La mitad de estas personas -unas 125 mil- acudiría a atención médica y alrededor de 10 mil 500 requerirían terapia intensiva.

“Son cifras que mantenemos como referencia para garantizar los recursos necesarios para atender”, dijo, aunque hay un margen y por ello se trabaja para tener hasta 16 mil camas.

Agregó que en algunos puntos del país se está llegando a un punto de “saturación”, como en la Ciudad de México o Tijuana, pero se mostró confiado en que el proceso de reconversión hospitalaria existente permitirá tener estas 16 mil camas de terapia intensiva, que contemplan además de la cama un ventilador, monitor y personal médico.

“En este momento prácticamente hemos casi alcanzado esta capacidad en virtud de convenio (con hospitales privados), de la reconversión hospitalaria, y de la incorporación de planes militares de apoyo a población civil, lo que nos da capacidad de estas 16 mil camas”, apuntó.

Familiares de pacientes y servicios funerarios a las afueras del Hospital Cabrera en la Ciudad de México.

Familiares de pacientes y servicios funerarios a las afueras del Hospital Cabrera en la Ciudad de México. Foto: Rogelio Morales, Cuartoscuro

Desde principios de abril, las actividades económicas consideradas no esenciales están paralizadas en México, mientras que el Gobierno exhorta a la población a quedarse en casa, si bien la cuarentena no es obligatoria para no afectar a los más de 50 millones de pobres del país.

El Gobierno mexicano no aplica pruebas masivas a la población y calcula, mediante un modelo de estimaciones llamado centinela, que la cantidad de enfermos en el país podría ser unas nueve veces mayor a la registrada.

El familiar de una persona que murió con diagnóstico de posible COVID-19 y personal de una funeraria ingresan al Velatorio San Nicolás Tolentino.

El familiar de una persona que murió con diagnóstico de posible COVID-19 y personal de una funeraria ingresan al Velatorio San Nicolás Tolentino. Foto: Graciela López, Cuartoscuro