad donde el virus es mucho más alto. Los alumnos pueden asistir a la escuela en un distrito donde el virus es más bajo, y viceversa.

La tasa promedio de infección en un área tan extensa como Los Angeles puede ser engañosa, especialmente cuando se compara con comunidades mucho más pequeñas y menos diversas como La Canadá.

Es por eso que la vacuna desempeña un papel tan crítico en la reapertura de las escuelas de la forma más segura posible en las comunidades a las que servimos.

Hay casi un cuarto de millón de estudiantes en preescolar y escuela primaria en LAUSD. Para vacunar a las personas que trabajan en estas escuelas, tendríamos que vacunar a unas 25.000 personas. Usted ha oído ese derecho: vacunar a 25.000 personas nos permitirá reabrir las aulas de la escuela primaria para 250.000 niños y ayudar a sus más de medio millón de miembros de la familia a comenzar el camino hacia la recuperación y permitir que muchos de ellos vuelvan al trabajo.

Long Beach ya ha vacunado a todo el personal que trabaja en las escuelas públicas K-2 de la ciudad.

Hacia el norte, Berkley y Hillsborough comenzarán a vacunar a todos los que trabajan en sus escuelas esta semana. Si California está proporcionando vacunas para aquellos que trabajan en comunidades escolares con un ingreso familiar promedio de $250,000 como Hillsborough, donde menos del 2% de los estudiantes provienen de familias que viven en la pobreza y sólo ha habido 266 casos del virus, entonces ¿por qué no está haciendo lo mismo para comunidades como Boyle Heights donde las familias ganan alrededor de $33,000 y cerca de 17,000 personas han tenido el virus y 254 personas han muerto , casi tantos como los que contrajeron el virus en Hillsborough.

California recibió alrededor de 1,3 millones de dosis de vacuna la semana pasada. Proporcionar vacunas para que el personal de la escuela reabra todos los centros de educación temprana y las escuelas primarias en LAUSD usaría menos del 1% de las vacunas disponibles en el estado durante las próximas dos semanas.

La vacunación del personal escolar debe hacerse de manera organizada. No será suficiente para vacunar a algunos empleados de la escuela ahora y otros muy lejos del camino.

Es por eso que LAUSD está ofreciendo abrir un centro de vacunación en Hollywood Park dedicado a todos los empleados de escuelas públicas y privadas del condado de Los Angeles. Queremos proporcionar un servicio a toda la comunidad educativa y estamos trabajando en estrecha colaboración con las autoridades de salud del condado en este enfoque integral.

El esfuerzo de Hollywood Park es una asociación con Los Angeles Rams, Hollywood Park, la ciudad de Inglewood, Anthem Blue Cross y Cedars-Sinai. Ayudará a los empleados de la escuela a evitar la “lotería de vacunas” y reconoce que se necesita un equipo en la escuela. Un conductor de autobús lleva a los estudiantes a la escuela, un director de la escuela abre la puerta principal, un maestro dirige en el aula, un trabajador de la cafetería prepara el almuerzo y un custodio mantiene la escuela limpia , todos están conectados en la escuela. Las vacunas coordinadas para el personal de la escuela ayudarán a reabrir las escuelas rápidamente para que no tengamos una situación en la que los maestros de una escuela estén vacunados, pero no el conductor del autobús o viceversa.

En Hollywood Park, las enfermeras de LAUSD administrarán la vacuna y controlarán a las personas en busca de reacciones adversas. Anthem proporcionará personal clínico voluntario y Cedars-Sinai está ayudando con el entrenamiento.

Mientras que algunos distritos escolares en el Condado pueden tener otros arreglos de vacunación ya en su lugar, estamos preparados para servir a cualquier escuela, pública o privada, si este programa sería de ayuda.

Desde marzo hemos proporcionado casi 80 millones de comidas a niños y 25 millones a adultos, hemos hecho que cada uno de los aproximadamente 500.000 estudiantes tengan el acceso a internet y computadora que necesitan para mantenerse conectados con su comunidad escolar y continuar aprendiendo, y hemos proporcionado casi medio millón de pruebas COVID gratuitas en el esfuerzo de pruebas escolares más completo del país.

Hoy es una demostración muy visible de nuestro compromiso continuo de servir a la comunidad y reabrir las escuelas lo antes posible de la manera más segura posible.

Hace 10 días, anuncié un plan para reabrir escuelas en 60 días. El reloj está corriendo. Hemos hecho nuestra parte: los campus escolares están listos. La comunidad está haciendo su parte para derribar los niveles del virus. La última pieza crítica son las vacunas para todos los que trabajan en las escuelas. Hagamos de eso una verdadera prioridad para que podamos reabrir las escuelas en los próximos 50 días.