El distrito escolar ha cambiado el modelo para atender las necesidades de estudiantes y familias. Para ello ya invirtió la pirámide operativa: ya no será de arriba hacia abajo sino al revés, porque de esta manera las respuestas ya no emanarán de la alta burocracia sino de líderes locales. Y en la parte superior se pondrá a los estudiantes.

Así lo definió el Superintendente Austin Beutner, quien dijo que esta nuevo enfoque ya se ha empezado a aplicar en 40 comunidades locales del este y sur de Los Angeles a partir del 1 de julio. Incluso, hizo saber que “muchas personas” que trabajan en la torre del distrito escolar en el centro citadino, serán asignadas a escuelas de la comunidad.

Indicó que en esta visión común participan líderes, maestros, padres, miembros de la comunidad, funcionarios municipales. “ Todos los involucrados – expresó- están convencidos de que es la dirección correcta y las primeras señales son bastante alentadoras”, dijo.

Aseguró que todos los departamentos centrales, desde instalaciones hasta salud y servicios humanos van a cambiar la forma en que se prestan los servicios a las escuelas para que los líderes locales tengan la flexibilidad que necesitan.

Esa retroalimentación conduce al tema COVID-19 y su impacto en el próximo año escolar. Beutner dijo al respecto: “ Estamos trabajando para equilibrar las necesidades de aprendizaje de los estudiantes, el impacto  que el virus tiene en las familias trabajadoras, la salud y seguridad de todos en la escuela de la comunidad”.

En su mensaje de los lunes, hizo saber que tan pronto inició su gestión como Superintendente creó un grupo de trabajo para examinar estrategias en otros distritos escolares. Celebró docenas de reuniones en escuelas con miles de miembros de la familia y la mayoría coincidió que debía ponerse a la escuela en el centro.

Líderes de dos distritos locales se ofrecieron como voluntarios para encontrar las mejores soluciones para las comunidades a las que sirven.

Y bajo esta nueva fórmula han iniciado labores. En el este, con 100 mil estudiantes de más de 45 millas cuadradas de Bell, Boyle Heights, Cudahy, este de Los Angeles, El Sereno, Huntington Park, Lincoln Heights, Maywood, South Gate y Vernon. Siete líderes locales del sur, con 148 escuelas y 85 mil estudiantes están al frente de la labor en San Pedro, Willmington, Carson, Harbor City, Lomita, Gardena y las comunidades de Watts y Willowbrook.

Beutner indicó que los progresos logrados en esas comunidades han proporcionado la base para implementar este enfoque en todo el Distrito Escolar Unificado de Los Angeles (LAUSD, siglas en inglés).

Destacó que hay emoción y compromiso con el trabajo, empezando con la premisa de crear lo mejor para los estudiantes y sus necesidades únicas. Esto implica, además la manera en que están conectados directores y maestros en torno a una visión común.

Expuso:

“ ¿Cómo los maestros en el mismo grado y la asignatura de diferentes escuelas están colaborando y compartiendo ideas, cómo las escuelas están ayudando a los estudiantes con diferencias de aprendizaje y discapacidades participan en clases con su educación, cómo las escuelas pueden coordinarse mejor con su comunidad para necesidades estudiantiles y familiares y cómo los negocios, las instituciones cívicas y los funcionarios electos en las comunidades locales han adoptado sus escuelas locales. Y oirás cómo los problemas familiares se pueden resolver con un corto paseo a la escuela en lugar de un largo viaje al través de la ciudad”.