Convoca al rescate de la educación pública, que está bajo ataque por parte de privatizadores y de líderes de California, la quinta economía mundial, donde las prioridades están al revés y los potentados racistas siguen enriqueciéndose a costa de estudiantes, sus familias y la clase trabajadora. Afirma que los planteles requieren más fondos, estudios étnicos, transformación y en vez de policías, apoyo a la salud mental de alumnos y el pueblo.

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Las escuelas públicas están bajo ataque.  Necesitan más fondos, estudios étnicos, prácticas transformadoras y los billonarios deben pagar la parte justa que les corresponde en materia tributaria y social. Y demandó un cambio a funcionarios y legisladores y los convocó a optar por el interés de las mayorías por encima de las corporaciones.

Estas tesis fueron expresadas por la presidenta del Sindicato de Maestros de Los Angeles, Cecily Myart-Cruz, frente a la Cámara de Comercio de Los Angeles, en cuyo acceso principal exclamó: “ ¡Que tenga vergüenza!”. Y agregó: “ Parece que ese ataque a la educación ha sido el mensaje clave para privatizar la educación pública”.

Myart-Cuz puso de relieve que la educación pública ha sufrido por décadas la falta de inversión “y por eso estamos en este día de resistencia nacional”.

La dirigente habló en ese evento, que se inscribe en una semana de acción en  todo California para instar a la Legislatura estatal a aprobar un plan masivo de ingresos y recuperación y que otorgue preeminencia a las causas sociales sobre las corporaciones.

Ante la Cámara de Comercio de LA.

La lideresa de los docentes angelinos planteó la necesidad de resistir acciones draconianas y enfatizó que  es el momento de levantarse, de revelarse, de hablar con los que tienen el poder y demandar un cambio.

Tras esa manifestación en la que participaron también miembros de Reclamando Nuestras Escuelas de LA (Reclaim Our Schools LA y la Alianza de Los Angeles para la Nueva Economía, hubo una caravana de vehículos que con pancartas que llamaban a salvar las escuelas y la sociedad se dirigieron al edificio del Distrito Escolar Unificado de Los Angeles (LAUSD, siglas en inglés), distante a cuatro cuadras, donde se manifestaron y fueron atendidos.

Padres, estudiantes y maestros demandan el regreso a las clases presenciales cuando haya condiciones plenas de seguridad, cuando el coronavirus sea controlado, cuando haya financiamiento cabal y reine la justicia racial.

Además, demandan el impulso al aprendizaje en línea, escuelas libres de policía, que en cada plantel haya enfermeras y consejeros, una moratoria de escuelas chárter y co-ubicaciones, protección para familias de escasos recursos afectadas por COVID-19.

Igualmente, se pronuncian por apoyar la Proposición 15, conocida como Escuelas y Comunidades Primero, que será puesta a consideración de los votantes en la elección de noviembre próximo. De ser aprobada, generaría varios miles de millones de dólares a la educación pública al aumentar los impuestos sobre las propiedades comerciales e industriales.

En el distrito escolar angelino para entregar los pronunciamientos del movimiento.

“California representa la quinta potencia económica en el mundo, donde se gasta más en negocios que en nuestros estudiantes, pero que las prioridades de nuestra estado están en forma inversa y los billonarios racistas han estado haciendo sus utilidades a costa de nuestros estudiantes, sus familias y la clase trabajadora”, manifestó Myart-Cruz.

Aseguró que organizaciones comunitarias, estudiantes, padres y educadores consideran que ya se ha terminado el tiempo de negarle tanto a la comunidad.

Resaltó:

“El tiempo de criminalizar a nuestros estudiantes, ya ha terminado. Ya ha terminado el tiempo par los billonarios que no pagan su parte justa”, dijo.

Agregó que es el momento de tener escuelas sin policías, de ayudar a los estudiantes que necesitan apoyo mental, de frenar a los billonarios interesados en privatizar las escuelas y cualquiera que se interponga en el camino de la justicia.

Citó que la Ciudad de Los Angeles destina el 54% de su presupuesto para la policía. Con ese dinero, agregó, se podría pagar la salud mental de los estudiantes y sus familias.