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Las escuelas ya no serán lo mismo el próximo año escolar. Necesarias, escrupulosas medidas para proteger del COVID-19 a todos, aunque hay insuficiencia de recursos económicos, destaca el Superintendente Beutner

June 3, 2020 - por

Las escuelas ya no serán lo mismo el próximo año escolar. Necesarias,  escrupulosas medidas para proteger del COVID-19 a todos, aunque hay insuficiencia de recursos económicos, destaca el Superintendente Beutner

Superintendente Austin Beutner.

Reabrir las escuelas representa un “desafío sin precedente”.  Debe hacerse con máxima seguridad para alumnos, maestros, personal escolar y padres para lo cual se requiere movilizar una amplitud de recursos, muchos de los cuales -sobre todo los económicos- son insuficientes para ello. Por lo pronto, la ciencia señala que no hay condiciones para volver a las aulas.

El distrito escolar recurre a científicos, a expertos, a maestros, a la comunidad para construir una respuesta a tan complicada situación representada por COVID-19, que sigue creciendo hasta afectar ahora a 50 mil personas en la cuenca angelina, sin que haya tratamiento eficaz ni una vacuna que permita el advenimiento de la normalidad como se conocía hasta antes de que se cancelaran clases en salones.

Este escenario fue planteado esta mañana por el Superintendente del Distrito Escolar, Austin Beutner, al abordar el tema de la reapertura de las escuelas, que implica “poner en juego vidas”. Enfocó la situación desde diversas perspectivas y ángulos y expuso elementos para afirmar que la realidad por venir no será la misma de antes. Incluso, aludió a la posibilidad de que haya salones de clase con 10 alumnos, con diferentes horarios y de que las escuelas sean híbridas ya que unas instrucciones pedagógicas se tomarán dentro de los planteles y otras enlínea.

Se trata, fundamentalmente, de impedir al máximo que haya concentración y contactos de todos los actores escolares, como una manera de impedir contagios del migro organismo. Para ello, además, será necesario tener control pleno y absoluto de los más de 600 mil alumnos de las 1,386 escuelas  -72% de los cuales son latinos- y de las millones de personas que pueden tener contacto con ellos, entre parientes, amigos y miembros de la comunidad.

Beutner expresó que el regreso a las instalaciones escolares tendrá que equilibrar estas prioridades: salud y seguridad de todos en la comunidad escolar, impacto de la pandemia sobre el empleo y las familias y las necesidades educativas de los estudiantes.

Esto requerirá de más maestros, personal e instrumentos educativos, dijo. De acuerdo al panorama económico estatal y municipal, la situación es compleja por los daños causados por el coronavirus a la actividad económica y productiva, amén de los recortes del 10% al presupuesto educativo propuestos por el gobernador Gavin Newsom.

Incluso, dijo que el distrito escolar ya ha distribuido 25 millones de comidas a estudiantes, sus familias y miembros de la comunidad, lo que significa en el esfuerzo de socorro más importante que se prodiga en el país, sin que ni el gobierno estatal, del condado ni ciudad de Los Angeles le hayan retribuido  recurso alguno.

El 18 de agosto se iniciará el próximo año escolar, pero hasta el momento no hay un plan definitivo sobre el cómo será la reapertura. Más o menos dentro de un mes habrá algo más concreto, expuso Beutner.

FUNDAMENTOS PARA UNA REAPERTURA SEGURA Y EFICAZ

Para lograr una reapertura de escuelas lo más segura y eficiente posible, planteó cuatro prioridades que las autoridades estatales y locales deben poner en la cima de sus listas:

  1. Pruebas del virus

¿Cuántas pruebas de detección se necesitan de los estudiantes, el personal o las familias antes y después del 18 de agosto? ¿Es factible realizar pruebas de  detección a grupos de estudiantes o de personal? ¿Dónde se hará la prueba y quién la pagará?

Un poco de contexto sobre las pruebas de detección. Se realizaron menos de 20,000 pruebas en un día determinado la semana pasada en todo Los Ángeles.

Hay alrededor de 75,000 empleados, casi 700,000 estudiantes y se estiman entre 2 y 3 millones de miembros de la familia en la comunidad del Distrito Unificado de Los Ángeles. Las autoridades de salud tendrán que hacer público su plan de pruebas de detección antes del 18 de agosto para que las escuelas puedan planificar en consecuencia.

  1. Rastreo de contactos

¿Cómo se manejará el seguimiento de contactos en el Condado y en cada una de las 26 ciudades o áreas no incorporadas a las que presta servicio el Distrito Unificado de Los Ángeles?

Cuando se sospecha o diagnostica un caso, será necesario tomar medidas inmediatas para aislar y hacer la prueba de detección a quienes estuvieron en contacto con esa persona. Las agencias de salud están en la mejor posición para hacer esto ya que son las primeras en saber sobre cualquier caso en el que se sospecha la existencia del virus. Se necesitará un gran número de personas capacitadas para realizar el rastreo de contactos y necesitarán información de contacto oportuna y precisa. Nuestras escuelas prestan servicio a una población

con grandes necesidades, muchas de las cuales son transitorias y otras que viven con miedo a las agencias gubernamentales. Se necesitará una atención considerable al contactar a las familias y utilizar la información de manera apropiada.

  1. Respuesta ante la aparición del virus en una escuela

¿Cuál es el protocolo si alguien en una escuela da positivo para el virus? Si una

persona es positiva ¿significa entonces que toda la escuela debería estar cerrada? y ¿por cuánto tiempo? Las autoridades de salud y los funcionarios de la escuela deberán definir procedimientos claros al respecto para evitar confusiones y riesgos innecesarios.

  1. Financiación y Responsabilidad

¿Cuánto dinero proporcionará el estado para pagar estas necesidades adicionales en las escuelas? Habrá considerables costos adicionales para que las escuelas implementen un plan apropiado para el regreso a la escuela. Las instalaciones tendrán que ser reconfiguradas y se deberán comprar suministros para desinfectar las escuelas de forma regular. Se deberá proporcionar equipo de protección personal a los estudiantes y al personal. Y más maestros y  personal serán necesarios para hacer el trabajo adicional en las escuelas y para proporcionar programas de aprendizaje tanto en la escuela como en línea.

Todos los que trabajan en las escuelas ya estaban empleados con tareas completas antes de que las instalaciones escolares cerraran y no es realista esperar que asuman más tareas de las que pueden hacer.

QUE LAS PRUEBAS LAS PAGUE EL GOBIERNO

Beutner expresó que las autoridades sanitarias, no las escuelas, deben ser responsables de las pruebas para COVID-19. Citó que las pruebas de la tuberculosis y el sarampión las realiza el gobierno.

También expuso:

“Cualquier regreso a las instalaciones escolares sin un tratamiento o una vacuna comprobados significa que habrá riesgo para todos en una comunidad escolar: estudiantes, personal y familiares. Si alguien se enfermara y la fuente del virus fuera rastreada a una escuela, ¿quién pagará las facturas médicas? Desafortunadamente, vivimos en una sociedad con demasiados abogados y demasiadas demandas. Las escuelas no pueden usar los fondos que se asignarían para la instrucción con el fin de pagar demandas”.

Por eso refrendó lo difícil que es volver a las escuelas ya que “se requerirá una planificación cuidadosa, un esfuerzo extraordinario, una creativa resolución de problemas y colaboración con todos los sectores del gobierno estatal y local. Esta será como una delicada danza de mil pasos, cada uno conectado con el otro”.

50% DE FAMILIAS DE ALUMNOS DE LAUSD PERDIERON EMPLEO

Beutner dijo que hay que ir a fondo para lograr las mejores defensas del coronavirus ya que considera que son insuficientes las directrices de las autoridades sanitarias en cuanto a usar máscaras, guantes, prácticas de higiene y evitar contactos innecesarios.

Indicó que al mismo tiempo que aprende sobre el virus, también a acreditado el impacto de la pandemia en las comunidades a las que sirve el distrito escolar, el segundo más grande del país. Las encuestas indican que más del 50% de las familias de alumnos han perdido su empleo. Los economistas, refirió, indican que la recuperación en un modo de bloqueo del pleno de las circunstancias críticas no es posible.

“A largo plazo no hay economía sin una mano de obra educada y capacitada y en el corto plazo, la economía está en ruinas sin le red de seguridad y el apoyo que las escuelas proporcionan a las familias trabajadoras”, expuso.

Dijo que si la salud y la seguridad de todos en las escuelas y el apoyo a las familias son partes del rompecabezas, el tercero son las necesidades de aprendizaje de los estudiantes.

“Los maestros y el personal de todas nuestras escuelas han hecho esfuerzos heroicos para reconectar a los estudiantes con su comunidad escolar y

proporcionar instrucción en línea de lo mejor que pueden. Pero todos sabemos que esto no sustituye al aprendizaje en un ambiente escolar y muchos estudiantes están batallando y quedándose muy atrás de donde deberían estar”, manifestó.

Dijo que para el 18 de agosto, ya habrán pasado unos 5 meses desde que los estudiantes asistieron a la escuela. Agregó:

“No ha existido ningún tiempo en la historia moderna donde los estudiantes no hayan asistido a la escuela durante un período tan largo. Y para algunos, en particular los estudiantes más jóvenes, los aprendices de inglés, los estudiantes con capacidades diferentes de aprendizaje y discapacidades, y aquellos que ya estaban teniendo dificultades académicas antes de que se cerraran las instalaciones escolares, esta situación los afectará de por vida si no pueden regresar a la escuela en un futuro próximo.

“ En combinación con el trauma que la crisis está causando para tantas familias, las necesidades del aprendizaje y los problemas de salud mental de los estudiantes presentan un desafío sin precedentes para las escuelas”